viernes, 26 de junio de 2015

Ser musulmán ¿está de moda?




Comenzó el Ramadán y con él los tan manidos artículos sobre su inicio, cómo se festeja y bla, bla, bla. Nunca me han gustado las noticias estacionales: el comienzo del verano, la Navidad, las nevadas de invierno... Es como si nunca pasaran los años, como si viéramos una película en sesión continua. Pero, claro, no es cuestión tampoco de no informar de ello. Supongo que habría que buscar un enfoque más innovador, que vaya más allá de explicar, año tras año, en qué consiste el ayuno, cuántos musulmanes hay en el mundo... Y hablando de El Mundo, estos días publicaban una noticia sobre una periodista de la plantilla que se había hecho musulmana con su velo y todo, para terror de cuantos la hayan conocido (o no) que pensarán que, de repente, esa chica que parecía tan inteligente es tonta de remate. Lo que no decían en el titular es que la chica se ha puesto el pañuelo sólo ha raíz de dejar el periódico (tampoco se dice si se fue o la invitaron a marcharse) pero lo cierto es que se cuelgan la medallita de la multiculturalidad, lo cual no deja de tener su mérito teniendo en cuenta que este diario es más bien de corte conservador.

La chica explica un poco lo que nos pasa a todas, que tienes un historial "intachable" de cordura entre tus amigos y parientes sin que nadie cuestione si te vas a hacer las américas o trabajas por doscientos euros "por vocación" pero que, de repente, todos se echan las manos a la cabeza al ver que te has hecho musulmana y se preguntan cuándo "conociste al tío que te ha hecho pensar que tienes que cubrirte para que te quieran y te respeten". Ahí empieza la espiral de malos entendidos, lloros, discusiones.... total para no llegar nunca a ningún sitio. Si acaso al del relativo respeto a tu decisión. Y es que lo del Islam es de traca, la "socialité" gallega que sale con Richard Gere: "«Está enamoradísima de Richard y son muy felices juntos», apunta otro conocido. «De hecho, está tan enamorada que se ha puesto a estudiar y practicar el budismo, religión que profesa él», añade esta fuente" y nos parece no sólo normal, sino tierno, y para nada pone en entredicho el nivel intelectual de esta joven sin oficio conocido. Otra cosa es que se hubiera planteado hacerse musulmana, ni aunque saliera con Kanouté se libraría de las habladurías...

Pero no es éste el único contrasentido que encontramos en la prensa en este Ramadán 2015 porque si lo de la conversión al budismo me había dejado perpleja, lo de la campaña #tápateelcorpus no sé ni como calificarlo. Ahora resulta que hay quien clama en contra de la cosificación de la mujer. Lo de las musulmanas intentando explicar por qué se cubren, es "retrógrado, de hace más de 1400 años, absurdo y muestra cómo los hombres son unos animales incapaces de dominar sus instintos". Sin embargo, ahora vienen cuatro blogueras, diseñadoras de moda, modelos y demás y dicen que basta ya de que las miren por su cuerpo, de que hay que empezar a taparse y tratan de vender modelos de ropa inspirados en las monjas mercedarias y entonces, ahí sí, hay que proteger a la mujer y reivindicar que es más que una cara o unas piernas bonitas. ¡Acabáramos! Menos mal que una tiene la cabeza bien amueblada y no se descoloca por un leve seísmo que si no... Así que ¿tengo que esperar a que cuatro pijas que siguen las tendencias como si fueran una religión, me consientan vestir y pensar como lo hago para que mi forma de actuar no de tanto el cante y sea socialmente aceptada???? Y que luego digan que el ateísmo, la moda y el culto al cuerpo no son la religión del siglo XXI.....