jueves, 30 de diciembre de 2010

La gran manipulación: soltando lastre poblacional



Ya escribí en un post anterior, titulado 'Las gripes', sobre lo que toda esta paranoia de la gripe aviar, porcina, las vacas locas, etc. me parecía. No creo que descubra la pólvora con mis reflexiones ni tampoco que sea la más osada por decirlas en alto cuando otros muchos lo hacen. Pero no por eso quiero dejar de gritar que estoy harta de que nos manipulen, de que se piensen que somos idiotas, de que la mayoría de la gente que me rodea piense que soy una exagerada o que no puedo cambiar el mundo por muchas buenas ideas que tenga. Me da igual predicar en el desierto. Lo mínimo que puedo hacer es compartir mis preocupaciones a través de la red así que aquí dejo uno de los fantásticos vídeos de Senyor Freeman sobre estas cuestiones. Ojalá algún canal en España diera alguna vez cobertura a estos temas como hacen en Francia o en otros países de Europa....

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Las viñetas de Mahoma, otra vez

Foto: www.elnacional.com

Las autoridades danesas han detenido a varios islamistas que pretendían atentar contra el diario que publicó las polémicas viñetas de Mahoma. ¡Que datan, nada menos que del año 2005! ¡Menos mal que están ellos para salvarnos de estos bárbaros! Lo siento, pero desde el 11 M y el acoso y derribo al que tienen sometido a Julien Assange, tengo la manía de no creerme nada de lo que veo y oigo porque pienso que hay quien cree que, como telespectadora o ciudadana media soy medianamente estulta y no me entero de la fiesta. Y estoy harta. Sé que hay muchos que engullen lo que ven a través de la tele y se piensan que así conocen las favelas de Brasil, la prostitución de Tailandia, los secretos para escalar el Himalaya o la esencia del budismo pero yo no estoy entre esos. Soy una bocazas que de todo opina y que se equivoca muchas veces pero que, a la vez, no se cansa de aprender ni de conocer gente para así tener más fundadas sus opiniones, aunque sean negativas. Con el tema musulmán, empiezo a estar de acuerdo con los conspiranoicos que creen que hay un contubernio judeomasónico, tal cual, para expandir la islamofobia y que todos tengamos miedo y repulsión a todo aquel que rece a Allah. Al próximo idiota que me suelte un discurso sobre esa vecina a la que mira con cara de pena por estar sumisa a un marido que la obliga a llevar pañuelo pero con la que nunca ha cruzado una palabra, le voy a decir un par de cosas, porque mira que somos lerdos. Seguro que nadie le ha dicho a Kanouté que baje el volumen de su reloj digital de pared para no perderse las horas del rezo ni le va a decir que se vuelva a su puto país mientras siga marcando goles y diciendo que en Sevilla está como en su casa. Lerdos, que somos unos lerdos.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Crónicas de España

Es demasiado mal hablado para ser académico de la lengua pero también es verdad que maneja el verbo como nadie y adopta ante la vida esa actitud de quien ha presenciado las mayores atrocidades que nadie pueda imaginar y, una vez fuera del escenario bélico internacional, al que todo lo que le rodea le parecen auténticas nimiedades comparado con el sufrimiento de algunos pueblos. Por eso, llama a las cosas por su nombre, sin importarle si el ministro, el presidente o el turista de turno se enfadan y se plantean llevarlo a los tribunales por deslenguado. Estoy leyendo una selección de sus artículos dominicales y no puedo por menos que estar de acuerdo con muchos de los comentarios que hace. El que me ha llamado la atención hoy se llama 'Se van a enterar' y suelta perlas como éstas: "en este país de insolidarios, chapuceros y mangantes donde para recoger tomates hay que contratar a abogados ecuatorianos [...] y donde todos nos quejamos del desempleo pero sale una convocatoria de puestos de trabajo para subir ladrillos a una obra y no se presenta nadie porque las palabras europeo y albañil resulta que ahora son incompatibles, cosa de negros y de moros [...] Así que, en realidad no me da mucha pena que todo se vaya al carajo porque nos lo hemos ganado a pulso. [...] A nuestros nietos no les quedará otra que acoger a esos africanos, magrebíes, hispanoamericanos y ucranianos [...] y se mezclarán [...] y perderemos unas cosas y ganaremos otras, porque así es la vida y la historia de los pueblos. Y España, que pese a lo que sostienen cuatro fanáticos y cuatro tontos del culo fue siempre tierra común y de mestizaje, lo seguirá siendo con mayor intensidad aún [...] Y todos esos Heribertos, Egíbares, Ferrusolas y demás paletos imbéciles que andan obsesionados por la pureza racial de su parroquia y las costumbres ancestrales del pueblo de Astérix [...] se van a joder pero bien jodidos cuando sea un moro maketo de Tánger el que les cambie los dodotis en el asilo o cuando a su Ainhoa le altere el Rh su novio peruano al preñarla o su Jaume Lluís tenga una nieta que se llame Montserrat Mustafá Ndongo. Vayan y háganles una inmersión lingüística a ésos. A ver si se dejan". Pérez-Reverte dixit.

Ese pequeño punto azul pálido



Uno de los grandes hitos de la física en este año que termina ha sido el descubrimiento de la atmósfera de un exoplaneta, es decir, de un planeta que se encuentra fuera de nuestro Sistema Solar. Nuestro horizonte se amplia día a día hasta cotas realmente inimaginables haciéndonos ver hasta qué punto somos insignificantes en la inmensidad del Universo, cómo apenas somos una más de los millones de piezas que componen este inmenso puzzle formado por estrellas, planetas, asteroides, nebulosas, cometas, galaxias... Y eso hace que me replantee, de principio a fin, toda mi existencia. El hecho de que una hormiga ni siquiera pueda imaginar que encima de la inmensa goma negra que acaba de exterminar a medio hormiguero estoy yo, no quiere decir que yo no exista. Entonces, ¿cómo podemos afirmar tan rotundamente que estamos solos? ¿cómo podemos atribuirlo todo al azar? Si nadie nos ha creado, por qué nosotros, los homo sapiens sapiens, el sumum de la evolución, ¿no somos capaces de insuflar el hálito de la vida? ¿por qué no somos capaces de crearnos a nosotros mismos si no es partiendo de un tejido vivo? Intento buscar respuestas y quién sabe por qué enciendo la tele. Ochenta canales y sólo hay vacío. ¿Seré yo la única que se hace preguntas? Ya lo decían los romanos, al pueblo, pan y circo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Periodistas no

Está claro que uno no nace enseñado y que todos pagamos la novatada alguna vez pero que le pase a un periodista y precisamente con Marruecos..... ¡error de principiante! Ningún plumilla debe nunca mostrar su condición abiertamente al entrar en según qué países, si luego lo descubren, mala suerte. No debemos dejarnos llevar por la ilusión óptica de que es un país democrático, avanzado y amigo porque, a los hechos nos remitimos, todo son meras apariencias. Es una lástima que eso nos suceda con un país limítrofe, con el supuesto adalid de la modernidad de los países en vías de desarrollo del Mediterráneo, con uno de los países que más ciudadanos nos exporta, aunque claro, visto lo visto, lo mismo es que ellos ya saben lo que hay, no se dejan engañar y huyen, con toda la pena de su corazón, tan pronto como tienen ocasión de buscarse una vida mejor en un lugar en el que nadie te retira tu pasaporte ni te echa del país por expresar tus ideas.

martes, 14 de diciembre de 2010

Crimen: libertad de expresión

Julian Assange sigue detenido en el Reino Unido a la espera de que sus abogados presenten, en metálico, una fianza de casi 300.000 euros que le permita "disfrutar" de su libertad en Suecia, donde será extraditado. Es increíble como la primera potencia mundial, los hijos de los padres fundadores, ataca la libertad de expresión de Wikileaks con la acusación más sucia e increíble que podían haber encontrado: la violación. Dos acusaciones que no se mantienen por ningún lado para desviar la atención de un hecho que no debemos consentir: ponerle límites a la libertad de expresión cuando ésta sirve para sacar a la luz los trapos sucios de aquellos que, supuestamente en aras de proteger nuestra libertad y nuestra integridad y nuestra cultura y nuestro estado del bienestar, cometen violaciones, ellos sí, sistemáticas de los Derechos Humanos y falsean datos que justifican sus acciones. Ahora que quede libre, Assange deberá entregar su pasaporte, respetar un toque de queda y llevar una pulsera con GPS que lo mantenga localizable las 24 horas del día. ¿Véis como la era del chip no está tan lejos? Eso no se hizo con De Juana Chaos y eso que era un terrorista confeso, y se escapó a Irlanda y si te he visto, no me acuerdo; no se hace con los niños asesinos; ni con los dictadores de la antigua Yugoslavia; ni con los maridos que maltratan a sus mujeres pero sí con un hombre cuyo único crimen ha sido enfrentarse a los amos del mundo y sacarles los colores.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Los Derechos Humanos


Impresionante vídeo de Amnistía Internacional sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se me ocurren tantos ejemplos de países que dejan de cumplir alguno de ellos.... ¿Y luego nos preguntamos cómo lograr un mundo perfecto? ¡Tan sólo respetando aquello que nosotros mismos redactamos y firmamos para luego saltarnos impunemente!

sábado, 11 de diciembre de 2010

Retales de no-migrantes

Uno. Sábado por la mañana. Tres veinteañeros en un tren que va desde la capital hacia la costa. "Tíos, ¿sabéis que en Asturias no hay negros?". Dos. Estación de autobuses. Una mujer le dice a su hija "¿has visto qué pila de negros?". Ella responde: "Uy, sí, seis. Creo que vienen a invadirnos pero ¿te has fijado en que no hay más que blancos por todas partes? ¡Ah, es que esos somos nosotros!". Tres. Un mozo de esos que, aparentemente, son un buen partido con su carrera y un buen trabajo, afirma sin avergonzarse: "Cada vez me gusta menos Lavapiés, ¡no hay más que moros, moros y más moros!". Cuatro. "¿A que mi amiga FlowerPower es guapa? Es periodista y se muda a Barcelona. ¡Pues aquí donde la véis tiene un novio moro! Pero vamos que yo no soy racista ¿eh?, mi marido es de pueblo, de la virgen del puño y sin estudios ¡pero muy trabajador!". Cinco. Una profesora de primaria alérgica al mestizaje afirma rotunda: "si tu hija se casa, no me alegraré". ¿En qué manos están nuestros hijos?. Seis. "América no existía hasta que nosotros la descubrimos porque lo que nadie sabe que está, no existe". Lo mismo pensarán ellos de Europa y para entonces, ya llevábamos un tiempo por aquí. ¿Acaso un árbol que cae en medio del bosque sin que nadie lo oiga, no hace ruido? Siete. Una musulmana en un grupo de 16 personas: "Con vosotros me siento a gusto, no me miráis ni me tratáis diferente aunque lleve hijab, en el metro he tenido que oír tantos comentarios..." Ocho. "¿Un bisnieto negro?", dice mientras tuerce la boca en un gesto de desaprobación y disgusto. "Yo no soy racista pero no me gustaría porque el crío, mulato, iba a sufrir mucho por los comentarios de la gente". Una soberana estupidez en los tiempos que corren pero, al menos, quien lo dice tiene 80 años y ha vivido en otra época. Pero, ¿el resto? Ay, el resto. El resto es un reflejo fiel y cotidiano de esta España en la que vivimos, que dista más de ser cosmopolita que de aquel Paco Martínez Soria que llegaba a Madrid con la gallina debajo del brazo.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Padres e hijos, generaciones divergentes

