viernes, 27 de noviembre de 2009

Cambios

Una intensa niebla se cierne ahora sobre mi cabeza. Después de muchos días de tormentas ocasionales y esperando ansiosa la llegada del sol cegador, parece que los claros no terminan de llegar y una fina niebla se acerca por el horizonte. Cambiar de aires. ¿Qué hacer cuando nada sale como esperabas? El miedo acaba de instalarse en mis entrañas, un escalofrío recorre mi cuerpo ante el rumbo inesperado que toman los acontecimientos. Toca de nuevo hacer la maleta, decidir qué te llevas y qué se queda por el camino, ojalá que entre tanto jaleo no me deje lo más valioso...

martes, 24 de noviembre de 2009

Hacerse mayores

Tres de la tarde, estamos en el comedor. Juanito es el nuevo y todos lo miran con expectación. Todos quieren ser su amigo pero casi ninguno se atreve a decirle más que un simple hola. Pepito avanza posiciones, lleva varios días hablando con él y hoy por fin comen juntos. Todos se vuelven para mirarlos. Comentan, murmuran. De pronto, aparece Javierín, el ojito derecho del director. Miradas de reojo para ver dónde se sienta. Hace amago de acercarse a Juanito pero gira bruscamente y se sienta solo, en medio de la estancia, bajo la atenta mirada de todos. Esta situación se viene repitiendo desde hace semanas aunque ahora Javierín se sienta con los demás compañeros que no dudan en hacer comentarios a sus espaldas cada vez que tienen ocasión. Cuando veo estas escenas, me doy cuenta de que en realidad ser adulto no nos hace cambiar tanto, que nos siguen preocupando las mismas cosas que cuando somos pequeños, que actuamos igual. Esta escena podría ser típica de un comedor escolar y le podríamos añadir otros personajes: el cuatro ojos, el empollón, el torpe, la tímida, el pelota... sin embargo, se produce cada día en cualquier lugar de trabajo.

Sonidos de África

La música africana, con esa percusión tribal tan espectacular, siempre me ha producido una extraordinaria sensación de paz, de felicidad, que me cuesta describir con palabras. Sin saber muy bien porqué tan pronto como ese sonido llega hasta mis oídos me evado de la situación en la que me encuentre -en estos momentos la de prepararme para ser mujer florero- y me pongo a reflexionar sobre todas aquellas cuestiones que van más allá de las preocupaciones cotidianas y, a menudo, superficiales. Pienso en cómo nos complicamos la vida, intentando convertirnos en aquello que señalan los papeles y me daría la risa de no ser por la gravedad del asunto. No voy a discutir la importancia de las leyes, las religiones, las costumbres, los acuerdos, pero sí el empeño que todos ponemos en no salirnos de lo marcado estrictamente por ellos. Todos esos textos, de uno u otro modo, nos indican el camino a seguir pero siempre desde un punto de vista general que abarque lo máximo posible porque si concretamos demasiado, corremos el riesgo de que esos textos se queden obsoletos en poco tiempo. Está en nosotros el poder de usar nuestro intelecto para interpretar de la mejor forma posible lo que ellos quieren decir y actuar en consecuencia porque, a diferencia de la palabra escrita, los seres humanos estamos en constante evolución, somos espontáneos, impredecibles y tenemos en nuestras manos el poder de cambiar el mundo. Quienes son capaces de ver esta inmensa riqueza actúan de forma poco ortodoxa y contribuyen a aportar su granito de arena a esta enorme aventura que es vivir. Veo a las mujeres que luchan por sus derechos en países en los que salirse de lo establecido supone la muerte y pienso que no todo está perdido, que si todos hiciéramos una pequeña revolución en nuestro entorno más próximo el mundo daría un vuelco de incalculables dimensiones. Veo al profesor Neira jugarse la vida por una mujer que luego se vuelve en su contra. Veo al juez Calatayud reinsertando a los menores delincuentes en Granada desafiando a los severos códigos de sus colegas de profesión. Veo a quienes lo dejan todo para ayudar a los demás en condiciones menos cómodas de las que gozamos en el primer mundo. Me veo en mi particular cruzada, luchando contra los elementos por conseguir aquello que quiero, aquello en lo que creo. Lo veo y pienso que no importa lo que digan los otros, las dificultades a las que te enfrentes o el rechazo que pueda producir la decisión que tomes porque si crees en ello, entonces, algo sucederá, salvarás a una sola persona de su particular miseria y habrá merecido la pena y con ello también te habrás salvado a ti mismo. Sonidos de África. Sonidos del pasado y del futuro.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La guerra del fútbol

