miércoles, 30 de marzo de 2011

¡Basta de montañas rusas!

Foto: Isla de Mouro (Santander)


Estoy hasta el moño, de verdad de la buena. No puedo más. Me va a estallar la cabeza. Quizá sea una egoísta pero sólo quiero que me dejen en paz, ser feliz y que los demás hagan conmigo sólo lo mismo que yo hago con ellos. Que te hago caso, ¡buenos días! ¿tomamos un café?; que te ignoro, pues simplemente ¡buenos días! y cada uno a lo suyo, PERO NO. Parece que nos encanta tocar las narices y yo ya estoy cansada de aguantar los altibajos emocionales de todos, aunque sean de aquellos que más me importan. ¿Por qué tenemos que ser como los demás quieren? Yo me he pasado la vida intentando no agradar, pero sí no enfadar a nadie, ir a lo mío, pero nada. No hacen falta dos para discutir, y que a alguien se le ocurra rebatirme esto. La una, que siempre tiene algo más triste por lo que quejarse que tú, se lamenta de que "seas así"; ¿cómo?, pues simplemente yo y no ella. Tener personalidad propia no gusta demasiado si sacas los pies del cesto. El otro, que según el día tiene arrebatos de mala leche y en vez de preguntarme cómo estoy quiere matar a mi peluquero por lavarme la cabeza. La jefa, actuando como si el curro fuera su cortijo. El pelota, dejando baba por todo el pasillo de tanto hacerle la rosca al personal. La de "voy a hacer de abogado del diablo" y sus comentarios capciosos. Y sólo me falta uno que se ponga a deshojar la margarita. ¡Por Dios! ¿Por qué narices no asumimos que cada cual es como es y nos respetamos? Cojamos el toro por los cuernos y seamos claros. ¿Me quieres? Pues esto es lo que hay y, como dice Madus, yo siempre te apoyaré y te querré, hagas lo que hagas, pero si no... pues si no, yo qué sé, pues sin familia y a correr que para que me den quebraderos de cabeza me basto y me sobro. Sólo necesito que el faro esté encendido SIEMPRE, pase lo que pase. Las intermitencias llevan inevitablemente al naufragio y una es aventurera pero inconsciente lo justo. ¿No me quieres? Es que no hace falta. Yo a ti tampoco, sólo tenemos que compartir un espacio durante algunas horas y luego cada uno a su rollo pero ESO SÍ, ¡dejad de cuestionarme!! Soy transparente como el agua e inestable como un tsunami pero no engaño a nadie. QUID PRO QUO.

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