Nunca pensé que crecer fuera más difícil para los demás que para mí misma pero así es. Tras el cambio radical que supone tener un hijo, que te trastoca tu vida hasta dejar de ser un ser individual para convertirte en un padre, en un referente para un ser pequeñito que depende enteramente de ti, llega el momento de dejarlo volar y parece que después de veintitantos años, como buenos animales de costumbres que somos, no nos resignamos a aceptar que nuestro hijo ya no nos necesita de la misma manera, que es una persona madura con sus propios pensamientos, que toma sus propias decisiones y lo que es peor, que esas decisiones no son precisamente las que nosotros pretendemos. Cada vez que vuelvo a casa siento que tengo que disculparme por ser como soy, que decepciono a mis padres a cada paso que doy porque no vivo en la misma ciudad que ellos, porque soy una eterna insatisfecha que siempre quiere más, porque soy capaz de lo que sea por luchar por aquello en lo que creo, aunque eso suponga tener a todo el mundo frente a mi. Pero es agotador. Es realmente cansado ser dos yo según esté con ellos o a mi aire. Es como si tuviera doble personalidad y a pesar de que no les cuento ni la mitad de lo que siento, de lo que me pasa, los enfrentamientos con ellos son constantes. A veces creo que, cuando llegue el momento, estallará todo y ellos no sabrán estar a la altura, no sabrán ver más allá de las apariencias, no se conformarán con que la decisión que tome me haga feliz. A pesar de lo que dicen, no están preparados para ser distintos, para que sus hijos hagan cosas que se salgan del entorno en el que viven, para que sus nietos sean de una raza distinta, hablen un idioma diferente. Si dijera que no me importa mentiría pero lo que verdaderamente me produce esta situación es un estrés brutal. Siento que tengo que fingir todo el rato, que tengo que medir mis palabras para no oír sermones a cada instante y, aún así, ninguno estamos contentos. ¿Por qué les costará tanto aceptar la realidad? Ya casi han pasado dos años y ellos parecen vivir en un mundo paralelo, esperando que "me entre la cordura" pero eso no va a pasar. Soy muy feliz así y ni siquiera el miedo a que mi familia y amigos puedan no entenderme, va a hacer que mi corazón deje de latir de la forma que lo hace. Sin embargo, se avecina un temporal tan absurdo que no sé en qué condiciones saldremos de ésta...

viernes, 3 de diciembre de 2010

El show de Truman

El mundo se acaba, o eso parece a juzgar por las informaciones que vemos en televisión constantemente. El Islam está entrando en Europa con la firme intención de acabar con nuestro sistema de valores (¡viva el sexo, el dinero y la belleza exterior!) y con el objetivo único de que nuestro pensamiento crítico sea erradicado de nuestras cabezas. ¿O eso lo hace Telecinco?
La candidatura ibérica era la favorita pero el peso del petrorublo ha sido mucho más fuerte - ¿quién puede abstraerse de posibles ganancias en dinero negro a la par que fomentamos el deporte, patrocinado por marcas de cerveza y casas de apuestas?- y los campeones del mundo de fútbol han regresado a casa con el rabo entre las piernas porque el peso de España en el oscuro mundo global es el mismo que el de las islas Comores.Lo más trascendente de la actualidad española es la detención de siete senegaleses por su conexión con una célula de Al Qaeda. O sea, que trabajo de florero y no me entero de lo que pasa en mi despacho aunque todo el departamento comparte el mismo espacio, y resulta que unos pobres negritos que roban pasaportes para pasárselos a cuatro mafiosos y sobrevivir en nuestro país, son peligrosísimos terroristas con feas intenciones que atentarían contra nuestra seguridad. La era del chip subcutáneo está próxima a llegar. Todos somos Truman y no queremos darnos cuenta. El Gran Hermano nos vigila, nos idiotiza a través de la tele y una educación pública cada vez más deficiente que impiden el desarrollo de nuestro pensamiento crítico permitiéndonos vivir una catarsis que se limita a alimentar nuestras pasiones más bajas. Inyectándonos anhelos tan absurdos y primarios como acumular riqueza, fomentar la belleza externa metiéndonos por los ojos avances estéticos de cirugía apta para todos los bolsillos en cómodos plazos, acabar con la familia y fomentar el individualismo y el hedonismo. El trabajo está dando sus frutos: Belén Esteban es la princesa del pueblo; Telecinco se come a Cuatro; Laporta consigue cuatro diputados en sus primeras elecciones (para que luego digamos que los catalanes no tienen sentido del humor); salir, beber y drogarse son indicadores de adaptación social entre los jóvenes; tenemos el síndrome de Peter Pan; los matrimonios duran menos que un cubito de hielo en el alféizar de una ventana; somos incapaces de adquirir responsabilidades con nuestra familia, nuestro trabajo y con nosotros mismos y estamos allanándole el camino a todos aquellos que buscan hacer del ciudadano una marioneta a la que oprimir y esclavizar cual señor feudal. Y lo peor, es que les dejamos hacer sin ni siquiera darnos cuenta. Realmente, el mundo se acaba.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Desidia polaca otoñal

La mayor parte de los días, me siento afortunada por la vida que llevo, lejos de los sobresaltos y preocupaciones económicas que estos días acechan a la mayoría de mis convecinos pero otros, obviando el hecho de tener salud y seguir respirando, siento que malgasto mi vida llevando y trayendo cafés, cobrando por no hacer nada. Sí, sí, lo sé, el sueño español. Hoy nuevamente tengo ganas de salir corriendo, de escapar de esta desidia tan brutal que me acompaña a diario. Este tiempo tan precioso que se me escapa entre los dedos podría emplearlo en cultivar tomates, ayudar en una ONG o, simplemente, pintar las paredes de mi casa, pero aquí estoy, contando los días para irme a casa a reñir con toda la familia durante las vacaciones. ¿Estaré satisfecha algún día?

jueves, 25 de noviembre de 2010

Desfaciendo realidades indiscutibles

Yamaia estuvo este fin de semana de visita. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, por lo que había que ponerse al día de todo en tan sólo cuatro días ¡y vaya si lo hicimos! Horas y horas de conversaciones que se alargaban hasta altas horas de la madrugada, haciendo un repaso exhaustivo del mundo que nos rodea. Siempre nos hemos entendido bien, desde nuestros años en la universidad. Ya entonces éramos un poco raritas, desde luego muy alejadas de lo que podría considerarse populares, pero nos reíamos del mundo con la misma seguridad que ahora, la de quien es consciente de que nada es lo que parece, de que nuestros principios son inquebrantables aunque eso conlleve la más absoluta incomprensión de nuestro círculo.
“Hacía tiempo que no mantenía una conversación tan profunda sobre las cosas de la vida... no es tan fácil encontrar a gente con quién hablar así”, me dijo mientras comíamos uno de los días.
Yo la miré un tanto alucinada y pensé, bueno, pues tampoco es para tanto ¿no? “Yo sí que puedo hablar de todas estas cosas con bastante gente”, me dije. Entonces caí en la cuenta, sólo cuando sales del círculo, cuando sacas los pies fuera del cesto de tu más tierna infancia, de esa placenta social de la que una gran mayoría de la población no llega a salir jamás, te das cuenta de que nos toman el pelo, de que este mundo nuestro tan indiscutiblemente desarrollado, moderno y único es absolutamente invisible para la mayor parte de mi vecindario, la mayoría de los cuales hablan lenguas cuyos caracteres ni siquiera soy capaz de reproducir aún armándome de paciencia. Cuando hablo con alguno de ellos, me doy cuenta de cuánto se ha abierto mi horizonte mental, de por qué siento tanta incomprensión entre mis amistades de toda la vida. Para muchos, tener un coche mega estupendo, ganar un montón de pasta y comer y beber sin preocuparse del montante total de la cuenta son los indicadores de una vida plenamente satisfactoria. Así que no debería sorprenderme que me miren extrañados cuando les digo que yo sólo quiero ser feliz y que todos esos aderezos no me sirven para nada si no estoy con la persona que amo, si no me rodeo de gente que verdaderamente me quiera, si no tengo una recua de chiquillos que estropeen mis largas mañanas de domingo durmiendo. Entonces, me acuerdo de la poli de mi clase y pienso que verdaderamente estoy fuera de lugar: “o sea, pues para mi está bastante claro lo que es el bien y el mal, un terrorista es malo pero un mártir... un mártir muere por una buena causa luego es bueno, ¿no?”. Sí, sí, nosotros somos los buenos y los otros, como siempre, los malos. Para terminar de destrozar un poco más el cuento, recomiendo una lectura breve, la de “Armas silenciosas para guerras tranquilas” que se puede encontrar fácilmente online. ¿Brevemente? Ni los malos son tan malos ni el Estado es una hermanita de la caridad.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El mundo gira


Me aburro y siento que desperdicio mi talento (;P) cuando enciendo la tele y veo lo que está sucediendo ahí afuera mientras paso las horas muertas ante un ordenador en un trabajo que no me aporta nada ni a mí ni a los demás. Desde aquí no cambiaré el mundo, está claro. Veo las nuevas reformas gramaticales y ortográficas de la RAE y siento que hasta una institución tan lenta como ésta avanza más que yo. No me gustan las nuevas reglas, así que no pienso aplicarlas. Me da igual que “solo” les guste más sin tilde, aunque sea diacrítica, yo seré como esas viejecillas que aún hoy siguen escribiendo substancia o substantivo. Tengo la esperanza de que dicha modificación sea tan poco exitosa como sicólogo o siquiatra, que son tan ajenas a mi educación lingüística que tengo que pronunciarlas en voz alta para saber qué significado encierran porque visualmente me resultan irreconocibles. Veo a Angels Barcelò en El Aaiún, cubriendo esa barbarie que el ejército marroquí está cometiendo con nuestros hermanos saharauis y me dan ganas de salir corriendo, al fin y al cabo, no necesito visado para entrar. España, como siempre, mira para otro lado aún a pesar de que la situación que atraviesan es todo culpa nuestra, culpa de la descolonización, de nuestras ansias expansionistas, de nuestra pobreza de espíritu, de nuestra falta total de moral cuando no hay rendimiento económico de por medio. Hoy, echo de menos mis días en El Estrecho, cuando, aunque no sirviera para mucho, las páginas del periódico local me servían para denunciar situaciones injustas y demasiado cotidianas. Hoy siento que la vida sigue y que yo no aporto nada.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La soberbia del ganador