A veces los motivos por los que se enfrentan los pueblos de manera encarnizada son tan absurdos que cuesta creer en la gravedad de los mismos. Tras la victoria de Argelia por 3-1 en el partido de clasificación para el Mundial de Suráfrica ante Egipto no pocos naturales del país de las pirámides recibieron la derrota como una afrenta bélica y recibieron al combinado nacional argelino con piedras, pitidos e insultos sin que la policía egipcia hiciera nada por protegerles. Cuatro de ellos tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos ya que los apedreamientos les causaron algunas brechas. A pesar de los esfuerzos por minar la moral de los jugadores visitantes la eliminatoria se resolvió con un empate que, ya en tierras sudanesas, propició la clasificación definitiva de Argelia y la no participación de Egipto. Hasta aquí todo podría quedar en una lamentable actuación de varios cientos de hooligans pero el asunto va cobrando un tinte peligroso por momentos. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha caldeado los ánimos diciendo que su Gobierno no iba a tolerar "la humillación de sus hijos en el extranjero". Desde luego no está haciendo una llamada a la violencia sino una declaración de que el Gobierno tomará cartas en el asunto para evitar que los egipcios sean perseguidos pero... ¿qué pasa cuando son ellos quienes inician los enfrentamientos? ¿de quién se tienen que proteger, pues? En cualquier caso, cuando un presidente de un país interviene en este tipo de cuestiones debe ser muy cuidadoso con lo que dice porque sus palabras pueden dar pávulo a la actuaciones de fanáticos que conviertan en una guerra absurda lo que tan sólo es ocio, deporte, diversión, competitividad, fútbol. Todo podría quedar disuelto con el paso de los días como una fea pesadilla de no ser porque ambas selecciones volverán a enfrentarse próximamente en la Copa de África, quizá sea el momento de llamar a la cordura y al espíritu deportivo de ambas aficiones.

El imperio del mal

Cada vez somos más salvajes. No tengo ninguna duda. Lo de los piratas somalíes tiene un pase primero porque somos nosotros quienes les damos armas y segundo porque viven en el caos más absoluto. Es la lucha por la supervivencia pura y dura pero ¿y nosotros? Rosa Díez acaba de proponer que se instaure en España la cadena perpetua revisable. No digo que no haya muchos que se lo merezcan pero nuevamente estamos ante un vano intento de poner soluciones ante hechos consumados pero ¿cómo evitarlos? Sin embargo, lo que más me llama la atención es lo de los rabinos ultraortodoxos israelíes que justifican el asesinato de bebés gentiles, es decir, no judíos. Y es que, claro, si se trata del germen del mal ¿cómo no permitir su exterminación antes de que crezca y haga realidad su animadversión contra el pueblo elegido? Luego resulta que la culpa de todo la tienen los árabes que son unos salvajes que se inmolan y matan indiscriminadamente pero no son sus imames quienes les invitan a hacerlo, aunque pirados los haya en todas partes. El caso de Israel es distinto, sin duda, porque si ellos no se defienden con fiereza el "imperio del mal" puede tratar de aniquilarlos, no importa que para ello mueran niños o gente inocente. Parece que la lectura del holocausto sólo debe servir para proteger al pueblo judío y no para que ellos mismos traten de vivir en paz y no apuesten por el genocidio. Está claro que cualquier excusa vale para justificar la barbarie así que, gentiles, tened cuidado.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El crimen de Fago