Vale que no compita en una selección nacional y que, por lo tanto, el pequeño “espartano” no tenga la obligación de adherirse a los colores de una bandera pero es que cada vez que el muchacho abre la boca sube el pan. Dice que ser competitivo, ambicioso y tener éxito no es compatible con la humildad, debería echar un vistazo a su paisano Rafa Nadal y dejar de decir semejantes tonterías. ¿Que quiere seguir siendo así de soberbio? Perfecto, pero que no se escude en bobadas como que “ni siquiera Jesucristo que fue un hombre bondadoso gustó a todo el mundo”. ¿Pero cómo puede ser tan cretino? Lástima que a los 23 años, Lorenzo sea uno de esos campeones inaguantables a los que les puede el peso de su ego. Será mejor que tenga cuidado porque un exceso de tal “equipaje” puede hacerle caer de la moto y, entonces, el golpe será mucho más fuerte. Dice que tiene alma de espartano, sinceramente creo que Leónidas le hubiera echado de su magnífico ejército porque aunque este criajo está hecho para ganar, no está hecho para compartir la gloria y eso, en una guerra, establece la diferencia entre la vida y la muerte. Anoche, en la entrega de premios de Moto GP, el niñato se retrató así:
Ernest Riveras (RTVE): “después de Crivillé en 1999, por fin el nombre de otro piloto español vuelve a estar en lo más alto del podio de Moto GP”.
Jorge Lorenzo: “¿español?”.
E.R: “sí, sí, español”.
Pues nada, tontos tiene que haber en todas partes. A ver si para la próxima aprende de la humildad de grandes perdedores como: Pedrosa, Alonso, Gasol, Casillas o Nadal, que ejemplos patrios (o no) no le faltan al muchacho.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Yo soy yo y mis circunstancias

Hace poco hice un curso bastante interesante sobre cómo hablar en público. La profesora trataba de explorar cuáles eran nuestros miedos para ser capaces de mantener la compostura de tal modo que nadie más que nosotros note el nerviosismo que nos invade al situarnos frente a una sala muy concurrida con decenas de ojos escrutándonos. Todo iba bastante bien hasta que se le ocurrió hacer una afirmación que me dejó sorprendida y me hizo perder el hilo de su intervención: “si hubiera nacido en África, sería exactamente igual que soy ahora pero con la piel más oscura”. ¿Es eso cierto? ¿Somos quienes somos en cualquier circunstancia? No lo creo en absoluto. Aunque está claro que una parte de nuestra personalidad es absolutamente innata e independiente de cualquier injerencia que otros, ya sean familia, amigos o sociedad en general, pretendan ejercer sobre nosotros; está claro que nuestro carácter, nuestras ideas, nuestro pensamiento e, incluso, nuestras creencias, están condicionadas por la sociedad en la que vivimos, por los padres que nos crían, por la vida que nos toca vivir. Ni siquiera sería la misma si hubiera crecido igualmente en España pero en un orfanato, así que ¿cómo iba a ser igual si hubiera nacido en Mauritania, Costa de Marfil o Sudáfrica? Para empezar, lo más probable es que no hubiera sido bautizada en la fe católica sino que fuera animista, musulmana o tal vez cristiana protestante. Es probable que internet, Apple y sus juguetitos o ir al teatro fueran cosas que me resultarían totalmente superfluas teniendo en cuenta que viviría en países donde no se respetan los derechos humanos, donde la corrupción es aún más salvaje que en España y donde el hambre y los conflictos raciales serían el principal condicionante para acceder a una buena educación. Si fuera de la elite blanca, es posible que hubiera estudiado en una universidad europea pero ¿y si hubiera nacido en una familia negra? En Sudáfrica, por ejemplo, no hubiera tenido el mismo acceso a la información y a la educación y, aunque estoy segura de que sería igualmente inconformista y luchadora, es probable que lo hiciera más a favor de los derechos de mi comunidad, de las libertades de mi país que de mis opciones laborales. Así que, sí, la parte que es innata en mi sería igual pero no así la parte que depende del entorno en el que creces, de la cultura que te rodea, ¿acaso vería el mundo igual si viviera en una aldea masai o en una reserva natural o en un suburbio de una gran ciudad o en la medina de cualquier pueblo de la costa mediterránea? Indudablemente no. ¿Cómo podemos creernos tan incorruptibles, tan perfectos, como para no darnos cuenta de que gran parte de lo que somos no es mérito nuestro sino un regalo, una auténtica bendición? Si hubiera nacido en África no sería la yo que conozco hoy.

miércoles, 27 de octubre de 2010

¿El club de los Veintiocho?

La UE ha decidido hoy elevar a la Comisión Europea la solicitud de Serbia de formar parte de los 27 lo que sin duda es una gran noticia en lo que a hacer de Europa “una grande y libre” se refiere pero teniendo en cuenta que Turquía lleva esperando para formar parte del Viejo Continente en su versión siglo XXI más de cinco años pues esto empieza a apestar.Al final, por mucho que critiquemos a Sarkozy y a Berlusconi y a que Merkel se descuelgue con unas declaraciones que rechazan la inmigración alegando que no hay integración, resulta que todos padecemos la misma enfermedad. Nos resistimos a que Europa sea un continente en el que la mezcla de razas, religiones y culturas sea una seña de identidad porque el auténtico europeo sólo puede ser blanco y cristiano, ya sea católico en el sur o protestante en el norte. Así que es más fácil que la Serbia heredera de los crímenes de Madlic y Karazcic forme parte de este club cada vez menos elitista, porque reconoce la autonomía de Kosovo, España no; que no que Turquía, país laico de mayoría musulmana con un historial de estabilidad económica y política mucho más interesante para “nuestro club”. Y es que, si abrimos las puertas de nuestro fuerte apache a los musulmanes, ¿estaremos dando nuestro último paso como civilización? Con un ejemplo semejante, ¿cómo van a integrarse nuestros huéspedes extranjeros? Les estamos diciendo, alto y claro, que lo diferente lo dejamos para la decoración de interiores, la arquitectura, el arte de vanguardia, la moda o el cine pero en lo que se refiere a nosotros, a nuestras gentes, a nuestras sociedades, lo que debe imperar es la homogeneidad. Imperios más grandes que el nuestro fueron pasto de la historia por un exceso de ego...

viernes, 1 de octubre de 2010

Los Otros: los gitanos rumanos

Fuente: www.noticiasdenavarra.es

Dice Samuel Huntington que nuestra personalidad está formada por varias identidades de las que hacemos uso en función de la ocasión. Por ejemplo, una puede sentirse mujer frente a los hombres; periodista ante los políticos; española ante los franceses; europea ante los africanos y terrícola frente a los extraterrestres. En el caso de los moros, nos sentimos occidentales o cristianos mientras que frente a los rumanos, nuestra identidad es la de miembro de un país rico frente a uno pobre y lleno de delincuentes. Lo que el presidente Sarkozy hace con los gitanos rumanos, esa manía que tiene, cual Jesús Gil en su imperio marbellí, por limpiar las calles de Francia de su presencia, no es más que una vulneración en toda regla de sus derechos como ciudadanos de un estado miembro de la Unión Europea. Me da igual que sean pobres y que no queden bien en las calles de su país. Si son ladrones, que les metan en la cárcel pero, como siempre, habrá justos que paguen por pecadores. Si no hay pruebas en su contra, tendrá que apechugar por mucho que prefiera tener alemanes o británicos ricachones viviendo en su territorio. ¿O acaso no hay franceses pobres y delincuentes? Les guste o no, los rumanos son tan miembros de la UE como los españoles, los belgas y los alemanes así que, si no quieren dejar que los pobres entren en su país, mejor que se salgan de ella y se dejen de cometer ilegalidades. ¿O acaso a Francia se le ocurriría expulsar a los jóvenes europeos que participan en los actos violentos de las manifestaciones bajo el paraguas de ser, supuestamente, antisistema? A esos seguro que no, porque son de países ricos, como nosotros. Aunque la mayoría de la gente está en contra de lo que yo defiendo, debemos ser muy conscientes de que esta vulneración de derechos de los ciudadanos de la UE abre la puerta, si no se sanciona a Francia y se le obliga a rectificar, a acciones futuras en esta misma línea. ¿Qué será lo próximo? ¿Seguir con la tontería de la identidad francesa y expulsar a todos aquellos que no sean franceses de origen, de raza blanca, religión católica y de una determinada ideología? Los abusos del Gobierno global nunca traen nada bueno. Primero han sido los rumanos y todos miramos hacia otro lado, Berlusconi los echó de Italia, ahora ha sido Sarkozy y el próximo debería ser ZP ¿no? ¿Y qué pasará luego? Si permitimos esto, ¿qué pasará si los países de los Balcanes entran en la UE? ¿Dejaremos sólo circular a aquellos menores de una determinada edad, que no se avergüencen de un pasado castigado por una guerra civil y por actos de los que tal vez no se sientan orgullosos? Tal vez sea cierto eso de que Occidente, como civilización, tenga los días contados. Nos puede la soberbia, nos creemos invencibles y tal vez, algún día, despertemos sin hallar rastro de nuestro Imperio, como los romanos, los griegos, los bizantinos, los fenicios y tantos otros. No somos mejores. Somos humanos y caemos siempre en los mismos errores.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Juego de espías


Siempre me ha gustado esta película. No sólo por sus protagonistas sino porque la historia me llega. No deja de ser una americanada más, lo sé, pero detrás de todas las barbaridades que pueda cometer el servicio de inteligencia de cualquier país, de las mil y una formas que tienen para manipular a la gente y conseguir sus objetivos, detrás de todo eso, parece que el alma humana continúa presente. Se trata de un canto a la amistad y la fidelidad, a los principios morales por encima del dinero, el poder o el patriotismo y eso, en los tiempos que corren, lamentablemente comienza a convertirse en un bien escaso. Por eso conviene que, de vez en cuando, recordemos, siquiera con una película, que nada importa si no tenemos con quien compartir nuestros éxitos, nuestras alegrías y nuestras frustraciones. Que el ser humano está siempre por encima de absolutamente todo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