Si algo me ha llamado la atención del juicio que se sigue en Huesca por el crimen de Fago, en el que el alcalde de un pueblo de apenas 40 habitantes resultó asesinado, ha sido la declaración del único acusado: Santiago Mainar. [Mención aparte merece su abogado, Marcos García Montes, el perejil de todas las salsas, un abogado capaz de ganar dos juicios idénticos defendiendo cada vez a una de las partes]. Independientemente de la veracidad de los hechos narrados, me ha llamado la atención su forma de expresarse. Mainar dice que se autoinculpó por "altruismo" para "evitar que la sospecha recayese sobre todos los vecinos y pudiéramos vivir en paz". Hacía tanto tiempo que no escuchaba a alguien decir algo así... Estamos acostumbrados a escuchar a imputados que niegan los cargos, que culpan al vecino o que descargan su responsabilidad aduciendo consumo de drogas o de alcohol pero ahora no recuerdo a nadie que se refiriese a la moral, que hablase del valor de hacer las cosas por los demás, por ayudarlos. No hablo del crimen sino de nuestro egoísmo, de nuestra incapacidad de preocuparnos por los demás, de hacer el bien sin esperar un regalo, un pago, un beneficio a cambio. Lástima que sea en este contexto tan negro en el que se tenga que oír una declaración de este tipo.

martes, 17 de noviembre de 2009

La vida según Amable Fernández

- "Papá, ¿y si me equivoco? ¿y si este trabajo no es el que me conviene? ¿cómo sabes cuándo aciertas? Nunca me dijiste que hacerse adulto causaba tanta incertidumbre".
- "Ja, ja, ja. 30 años y a veces parece que sigues siendo pequeña. La clave está en dejarte llevar por tu instinto. Si este trabajo no te gusta, lucha por encontrar otro pero no desperdicies esta oportunidad. Tú sabes qué es lo mejor para tí".
- "Ya pero...."
- "Nada. A veces uno tiene tantos planes para sí mismo que hasta encontrar a alguien que te quiere se convierte en un problema. ¿Y si los sentimientos te hacen tomar un rumbo diferente? ¿Y si tienes que empezar a preocuparte por alguien más que tú mismo? En eso consiste la vida, en comprender que lo que hoy es seguro puede verse trastocado mañana por la aparición de esa persona tan especial. Tratar de controlar eso es tan absurdo como intentar calcular el momento de tu muerte. Muchas decisiones se toman cuando vienen, con calma, reflexionando, sin alocarse, pero cuando vienen. Además, ahora las comunicaciones son mucho más fáciles: teléfono, internet, aviones, trenes... A veces, la solución está en salir a la calle y airearse un poco para verlo todo con claridad porque lo difícil es aceptar que no todo depende de ti", Amable dixit.

Excéntrico Gadafi

Donde quiera que va le sigue la polémica, su excentricidad atrae a los medios de comunicación. Su seguridad personal recae en la guardia amazónica: femenina, virginal y experta en artes marciales y se hace acompañar por este singular séquito donde quiera que va. Tan sólo necesita un espacio abierto para plantar su lujosa jaima y crear su pequeño refugio y Muammar Al-Gaddafi está satisfecho. En la cumbre de la FAO tampoco ha pasado desapercibido, no es su estilo. Habló con una agencia de eventos para que le enviasen a 200 chicas: que midieran más de 1,70 metros, no llevaran minifaldas cortas ni grandes escotes y fueran guapas. Muchas fueron las candidatas, que por un puñado de euros debían frotarse las manos ante la sola idea de frecuentar un sarao al más puro estilo Berlusconi. No puedo decir que me sorprenda pero en ningún momento se informó a las asistentes de lo que allí iba a suceder: el líder libio, ni corto ni perezoso, se marcó una sesión de islamización al más puro estilo Vaticano y trató de convencer a las muchachas de que abrazaran esta fé prometiéndoles además que gozarán de "los mismos derechos que los hombres pero no de los mismos deberes". Al menos, va con la verdad por delante. Como colofón al evento se permitió obsequiarles con un ejemplar del Corán (traducido al italiano). En algunos países te juegas seriamente el tipo por hacer eso que se llama proselitismo, aunque tal vez con esta práctica a muchas se les hayan quitado las ganas de apuntarse a la moda del dinero fácil...