El príncipe persa

Mouad se ha levantado hoy con mal cuerpo. Lo de levantarse es casi un decir porque no pegó ojo en toda la noche. Su boda concertada con ese misterioso príncipe que le escribe cartas de amor pero que no es capaz de enviarle siquiera un retrato la tiene totalmente bloqueada. Hoy era el gran día, después de muchas semanas de espera, se había concertado por fin una cita con el heredero persa Aaster ibn Iskoh pero sus múltiples compromisos diplomáticos parece que van a confinarle a la torre más alta del castillo hasta que su alteza regrese. Y en los tiempos que corren, viajando en esos coches de caballos, reales sí pero insuficientemente rápidos, pueden pasar semanas. Todos dicen que es un gran partido pero la princesa no tiene apego alguno a lo material, quizá porque nunca le ha faltado, y sueña con un príncipe azul que responda a ese patrón romántico que su aya le muestra a través de las novelas. Está ansiosa por verle pero, al mismo tiempo, lamenta que tan inoportuna noticia le llegue cuando ya está a medio camino por lo que tendrá que esperar en el palacio del joven donde todos son extraños para ella. Sin embargo, aún queda bastante camino así que ya verá qué hace a su llegada... De repente, una piedra desestabiliza el carruaje y abre los ojos.... El tren se abre paso por el desierto de los Monegros a una velocidad casi supersónica pero imperceptible, una vez más se ha quedado traspuesta flotando por el mundo paralelo en el que sueña vivir. Si el príncipe aparecerá o no es todo un misterio aún a estas horas de la tarde. Tiene ganas de gritar de rabia e impotencia pero se hace cargo de la situación. La diplomacia es como los hijos, que te absorbe a tiempo completo. Empieza a estar cansada de esta situación. Tal vez vaya siendo hora de que actúe como una verdadera sargento....

lunes, 20 de septiembre de 2010

"Mulá Guardiola" vs "San Iker"

Empiezo a estar harta de tanta hipocresía. Hoy el diario Gol, en su edición catalana, incluía en portada un escueto y sensacionalista titular: "Criminal!", para referirse a la entrada que Ujfalusi le hizo a Messi, "el dios del fútbol", en el partido de ayer. Y entonces me acordé de la manipulación. Sí, ahí estaba. Esperando paciente a que algún incauto fuera presa de ella y creyera, a pies juntillas, cada uno de los mensajes que lanzaba. Y hete aquí que el defensa checo del Atlético de Madrid, resulta ser un "criminal" a los ojos del periodista de turno por enviar a "D10s" a la enfermería (empezamos bien, la moda es el ateísmo total pero en el fútbol tenemos algunos dioses, Maradona ya tiene su iglesia ¿la tendrá Messi algún día?). El texto es toda una mina de las metáforas manipuladoras que uno puede encontrar en la prensa si no se anda con ojo. Por ejemplo, aparte de llamarle "criminal", cosa que ni se llamó nunca a Farruquito, a pesar de haber un pobre hombre muerto de por medio; ni al fanfarrón Jesús Neira por conducir borracho y luego reírse en la cara de toda España dando las gracias a la policía por darle el alto; comienza a lanzar dardos envenenados contra el madridismo, como si de una secta vudista se tratara: "se han cargado a Messi, ya lo demandaba la prensa mesetaria". Así que por el precio de uno tenemos una acusación que afecta a la imagen de una persona y otra que tilda a todos los afines al madridismo de desear el mal ajeno. Ya está. Misión cumplida: el Madrid es malo, el Barça bueno. Pura lógica matemática de primaria. Luego compara las disculpas que ha recibido Messi con las que recibiría una mujer maltratada. ¡¡Como si el fútbol tuviera algo que ver con los malos tratos!! También le llama Anibal Lecter, así que el pobre Ujfalusi, además de un criminal, es un psicópata caníbal. Pero lo mejor es el lenguaje de corte islámico. Primero habla de prensa "talibana" de Madrid, que me explique el iluminado éste qué es una prensa talibana.... después se descuelga con un "mulá Guardiola", ahora resulta que si es aplicado a Guardiola, ser un estudioso del Islam mola un montón. No elige "papa" ni "su santidad" ni ningún otro término católico sino que elige un término que casi siempre se percibe como negativo, para aplicarlo al gran Guardiola. Supongo que también aquí hay que buscar una diferencia aunque eso suponga acercarse a una religión tan oscura como es el Islam. "Mulá Guardiola" frente a "San Iker". Bueno, pues nada, si es aplicado al fútbol, lo musulmán no debe parecernos tan malo, si no, lagarto, lagarto. Luego habla de la "carnicería" de Ujfalusi, como si estuviéramos hablando del carnicero nazi de Hannover. Total que el insigne periodista se sirve de la queja más zafia y de la lengua más viperina para hacer lo de siempre, llorar: "es tanta la presión que se ejerce desde Madrid para dinamitar al Barça, que enamora a todo el mundo del fútbol menos a ellos, que acaba sucediendo esto". ¿Que si mi lectura es sesgada? Seguro. Podría haber elegido un artículo de Marca pero como soy antiBarça... En definitiva hay una cosa que no debemos pasar por alto. Todos somos siempre parte interesada y, por lo tanto, el mensaje nunca llega inmaculado. Sólo con la "inocente" elección de unas palabras y no de otras, podemos transmitir una opinión e influir en el receptor de la misma. Así que lo que tenemos que hacer, es no dejarnos llevar por la pasión del titular "Criminal!" y tratar de ver más allá, ser más críticos y ver cómo lo que en el deporte es importante es un cero a la izquierda en la información general y viceversa. Por eso la cultura es determinante y es precisamente lo primero que aniquilan los tiranos. Sin educación es más fácil manipular al pueblo aunque incluso con ella, a veces, resulta más sencillo crear opiniones interesadas que quitarle un caramelo a un chiquillo.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Apesta (por Maruja Torres; EL PAÍS 16.09.10)


De tan obvio resulta exasperante. Los gitanos son delincuentes. Los sindicalistas liberados -y por qué no todos los sindicalistas- son vagos. Los musulmanes, fanáticos. Los inmigrantes nos quitan los trabajos. Los chinos se quedan con los mejores comercios. Todos los que no son como yo son peores que yo. Y no quiero tenerlos cerca. ¿Exagero? Espera y verás. Lee los comentarios que se realizan en este periódico en versión digital, al pie de informaciones sobre expulsión de extranjeros. Producen pánico. Va a ser que las naciones que componen esta Europa, que milagrosamente deseó estar unida, siguen siendo tan bordes como cuando iniciaron la I Guerra Mundial y mandaron a millones de hombres a perecer en las trincheras del continente por unos cambios de fronteras o la rebañina de un par de imperios. Ya no somos unas bestias analfabetas. ¿Lo eran ellos? ¿Aquella Inglaterra que había coronado su revolución industrial? ¿Aquella Francia repleta de intelectuales? ¿La tierra de Goethe o la del Dante eran países por desasnar? ¿Los gobernantes eran brutos iletrados? ¿La carne de cañón no amaba al prójimo? Unos plantaron la semilla del odio, los otros se la dejaron germinar. La cosa va más o menos de este modo. Introduce un eslogan simple en las mentes resentidas y mediocres, que siempre necesitan echar la culpa a los demás: florecerá. Son mayoría. Puede que las víctimas de la crisis de ahora sepan que los responsables están arriba. Pero ya que no les pueden echar, ¿por qué no un poco de racismo, para entretenerse? Berlusconi abrió la veda -y miramos hacia otro lado-, Sarkozy continúa, desvía la atención de sus escándalos financieros con deportaciones, y sus súbditos le aplauden. Desde su balcón de la Comunidad Autónoma de Madrid, la señora baronesa exige que a los liberados se les quiten los cruasanes. Lleva tiempo, el Gobierno de Madrid, asfixiando a los sindicatos. Esto huele a Chanel y a mierda que tumba.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Islam, la naturaleza y el demonio


Ahora que el mundo árabe, ese ente geográfico con el que designamos a una religión (la musulmana), en el que no incluimos a los bosnios por ser europeos, pero sí a los turcos porque son medio asiáticos, y en el que los iraníes (persas) y los afganos (de mayoría pashtún) son los enemigos a batir, se erige como el gran Maligno del que debemos protegernos, me viene a la cabeza el discurso que este verano pronunció el Príncipe Carlos de Inglaterra con motivo del 25 aniversario del Oxford Centre bajo el título ‘El Islam y el medioambiente’. Y es que, cuanto menos sorprende que un miembro de la realeza europea escoja semejante título para referirse a una religión que promueve el odio, el machismo y la violencia según esos millones de entendidos que, cada día y sin haberse leído una sola página de aquello que con tanto fervor critican, se asoman a nuestra caja tonta para decirnos que el Corán es poco menos que el libro del demonio y que no sólo debemos quemarlo sino que debemos someter a sus fieles al más férreo control para evitar que terminen por extinguir a la civilización occidental con sus retrógradas ideas. Entonces, releo de nuevo el discurso principesco y me encuentro con frases como: “El Corán se considera la ‘última Revelación’ pero claramente reconoce qué libro es el primero. Ese libro es el gran libro de la creación, de la Naturaleza misma, que ha sido demasiado ignorada en nuestro mundo moderno, dando por sentado que estará siempre ahí, y que necesita ser reinstaurada en su posición inicial”. Y ahí es donde surgen mis dudas: ¿cómo es posible que el demonio, encargado sólo de atraernos hacia el mal, tenga en cuenta a la Naturaleza? ¿por qué Carlos de Inglaterra nos insta a volver la vista hacia el Islam para tomar ejemplo de su relación con el medioambiente, con el planeta que habitamos? Realmente no sé a quién seguir. Si al científico Hawking que nos insta a vivir el presente porque tiene la certeza de que ya no hay nada que nos aguarde tras la muerte, o al príncipe Windsor que dice que “la forma, puramente mecánica y científica, de acercarnos a los problemas que nos rodean que se ha impuesto en la sociedad actual”, no ha sido sino una estrategia para “que dejemos de creer en el alma o, si creemos, para al menos no admitirlo públicamente por miedo a parecer anticuados o anti científicos”. Ambos plantean sus posturas de forma que pueden llegar a convencer a quien les oiga, sin embargo, mi corazón me pide que confíe en las personas, en los sentimientos, en el alma, en que si todos fuéramos más piadosos, de la manera en que cada uno mejor considere, tal vez el mundo fuera un lugar más acogedor. Porque tal vez las religiones, o su aplicación literal, no se adapten a los tiempos en que vivimos al cien por cien pero, desde luego, seguir sus enseñanzas no nos haría ningún mal: amar al prójimo; respetar, apoyar y amar a nuestra pareja; ser fieles; respetar a nuestros mayores; cuidar la naturaleza, que nos provee de todo lo que necesitamos; ser humildes; ayudar a los más necesitados; no aprovecharse de las desgracias ajenas ni realizar malas acciones y, por último, confiar en que, el día de mañana, nuestras acciones serán nuestra única carta de presentación y es que ya lo dice el dicho: “hechos y no palabras”. Si aplicáramos esto, terminarían las guerras, la solidaridad global sería una realidad, la riqueza estaría más repartida y la gente dejaría de ser el “daño colateral” resultado de nuestros desmesurados intereses económicos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Conspiranoicos?


Un pastor estadounidense un tanto pirado, por no decir algo más fuerte, se dedica estos días a fomentar la islamofobia entre sus cincuenta fieles para que el próximo sábado, 11 de septiembre, se conmemoren los atentados de Nueva York con la quema del libro sagrado de los musulmanes. Ante tanta intolerancia, líderes políticos y religiosos de todo el mundo han alzado la voz clamando por un poco de cordura. Ahora bien, la Interpol interviene diciendo que esto puede causar una ola de atentados de integristas islámicos después de que uno de los generales del Ejército destacados en Afganistán ya dijera que las posiciones aliadas allí destacadas podrían verse afectadas por ello. Y aquí es donde mis temores conspiranoicos empiezan a alcanzar unas cotas peligrosas. Semejante revuelo abre las puertas a un absoluto intervencionismo del Gobierno global que permita tomar cualquier iniciativa para adelantarnos a esos supuestos ataques. El fin último de los masones y los illuminati no es otro que el de controlar nuestros movimientos al extremo, haciendo de la población mundial poco más que meros títeres a los que dejar k.o. en un cajón cuando molestan. ¿Será posible evitar que corramos a sus brazos pidiendo auxilio ante una amenaza fantasma que ellos mismos crean y alimentan? ¿Seremos capaces de superar esta ficticia guerra de civilizaciones y dejar de temer al Otro que no es más que uno más de Nosotros? Inshallah.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cuando la vida depende de una botella de agua

Leí esta semana que un subsahariano había sido rescatado en aguas de Ceuta a punto de ahogarse tras intentar alcanzar suelo español con un flotador de botellas de plástico atadas a su cintura y, de repente, regresé de nuevo allí. Vivir lejos de las cosas, de las gentes, de las sociedades hace que olvides rápidamente aquello que un día te impactó para cambiar tu punto de vista al respecto para siempre. La primera vez que pisé tierras caballas hubo un salto masivo de inmigrantes subsaharianos a través de la valla fronteriza y aún recuerdo la impresión que eso causó en mi, como les veía caminar con la mirada ausente por las calles de la ciudad con aquellos chándals verdes del Ejército y su cuerpo lleno de cicatrices, recuerdo eterno del sufrimiento padecido. Muchos de ellos fueron repatriados sin miramientos aunque la imposibilidad de determinar el origen de la mayoría les salvó de la deportación para darles un futuro ¿mejor? Todavía me lo pregunto. Cuando les veo intentar llegar a nuestras cosas ¡a bordo incluso de frigoríficos! en unas condiciones que parecen abocarles a la muerte segura no puedo evitar pensar si realmente escapan del infierno o se meten en la boca del lobo sin saberlo. Ni siquiera un niño intentaría flotar con varias botellas de agua atadas a su cintura y, sin embargo, su desesperación es tal que ahí están, jugándose la vida para darles a su familia un futuro mejor. Me da tanto coraje ver que cada día lo hacemos peor que cuando intento pensar en una solución sólo se me ocurre hacer borrón y cuenta nueva. Quizá así el mundo volvería a ser un lugar habitable.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Stephen Hawking y Dios


Cada vez que lo veo aparecer en la tele y compruebo que su deterioro físico prosigue sin descanso y escucho su voz a través del sintetizador, no puedo evitar pensar hasta qué punto es cierto que él, con sus impulsos cerebrales sea capaz de transmitirnos todo aquello que su prodigiosa mente encierra en su interior. No puedo evitar pensar que tal vez no sea sino el espejo tras el que se esconde algún otro científico menos brillante que se sirve de su prestigio para exponer sus teorías. Sea como fuere, Stepehn Hawking es, sin duda, el físico más conocido por la sociedad en general y sus teorías no dejan a nadie indiferente. Desde los inicios de la investigación científica, la religión y la ciencia han caminado de la mano ya sea para refutar o certificar la existencia de Dios. Hawking no ha sido alguien ajeno a todo esto y prueba de ello es su trayectoria investigadora y sus publicaciones. Aún recuerdo lo duro que me resultó leer "Breve historia del tiempo" y como, muy a mi pesar, tuve que dejarlo por imposible así que ni siquiera voy a intentar acercarme a su nueva obra, que saldrá a la venta la próxima semana. Sin embargo, no puedo por menos que sentir cierto desasosiego al comprobar que, en el transcurso de 18 años, ha pasado de afirmar con rotundidad que estaba muy cerca de conocer la mente de Dios a través de la ciencia a rechazar por completo su existencia basándose en ¡la generación espontánea!. Nunca fui una chica de ciencias así que mi conocimiento al respecto es más que superficial pero no puedo evitar pensar que cuando un científico no tiene explicación para algo, recurre a la generación espontánea. En realidad, todos lo hemos hecho, de pequeños, cuando algo aparecía inexplicablemente, véase una pintada en una pared o en un pupitre de la escuela, todos negábamos su autoría y asegurábamos que había aparecido sólo, por arte de magia, o lo que es lo mismo, por generación espontánea. Tal vez en aquel momento, las leyes de la física hicieron que el lapiz realizase ciertos trazos sobre la mesa sin que ninguno de nosotros hubiera intervenido. ¡Uf! No sé. Me parece demasiado traído con pinzas aunque, supongo, que esta polémica le hará vender tantos libros como la publicidad del Ipod o las explosivas declaraciones de Thilo Sarrazin sobre los musulmanes y su impacto en Alemania. Pero, si en el origen existía la nada, el vacío, ¿cómo se dieron las condiciones para el Big Bang? Si no había nada no había aire, ni oxígeno, nada, sólo un agujero negro sin energía. Para que haya generación espontánea supongo que tenga que haber alguna reacción química entre distintos componentes presentes siquiera de una forma caótica, pero, si no había nada, ¿cómo se generó un algo? Quizá mi ignorancia no me deje ver más allá pero me parece que esto de la generación espontánea es una forma simplista de concluir lo que ya sabíamos, que jamás llegaremos a obtener una respuesta certera y sin fisuras sobre el origen del universo, de la humanidad, desde el ámbito de la ciencia.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Otro, los Otros, Nosotros

Hoy no tengo muchas ganas de escribir, de pensar, así que he decidido copiar parte del texto que hoy publica El País en el blog de Ramón Lobo, un periodista con una gran capacidad de análisis, con una empatía realmente envidiable. Bajo el título "El Otro, mezquitas, Zona Cero" se expresa así: "
Ryszard Kapuscinski, cuya memoria algunos tienen en observación debido a un libro que le acusa de fabular en exceso (solo tendríamos que cambiar sus extraordinarios textos de la zona de no ficción a la de cierta ficción), sostenía que el mayor descubrimiento de la Humanidad es el Otro. Saberse acompañado, compartido, ¿amenazado? No es fácil gestionar el Otro, comprenderlo, aprenderlo y respetarlo. El miedo a lo desconocido, a lo diferente, a otro idioma, a otro color, a otro dios, y la falta de información o su agitación falseada, generan odio y el rechazo, la irracionalidad, como se expresa en este videojuego. No conviene olvidar que para el Otro nosotros somos otra Otredad. El problema es el mismo. Las guerras nacen de la manpulación de esos sentimientos, de esos temores. Los mitos solo sirven para justificarlas.
No es la guerra, pero el debate sobre la creación de un centro islámico con mezquita cerca de la Zona Cero de Nueva York, The Cordoba House en homenaje al espíritu de tolerancia de aquel califato, está agitando esos sentimientos de bajura. El diario The New York Times ha publicado una encuesta en la que más de dos tercios de los entrevistados se opone. El 60% admite tener sentimientos negativos respecto al islam después del 11-S. También hay declaraciones esperanzadoras, como las que recoge este vídeo.
La religión y la raza (inmigración) son las herramientas utilizadas para agitar, separar y ganar votos, y más en tiempos de crisis. Sarah Palin no perdió en julio la oportunidad de sumarse al movimiento anti-mezquita, un gesto que obligó a Barack Obama a una declaración de alto riesgo electoral y su posterior matización. Yes we can, sometimes. El virus de la intolerancia no solo afecta a Nueva York. [...]
No es necesario señalar a EEUU. La oposición a la construcción de mezquitas también afecta a Europa y a España con cada vez más frecuencia. En Arabia Saudí no hay debate ni polémica. Allí no se construyen iglesias cristianas. Nos diferencian los valores, la democracia, la tolerancia. Es lo que está en juego".
A veces es tan fácil hablar sin pensar en el Otro como uno de los nuestros que me aterra imaginar todo aquello de lo que seríamos capaces por "defendernos" de semejante amenaza.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Naufragando

Siempre he creido en eso de que la idea del bien va irremediablemente unida a la del mal, que las cosas tienen su razón de ser en sus contrarios pero ello supone que cuanto más alto llegas, más fuerte es la caída; que cuanta más dulzura sientes, más amargura recibes cuando la pierdes y no lo soporto. Creo que cada uno es dueño de su destino aunque no seamos capaces de controlar cada cosa que nos pasa, sin embargo, yo cada vez hago las cosas peor y no sé en qué fallo. Cuanto más optimista y entusiasta trato de ser, más amargura y tristeza consigo. Tal vez sea el momento de hacer caso a mi madre y empezar a ser conformista. Al fin y al cabo, el encefalograma plano es lo mejor que podría pasarme: cero quebraderos de cabeza. Tal vez deba empezar a quemar libros, comprar revistas de cotilleos, mascar chicle con la boca abierta y hablar como si nunca hubiera pisado un colegio. O tal vez deba luchar hasta morir exhausta para conseguir siquiera atisbar aquello con lo que siempre he soñado. Quién sabe.