Lo que realmente importa

Quién sabe lo que será pero desde luego no es el hambre en el mundo por mucho que a todos se nos llene la boca pidiendo su fin cuando alguien nos pregunta al respecto. Esta semana se celebra en Roma la cumbre de la FAO y sólo han acudido 60 mandatarios. ¿Los ausentes? Todos los presidentes de los países en desarrollo excepto Berlusconi, obligado por su condición de anfitrión. Al fin y al cabo, ¿para qué vamos a ir si a nosotros no se nos muere de hambre nadie? Sin embargo, los presidentes de todos esos países que nosotros llamamos Tercer Mundo, que están en guerra, que aparentemente no se preocupan de nada, sí han acudido. ¿Aún nos creemos con derecho a levantar nuestro dedo acusador?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Justicia en Iraq

El Comité Olímpico Iraquí ha disuelto la Federación Nacional de Fútbol por cometer irregularidades financieras y retrasar reiteradamente y sin motivo la convocatoria de elecciones internas. Esta noticia seguro que no ocupará las noticias más destacadas del día porque ya sabemos que Iraq es sólo guerra, talibanes, terroristas, islamistas... porque son nuestros enemigos y los enemigos no tienen Justicia, no ponen orden, no sienten ni padecen y no interesan si no responden a nuestras propias ideas, a nuestros esquemas.

Guerra en el mar

"Aquí en el Índico, y en el Pacífico, no hay permisos. Hay pesca y nosotros venimos aquí por ello y punto". Así explicaba un pescador atracado en las Islas Seychelles el porqué de esa "invasión" de atuneros españoles en unas tierras tan alejadas de casa como las que circundan Somalia, en el Golfo de Adén. Si te quedas sólo con las palabras piensas: "pobrecillos, lo que tienen que sufrir con estos locos piratas, ellos, que sólo quieren alimentar a su familia y vender atún". Pero, claro, ¿y si vamos más allá? ¿y si tenemos en cuenta que se trata de un país en guerra civil continua? Sin Gobierno, sin orden. Entonces, tal vez la piratería no sea tan terrible. Tal vez no sea más que una dramática forma de sobrevivir, de defender lo suyo puesto que no hay unas autoridades que establezcan esos límites, que soliciten esos permisos, que controlen la pesca para que no se sequen los caladeros. Los marroquíes bien que se encargan de controlar esas 12 millas para que nadie invada sus aguas interiores y no nos quejamos por ello, nos parece normal. ¿Por qué entonces no respetamos a Somalia? ¡Ah, claro! El Tercer Mundo. Lejos de tratar de establecer acuerdos ahora ponemos a ex militares a bordo de nuestros pesqueros -esos mismos que arrían la bandera española cuando entran en aguas internacionales- y les permitimos disparar a esos piratas si intentan atacar a los nuestros. ¿Alguien se ha parado a pensar en las consecuencias de ésta decisión? No estamos en una misión humanitaria ni tampoco en tiempo de guerra. Por el momento. ¿Qué pasará cuándo se mate al primer pirata somalí? ¿Tendremos atentados en España? ¿Le echaremos la culpa a Al Qaeda? ¿Y si comienza una guerra en el mar? Una vez más, reacción sin previsión. Pronto veremos las consecuencias.

¡Todos a tajarse!