sábado, 21 de agosto de 2010

La secta mundial

Llevo días mascando mi nuevo post, que si el limonero de mis sueños, que si Antoñito el antipatriota, pero la realidad se impone. En apenas unas horas se ha pasado de dictar una orden de búsqueda y captura contra el creador de Wikileaks a revocarla. Supongo que se veía demasiado el plumero. A la mano negra, a esa mano que mece la cuna y domina el mundo. ¿Acaso alguien se habría creído que dos denuncias, por supuestas violaciones cometidas en la última semana, contra el hombre que ha destapado los tejemanejes en Afganistán podrían ser ciertas? Habría que ser demasiado estúpido para cometer semejante abominación estando en el ojo del huracán de los servicios de inteligencia de todo Occidente, esos que sólo necesitarían una multa de tráfico para empapelarle durante una larga temporada. Imagino que la historia es tan rocambolesca que las autoridades suecas han decidido dar marcha atrás y dejar que este pequeño destructor de los tiranos imperialistas siga, como hasta ahora, en paradero desconocido, supongo que por cuestiones de seguridad. Eso sí, esta persecución me invita a pensar que Wikileaks puede ser mucho más dañino contra este nuevo orden mundial de lo que muchos quisieran. Estaremos atentos....

viernes, 30 de julio de 2010

Vivir en la ignorancia


Algo raro me pasa. Desde hace algún tiempo, soy un ser atormentado. A pesar de mi nube negra, mi visión de la vida trasciende los límites brumosos de este fenómeno atmosférico de tacto algodonáceo y soy capaz de ver más allá, tras la línea del horizonte que la mayoría de mi entorno establece como límite visual. Supongo que hasta ese punto el mundo parece manejable, permanece en nuestras manos, sin embargo, tras la línea imaginaria se presenta un mundo desconocido e invisible. Sin pretenderlo, muchas veces me veo ataviada con mis gafas de siete leguas, esas que tienen visión telescópica y me sumergen en un mundo lejano que, sin embargo, parece formar parte del espacio en que vivimos. Miro a mi alrededor, buscando una sonrisa cómplice que me diga que no soy la única perceptora de este gran descubrimiento pero nadie parece darse cuenta de lo que pasa. Todos parecen anestesiados por la realidad que nos rodea y yo me siento terriblemente sola. Quisiera gritar, zarandear a quien me esté haciendo esto pero realmente no sé a quién acudir. Siento que soy una excéntrica avistadora de ovnis que debe permanecer callada para no ser tachada de loca, para no ser encerrada. Pero lo cierto es que cada día que pasa me molesta más el conformismo, la incapacidad de la gente para luchar por lo que quiere, la incomprensión a la que se ven sometidos quienes se alejan de los convencionalismos, quienes ponen en tela de juicio todo aquello que nos venden por bueno e incontestable y que luego se destapa como oscuro e interesado. Siento que no puedo fiarme de nada ni de nadie, que debo poner todo en cuarentena a la espera de descubrir por mí misma la verdad de las cosas pero temo que este ansia de cuestionar todo me lleve a dudar incluso de las Leyes de la Gravitación Universal e, incluso, de mi propia existencia. ¿Y si todo fuera un sueño? ¿Y si vivo en el Limbo y me preocupo innecesariamente por las cosas? ¿Y si no soy tan invencible como creo? Muchos días me levanto deseando creer que el 11M fue tal cual, que Bin Laden tiene la culpa de todo, que Kennedy fue asesinado por un loco, que los gobiernos no matan a inocentes, que en la guerra sólo hay buenos y malos, que todos queremos un mundo mejor, que la situación de África no beneficia a Occidente, que los partidos de fútbol no se amañan, que ser inteligente y trabajador es suficiente para llegar a donde te propongas, que el amor es lo único que vale pero lo cierto es que no puedo. No puedo seguir pensando que todo es rosa, que todo es limpio y diáfano pero, afortunadamente, sigo creyendo que lo único por lo que merece la pena luchar es por el amor, por la bondad de la gente, por la salvación de las almas. A veces me agrada la sensación de creerme la única capaz de ver todo esto, de ser la heroína de mi propia historia pero, otras veces, como los héroes de los comics siento el peso abrumador de la soledad sobre mi y tengo ganas de dejarlo todo, de mimetizarme con la muchedumbre y simplemente dejarme llevar. Cuando estoy a punto de zambullirme en la más anodina de las existencias siento cerca el calor de mi piedra cucurbitácea y pienso: "soy la heroína del cuento y eso siempre conlleva soledad e incomprensión pero ése es el camino que has elegido, pequeña. Que la fuerza te acompañe".

lunes, 26 de julio de 2010

Promises

Descubrí este documental de forma casual, enredando en internet y descargando cosas al tun tun. Me pareció una idea magnífica, bien plasmada y esperanzadora a la par que desgarradora y utópica. Siete niños israelíes y palestinos son los protagonistas de una cinta en la que los pequeños aportan su particular punto de vista sobre el conflicto que afecta a sus familias desde hace casi tres generaciones. Es maravilloso ver que, a pesar del odio que les rodea, ellos son capaces de soñar con un mundo mejor y son conscientes de que en una guerra no hay vencedores ni vencidos porque todos pierden a seres queridos en el transcurso de este cruento enfrentamiento que dura ya 60 años. Los dos niños judíos ortodoxos, sin embargo, no muestran tal empatía y se aferran a la idea de que Dios les prometió a los judíos que Israel sería suyo "para siempre" por lo que resulta aterrador verles afirmar que ni tienen amigos árabes ni quieren tenerlos y que a veces sienten ganas de que todos ellos mueran para así "poder vivir en paz". Tan sólo tienen 12 años y ya muestran tal alienación con respecto al concepto de "los otros" que da miedo. Sin embargo, los gemelos judíos que participan en la cinta se muestran entusiasmados ante la posibilidad de conocer a los niños árabes que están siendo filmados y se aventuran a cruzar a los campamentos de refugiados para conocerlos. Ése es el aspecto positivo y alentador. Lamentablemente, parece que la ilusión de unos niños no es suficiente para terminar con un conflicto desigual y absurdo en el que el hombre se convierte en un depredador de los de su misma especie agarrándose desesperadamente a las escasas diferencias que separan a judíos y musulmanes por encima de los miles de millones de puntos en común que tienen por el mero hecho de ser hombres y amar intensamente la tierra por la que luchan hasta la muerte.

miércoles, 14 de julio de 2010

Vaya semanita


Cuando temía que yo era la única que nadaba contracorriente, encontré este genial vídeo de Vaya Semanita y supe que no estaba chalada. Menos mal que son sketches hechos por vascos sobre los vascos que si no, ya habría habido alguna denuncia por fomentar la risotada nacional a costa del costumbrismo de más rancio abolengo. ¡Qué fenómenos!

domingo, 11 de julio de 2010

¡EspaÑa! ¡EspaÑa!


Domingo, siete y media de la tarde. Las calles de Uriolistán están desiertas, será el calor. Camino por el entramado de uno de sus barrios más singulares, voy con la música y no me percato mucho de lo que sucede a mi alrededor. La poca gente con la que me cruzo me mira extrañada pero yo voy a lo mío. Empiezo a mosquearme ¿qué pasa? Vale, ya sé que canto mal pero no se me oye mucho así que... Me callo un rato pero nada, siguen mirándome. ¡Ah! Claro, es mi falda customizada; la llevo sobre unos pantalones negros que hacen que resalten aún más el rojo y el amarillo. Nadie parece saber qué significa ese trozo de tela pero tampoco parecen interesados en aprenderlo, es como si les molestara. Vale, ya sé que es una mezcla inusual de colores pero tampoco es que haga daño a la vista ¿no? En las ventanas cuelgan telas del mismo color pero con rayas verticales, ayer fue la manifestación contra la sentencia del Estatut, miles de millones de uriolistanos salieron a la calle pero nada, el Estado opresor sigue haciéndoles la vida imposible. Llego a Casa López. Apenas una veintena de parroquianos: unos punkies alemanes, las camareras venezolanas, dos moritos tomando café, cuatro uriolistanos que no celebran el gol de uno de los suyos (¡maldito traidor, vendido a la patria enemiga!) y unos cuantos despistados que, evidentemente, somos, como poco, nacidos al menos 300 km más allá. Soy la única con los colores rojo y amarillo pero aquí no me miran tan raro. Aquí casi todos celebran el gol aunque nadie se deja la voz en el asunto. Vuelvo a casa, me cruzo con algunos vestidos como yo pero la mayoría son latinoamericanos aunque también me encuentro con una italiana, unos pocos pijos de la burguesía castellana y algunos adolescentes, el resto sigue mirándome raro. Al doblar una esquina, tres moritos gritan: ¡Espania! ¡Espania! Definitivamente nuestros inmigrantes no se integran ¿cómo se les ocurre gritar semejante blasfemia? ¡Uf! A veces me olvido de que no estoy en España y se me hincha la vena pero supongo que viviendo en el extranjero no tengo porqué exigir a nadie que me acompañe en mi felicidad o conozca mis colores. En el tren las caras son aún más largas. Nadie dice nada, ¡sólo les faltaba! Pero no veo ni un sólo guiño de complicidad, ni una sonrisa, nada. Llego a mi parada. Al pasar junto al maquinista, éste me sonríe y alza el pulgar. ¡Por fin una cara amiga! Salgo a la calle, apenas una decena de personas anda por ahí suelta, se acerca la hora de Cenicienta y todos están bien recogiditos en sus hogares. A lo lejos oigo los pitidos de júbilo de algunos inconscientes, serán extranjeros, seguro. Llego a mi calle y una gigantesca bandera ondea en un mástil que porta un osado transeúnte, como es de noche cerrada y somos cuatro gatos no corre peligro su integridad física. Parece que aún falta mucho para el milagro y eso que medio equipo está formado por sus jugadores favoritos que si no... A través del teléfono me llegan los petardos de Cantabria, la afonía de mi hermano, los pitidos de los coches de Madrid... Definitivamente, vivo lejos de España.

viernes, 9 de julio de 2010

Tedio a la vistaaa

Me aburro soberanamente, sólo de pensar en continuar así, aquí, otro año y medio más, me dan ganas de cogerme la mochila e irme en plan ONG a África, donde seguro que tendría mucho más que hacer. No puedo con la inactividad, me mata, me quita las ganas de levantarme por las mañanas, sabiendo que el trabajo no es tal y que mi presencia es tan imprescindible como la de un jarrón. Esto sí que es periodismo de salón, periodismo del de corta y pega, periodismo institucional, del que está más cerca de las relaciones públicas que del “foco de la noticia”. Lo peor es que no tiene visos de cambiar. Para esto, mejor estaba ranciando en Suances y tomando rabas y mostos con mis hermanos. Ya sé que soy inconformista pero es que esto es el tedio personificado. ¡Menos mal que tenemos aire acondicionado!

jueves, 8 de julio de 2010

La Furia Roja

Fuente: Cuatro.com


Ahora lo tengo claro, el gran milagro español de este siglo XXI está a punto de tener lugar, no se trata sólo de que estemos a un pequeñísimo paso de convertirnos en campeones del mundo la primera vez que llegamos a la final de un Mundial de fútbol sino que el creciente españolismo puede traer al redil a los nacionalistas más exacerbados, jajajjaja.Medio en broma medio en serio creo que se está cociendo algo importante. Primero fue la pérdida del miedo a colgar banderas de España en las ventanas cuando alguno de nuestros deportistas escribía una nueva página de la historia: Nadal, Alonso, Pedrosa, los chicos de la ÑBA, la Eurocopa... y ahora resulta que la gente no tiene miedo de cantar eso de “yo soy español, español, español...” y lo más increíble es que en la Polonia del sur sucede también. Evidentemente no es comparable con la fiesta interminable de anoche en Madrid, donde aún a altas horas de la madrugada se oían miles de coches pitando por las calles por la victoria ante Alemania, pero lo cierto es que el hecho de que tantos jugadores del Barcelona vistan la camiseta de la ‘Roja’ hace que muchos se olviden de que defienden los colores “del Estado opresor” y se dejen llevar por la magia del fútbol que practican los de Vicente del Bosque. Tanto es así que el domingo el señor alcalde instalará, por primera vez en todo el Mundial, una pantalla gigante en la plaza de España para que todos aquellos que así lo deseen puedan compartir su alegría y su afición españolista. Ahora sólo queda la guinda del pastel: que marquemos ante la Naranja Mecánica y Casillas mantenga la portería a cero. ¡Podemos!

lunes, 5 de julio de 2010

Las madres canguro, una nueva África


La labor de los organismos internacionales no es tan importante si no cuenta con el apoyo de los países en los que actúan, es más, en realidad, lo único realmente necesario es que los Gobiernos locales se impliquen. Así lo ha demostrado Malawi que en los últimos años ha reducido considerablemente sus índices de hambruna y desnutrición mediante la aplicación de sus propias políticas educativas y de ayuda. Enseñan a la población las bondades de consumir una dieta variada así como de la importancia de darle el pecho a los lactantes. Gracias a estas medidas, el índice de niños con deficiencias en su desarrollo ha bajado del 35% al 15% en menos de una década. Y es que lo importante no es ir allí y llevarles toda la tecnología de la que disponemos, o aquella que se nos ha quedado obsoleta, para que se pongan a nuestro nivel de desarrollo en dos días sino que lo verdaderamente crucial es conseguir que estos pueblos avancen en la nutrición y la sanidad de su población para, posteriormente, conseguir unos niveles educativos suficientes que les permitan desarrollarse por sus propios medios. Habrá mucho que, lamentablemente, no sobrevivirán hasta que ese día llegue pero es importante que, una vez alcanzado cierto nivel de desarrollo, no se produzca un retroceso. Recuerdo ahora un reportaje que leí en una revista especializada sobre las madres canguros africanas, sobre la importancia del calor materno en la supervivencia de los bebés prematuros. Como no hay incubadoras, los médicos educan a las madres en un sistema natural y con altísimos índices de éxito: el de mantener a los bebés sujetos a su cuerpo, entre sus pechos, a la altura del corazón, para que se mantengan tranquilos al ritmo del corazón de sus madres y tengan, además, el calor y la estabilidad necesarios para conseguir ese desarrollo que en Occidente logramos mediante las incubadoras. Es tan reconfortante saber que la misma naturaleza nos proporciona las herramientas que necesitamos para sobrevivir, aunque vivas con lo puesto en un lugar remoto...

miércoles, 23 de junio de 2010

Los efectos balsámicos de la música

Era una lluviosa noche de mayo. Me disponía a ir a casa después de mi clase de catalán cuando los encontré. Casi una treintena de adolescentes, acompañados de chelos, contrabajos, clarinetes y flautas, ensayaban en mitad del vestíbulo del instituto en el que se impartían mis clases. A su alrededor, transcurría la vida del centro, bedeles que recorren los pasillos, alumnos que salen de clase, mujeres de la limpieza... y, sin embargo, ninguno parecía afectado por el espectáculo que se desarrollaba ante sus ojos. Me detuve sorprendida y maravillada y me quedé apoyada en la pared, escuchándoles, algunos me miraron, creo que extrañados, pero pronto siguieron con su tarea. Sólo una chica, supongo que animada porque yo me había detenido, optó por pararse a escucharlos. Nadie más. Todos salían cabizbajos, con prisa, como si a las diez de la noche empezara un día en el que no era posible detenerse siquiera a tomar aliento. Fue la única vez que los vi, lástima, porque no me hubiera importado disfrutar de aquel espectáculo cada tarde. He recordado este hecho al leer la iniciativa de un artista británico que ha decidido aportar su granito de arena para cambiar el mundo instalando pianos en las calles de varias ciudades con la esperanza de que no pasemos de largo, de que recordemos que somos personas, que no hay prisa, que hay que disfrutar de la vida y que comportándonos como si la gente que nos rodea no existiera no lo estamos haciendo bien. Me ha parecido una utopía tan maravillosa que, por un instante, me he olvidado de que cada día hay más indicios de que el mundo está herido de muerte, de que lo único que nos importa es el poder y el dinero, de que las personas no son más que números, obstáculos a los que deshumanizamos para poder obtener cada vez más y, a la vez, seguir sintiéndonos igual de vacíos e insatisfechos. Ojalá supiera tocar el piano.

lunes, 21 de junio de 2010

Oxígeno televisivo

No soy una gran seguidora de Pablo Motos, de hecho me parecía infinitamente más gracioso cuando colaboraba con Julia Otero en la radio, allá por mi prehistoria, que ahora con 'El Hormiguero'. Sin embargo, debo reconocer que él es, junto con Eduardo Punset y algún que otro programa de La 2 como por ejemplo Página 2, uno de los pocos en la televisión española que ofrece un producto de calidad al traer a entrevistados extranjeros que ofrecen una alternativa a la pobre televisión que tenemos. No es sólo porque sean extranjeros es porque en sus programas aparecen rostros que ni están tan quemados como nuestros productos nacionales de telebasura ni tienen una única neurona haciendo eco en el interior de sus cabezas. Traen a actores, directores, científicos, filósofos, escritores, gente que, en sus respectivas áreas, tiene algo que decir y, además, lo hacen de una forma elegante, divertida e inteligente. Sólo gracias a ellos encender la tele tiene una razón de ser porque si no sólo merecería la pena ver las competiciones deportivas. Gracias a ellos creo que aún hay esperanza, que puede que 'la princesa del pueblo' pierda su trono en favor de otros que verdaderamente tiene algo que decir y a los que merece la pena escuchar. Si las cosas no cambian, siempre nos quedará la posibilidad de fundir la TDT y disfrutar más del aire libre y de un ocio que no nos atrofie y nos aliene.

sábado, 19 de junio de 2010

Arte de autor

No sé por qué pero siempre me ha disgustado bastante todo aquello que lleva la etiqueta de "de autor". Supongo que porque, a mi juicio, detrás de ella se esconden genios pero también auténticos sinsentidos que nadie alcanza a comprender porque responden a una locura tan personal de sus creadores que resulta por tanto imposible captar la totalidad del mensaje que pretenden transmitir por mucho que traten de explicártelo. Me sucede con el arte de vanguardia, esas obras tan abstractas y, en ocasiones, escatológicas que no encajan en los parámetros que yo tengo en mi cabeza para considerar que estoy ante algo artístico, ante una genialidad que es, por definición, única e irrepetible. Con el cine es algo parecido. Hay directores que logran captar la atención de crítica y público y que a mí se me antojan auténticos tostones que me dejan con una enorme interrogación en la cabeza al concluir la cinta, esperando la llegada de unos minutos extra que resuelvan todas las incógnitas. Este friki finde que apenas acaba de comenzar me ha dejado esa sensación con dos títulos que nada tienen que ver entre sí: "Caótica Ana", de Julio Medem, y "Quemar después de leer", de los hermanos Cohen. Aunque en ambos casos he llegado hasta los créditos finales, me he quedado con la sensación de que estaba ante dos películas absurdas, caóticas e intrascendentes que ni siquiera me han resultado entretenidas. Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo porque se trata de directores con gran éxito pero, para mí, ninguna de las dos cintas merece ser vista. Pero no se trata de echar por tierra todo el rollito de autor, de aquel que va por unos derroteros al margen, cual niño pijo que se hace okupa, porque también hay autores de calidad que incluso yo soy capaz de reconocer. Uno de ellos murió hace apenas dos días: el gran José Saramago. Un escritor de extraordinaria calidad que me dejó totalmente boquiabierta con su "Ensayo sobre la ceguera", con esa formidable historia en la que, ante la ausencia total de normas por hallarnos en estado de excepción por una epidemia de ceguera súbita, el ser humano se presenta como un animal violento capaz de las mayores atrocidades cuando se ve amenazado y el miedo se convierte en su única guía para la supervivencia. Supongo que lo más dramático es el hecho de saber que no se trata tanto de una ficción como de una posibilidad. Lo que para Saramago tampoco debía ser ficción era la unión en un sólo estado de España y Portugal, la recuperación de Iberia. Está claro que ya nunca lo verá pero son bastantes los que piensan que también es una posibilidad. O tal vez sea sólo una utopía, una utopía de autor.

viernes, 18 de junio de 2010

El mundo al revés

En medio del lío que tengo hoy en el curro, sólo podía ser viernes, echo un vistazo al periódico. Alemania ha perdido contra Serbia y EEUU y Eslovenia han empatado. Este Mundial de Sudáfrica 2010 no deja de sorprenderme. Tengo el pálpito de que va a ganarlo Corea del Norte, a pesar de que semejante dictadura irrespetuosa con los derechos humanos haya contratado a actores chinos para hacerse pasar por una hinchada aislada en su propio país. Ni la furia de ‘La Roja’ ni gaitas y la culpa será sólo de Sara Carbonero. ¿Quién le dio a los futbolistas permiso para enamorarse y más si lo hacen de una periodista? ¿Cómo osa ‘San Iker’ despistarse de esa manera? Bueno, tonterías aparte, estoy convencida de que éste va a ser el Mundial de las sorpresas; si todo va bien Francia quedará apeada en octavos con la anfitriona y ¡quién sabe si Portugal no terminará pinchando para dejar la plaza a Costa de Marfil! Por lo pronto espero que Argelia ofrezca esta tarde un partido de altura ante Inglaterra, aunque lo gane con trampas como hizo México ayer ante nuestros vecinos del norte. Vale que haya sorpresas pero no acabaría de entender que Eslovenia o EEUU pasasen de ronda, aunque este Mundial no habla de poder económico sino de potencias deportivas y en esto Occidente, la OTAN y la Alianza de Civilizaciones somos el Tercer Mundo. Tal vez, por fin, ésta sea la hora de África. ¡¡¡Adoro el fútbol!!!

jueves, 17 de junio de 2010

Perdidos en el limbo

Vivir en la inopia tiene sus ventajas. Cuando todo el mundo ya conocía el final de 'Perdidos' yo me encontraba aún en la fase de contacto de una serie que he visto en plan yonki en poco más de un mes. Ayer vi los dos últimos capítulos, con una duración extra y una conclusión que ni sospechaba. El colofón me pareció tan sublime que aún hoy estoy digiriendo la forma en que los guionistas dieron forma al desenlace de los habitantes de ‘La Isla’. No es sólo que sus protagonistas estuvieran perdidos en un trozo de tierra emergente en mitad del Pacífico sino que sus almas también estaban perdidas en un limbo del que ni siquiera eran conscientes. La forma en que los supervivientes de la catástrofe, que habían creado una vida paralela y ficticia en ese limbo, van reencontrándose; la manera en que un leve contacto o unas palabras activan el recuerdo de la vida en común y las emociones que el montaje de esas imágenes suscitan en los personajes y en el propio espectador son tan auténticas que sus efectos aún perduran en mi. No es tanto por la historia en sí, sino por la forma en que ésta conecta con el espectador, con sus más íntimas inquietudes, con esos miedos que supongo que, en mayor o menor medida, tenemos todos los mortales. El reflejo perfecto de todo ello es el personaje de Jack Shepard. Al hablar con su padre muerto y ser consciente, por vez primera, de que todos están muertos, su mirada transmite tal desamparo que no puedes evitar sentirte identificado con él. Sin embargo, cuando asume su realidad avanza con los demás feliz, dejando atrás unos miedos que ya no tienen sentido porque está con los suyos, con aquellos con los que compartió los momentos más importantes de su existencia. Viéndolo así, creo que nunca más tendré miedo.

miércoles, 16 de junio de 2010

El opio del pueblo

Ayyyyyy ¡cómo somos! Basta que se encuentren unos pocos yacimientos de cobre, oro, hierro, cobalto y, sobre todo, litio para nuestros preciados teléfonos móviles para que Afganistán ya no sea ese enemigo a batir sino más bien ese aliado potencial a convencer para que los talibanes dejen de fastidiar y se unan a la causa común que según el portavoz de la presidencia afgana, Waheed Omar: "es una gran oportunidad de unir al pueblo de Afganistán en una causa que beneficiará a todo el mundo". Pues sí señores, ahí está el colonialismo del siglo XXI si antes era el opio, ahora también los minerales van a ser motivo de mejora del trato hacia el pueblo afgano. El problema está en convencer a los talibanes de que EEUU no quiere aprovecharse de la situación sino ayudar a su pueblo a salir de la miseria y a caminar por la senda de la democracia sin injerencias externas ni occidentales que atenten contra el islam. Vamos, que el objetivo ahora será convertir a Afganistán en una Arabia Saudí, un Kuwait o una Jordania, países amigos que reciben el apoyo de Occidente y pueden vivir según sus propias reglas, aunque éstas atenten contra la dignidad de las personas o contra los derechos humanos, siempre que nos pongan buena cara y nos permitan beneficiarnos de los negocios que allí puedan surgir, estableciendo a EEUU como socios prioritarios. Y es que así es el colonialismo de esta nueva era: ya no tenemos colonias lejanas que dependan de la vieja Europa como Canarias, Mauricio o Martinica sino que ahora alentamos a unos y otros para que se enfrenten entre sí, luego nos ofrecemos como mediadores y, finalmente, a cambio de llevarnos una parte, les ofrecemos nuestra protección. ¿Esto no es lo que sucede con las mafias? Si no me pagas te mato y si me pagas te defiendo de otros que quieran obtener también un beneficio de ti, porque todo lo tuyo es mío.

martes, 15 de junio de 2010

La amenaza fantasma

Este finde me fui de excursión a Figueras. A conocer un poco la región en la que ahora resido. Tropecientas horas de tren para visitar una pequeña ciudad que lo más singular que tiene es el Teatro Casa Museo de Dalí, que no es poco. Impresionante el edificio y los dibujos del pintor catalán si bien eché en falta muchas de sus obras más conocidas, aunque ya tuve ocasión de verlas en una exposición temporal que hubo en el Reina Sofía el año pasado. Me encanta éste: “La persistencia de la memoria”. En estos tiempos que corren, estos relojes que se reblandecen se me antojan una metáfora de nuestros propios cerebros. Es triste ver cómo en España la alienación ciudadana es el rasgo principal. Hoy los sindicatos han anunciado que tendremos una huelga general el 29 de septiembre, primero hay que ir de vacaciones, supongo, eso da buena cuenta de lo poco seria que es la situación, de que realmente no hay tal crisis. Otro de los temas candentes sigue siendo el burka. Una prenda que en España no existe pero cuyo uso nos empeñamos en regular, como si no hubiera cosas más importantes. Los impulsores de esta normativa dicen que velan por la dignidad de la mujer pero casi nadie que conozco tiene trato con musulmanes, ni con inmigrantes, así que ¿cómo sabemos que ellas están oprimidas? Y si lo están, ¿prohibir es la solución? ¿no será mejor hablar con ellas, conocer sus preocupaciones, formarlas y darles la oportunidad de trabajar y estudiar para que ellas mismas valoren si realmente están sometidas a maridos machistas? Tenemos cientos de prostitutas en las calles, trata de blancas, drogas al alcance de los adolescentes en zonas que para nada son marginales, personas en situación de dependencia que no pueden ser correctamente atendidas, saturación en la sanidad pública, adolecemos de un consumismo y un culto al cuerpo brutales, vivimos por encima de nuestras posibilidades, nuestro país está a la cola en I+D, Merkel quiere echarnos de Europa, Marruecos amenaza con recuperar las “ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla”, los universitarios se matan a estudiar para ser mileuristas y ser político corrupto no sólo es una tendencia al alza sino que está socialmente aceptado. Sin embargo, nuestro problema es que nos invaden los moros y para proteger la identidad española regulamos el uso del burka en espacios públicos, no vaya a ser que el virus se extienda y nos de a todos por pensar que Dios existe y abracemos la religión de Mahoma. Definitivamente somos idiotas, superficiales y fácilmente manipulables. Tenemos todo lo que nos merecemos.

lunes, 14 de junio de 2010

Aquí no hay playa, vaya, vaya


Esta ciudad de paraíso no tiene nada. Está claro que quien hambre tiene con pan sueña pero lo cierto es que si Barcelona no tuviera playa no se notaría la diferencia. Para empezar, como consecuencia de los frecuentes ataques marítimos que sufrían las ciudades del Mediterráneo ya desde tiempos de los fenicios, éstas se fortificaban y crecían de espaldas a un mar que era fuente de constantes escaramuzas con los piratas e invasores que se acercaban a saquear lo que hallaban en tierra firme. Así que no se nota que aquí haya playa alguna porque ni se huele el salitre ni se atisba siquiera el mar. De este modo, una, mira con extrañeza a esos guiris colorados como cangrejos y con atuendos playeros que se encuentra a diario en pleno centro porque la mayor parte del tiempo no recuerda que vive en una ciudad costera. En segundo lugar, cuando uno se mentaliza de la caminata que tiene que darse para acercarse a la playa y se arma de valor para realizarla, se encuentra con una larga y estrecha mancha de arena pedregosa en la que las grúas de obra, los vendedores ambulantes y el olor a pies del vecino son las notas destacadas. Total, que aquellos inocentes que desde el interior del reino suspiran por cambiarse a estas latitudes no tienen motivos para hacerlo porque aquí la playa ni te la encuentras ni merece la pena encontrársela. Menos mal que a mí no me causa un dolor muy extremo pero realmente en estos días, cuando el calor amenaza con aparecer, echo de menos las verdes praderas de Cantabria donde encontrarse con el mar no es ni difícil ni una tortura y donde nadie sueña con el Caribe porque nuestras inmensas playas despobladas constituyen el mayor tesoro que un veraneante ávido de sol y arena podría encontrar.

miércoles, 9 de junio de 2010

Un judío contra Israel

Cuando cunde el desaliento y parece que estás sólo en el mundo, defendiendo unas ideas que a tu entorno le parecen absurdas. Cuando mi visión rosada de la vida encuentra una idea que apoya mi teoría de que hay que confiar en las personas, de que no hay que demonizar a los pueblos, de que no somos tan distintos aún a pesar de nuestra apariencia. Entonces, realmente, siento que puedo enfrentarme al mundo con mi constancia, con mis ideas, con mi propio coraje y conseguir todo aquello que me proponga aunque eso me relegue a la incomprensión más absoluta.
Gentes distintas conviviendo en espacios comunes, familias nuevas, nuevas razas, nuevas culturas, nuevos conceptos de nacionalidades. ¿Acaso eso es posible sin que el mundo se acabe, sin que llegue el Apocalipsis? Parece que sí. Norman Finkelstein es un judío atípico, uno de esos que los extremistas querrían exterminar por atentar contra el estado de Israel con ideas subversivas que criminalizan los esfuerzos del pueblo elegido por defender la Tierra Prometida. Este profesor universitario estadounidense, hijo de judíos que sufrieron en primera persona el genocidio nazi, se atreve a asegurar que Israel “se ha convertido en un estado satánico”. Critica la postura del gobierno de Netanyahu porque considera que “ha logrado la inmunidad internacional a fuerza de explotar el holocausto”. Para este profesor, cesado en su puesto de profesor en la Universidad estadounidense DePaul por comentar estas ideas entre el alumnado – a ver si les va a enseñar a pensar por sí mismos-, no hay vencedores ni vencidos más allá del sinsentido de una guerra que “ningún judío americano que no esté narcotizado apoya”. Sin embargo, los gobiernos de Occidente parecen hacer oídos sordos a una realidad que está en la calle, no escuchan a los ciudadanos que les votan y centran todos sus esfuerzos en presentar a los palestinos como un fiero enemigo. Brillante la explicación que el profesor facilita a este respecto: “cuando encierras en ghetos a la gente, les privas de comida, agua, medicinas, les matas y les incineras, no necesitas a Mickey Mouse para enseñarles a odiar a Israel”. Me pregunto si alguno de nuestros ineptos políticos tuvo alguna vez una reflexión tan acertada como ésta o si no perdieron los ideales por el camino porque nunca los tuvieron...