¡Ah, sí! Ese va a ser el nuevo lema de la Justicia española porque ahora resulta que si matas a alguien y estás hasta arriba de alcohol o de coca se considera un atenuante. En la carretera no pero si tienes un cuchillo entre manos e intentas descuartizar a una pobre cría con la que intentaste acostarte pero que te dijo que no, entonces no se considera ni ensañamiento ni agravante ni nada porque, total, ya estaba muerta. La pobre llamó al 112 para pedir ayuda diciendo que la iban a matar pero eso no cuenta. No importa que ella fuera consciente del peligro, su asesino no sabía que la iba a matar, sólo pasó. Así que nada, todos a ponerse ciegos antes de limpiarle el forro a quien le estorbe o, simplemente, le diga no. A veces me planteo qué tipo de cosas hacen que un país sea considerado del primer mundo...

jueves, 12 de noviembre de 2009

Fecilitá

Medianoche. Luna llena. El mundo se para un instante. ¿Qué es la felicidad? Decenas de caminos esperan ser recorridos por cada uno de nosotros pero sólo uno es el que vale. La envidia. Hay gente que no entiende, que no vive, que no ríe, que espera agazapada el momento de fastidiar a los demás, de minar su camino aunque nada gane con ello. La bruja del cuento. El ambiente. Influye y trata de hacerse imprescindible pero no puede vivir por cada uno de nosotros. El miedo. Nos invade, nos protege, nos acuna, nos aísla del camino preservándonos de todo daño, alejándonos de toda felicidad. El reverso tenebroso. La familia. Nos protege, nos quiere, nos apoya, nos ayuda a levantar cuando caemos. La felicidad. No hay una receta única. Cada camino es personal e intransferible. Se construye día a día. No hay dos sentimientos iguales. Las mariposas. Revolotean en el estómago, no dejan vivir, no dejan pensar pero hacen soñar. ¿Serán la felicidad?

Foto de portada

Pocas veces un acontecimiento deportivo que no afecte a un combinado nacional es capaz de convertirse en la foto de portada de todos los periódicos pero la gesta del Alcorcón, o más bien la debacle del Real Madrid ante un Segunda B, bien lo merece. Nuevamente el equipo de los Galácticos ha demostrado que tienen muchos nombres y un presupuesto desorbitado pero que les falta lo esencial: ganas de jugar y espíritu de equipo. Si sus exagerados sueldos estuviesen sujetos a la consecución de objetivos fijo que serían verdaderamente galácticos. Mientras tanto, seguirán protagonizando ridículos como el de no pasar la primera ronda de la Copa.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Buscando en el baúl de los recuerdos

Eso, sin duda, es lo que han hecho Rajoy y Zapatero que para una vez que deciden ponerse de acuerdo en algo lo hacen para nombrar a un octogenario como presidente de RTVE. Sí, el hombre es muy culto, colabora con la SER, fue ministro y tiene un gran currículo como gestor pero... ¡tiene 81 años! Ya puestos, ¿por qué no repescan a Carrillo? Pero en este país lo de la jubilación es sólo para los pobres ¿no? Porque para nombramientos galácticos entran en la terna hasta los niños de la Guerra Civil. El mandato es por seis años aunque quién sabe si llegará a cumplirlos, puede que lo echen antes o que al hombre se le vaya la cabeza en el transcurso de los mismos. Ya puestos, si me hubieran preguntado hubiera votado sin pestañear por Punset: ex ministro, gran comunicador, interesado por la ciencia y el ser humano y no tanto por lo material y, sobre todo, conocedor del ente público. En fin, que más hubiera valido que se pusieran de acuerdo para sacar a alguien de la crisis y no para recolocar a un abuelete que debería estar leyendo apaciblemente al calor de la chimenea durante las frías tardes de invierno. Pero aún queda una pequeña esperanza, el Congreso deberá aprobar el nombramiento. A pesar del consenso PP - PSOE a lo mejor a algún diputado le entra la cordura en el último momento y vota en contra pero, claro, eso sería pedir demasiado...

martes, 10 de noviembre de 2009

Neuronas inactivas

Que te paguen por no hacer nada es el sueño de muchos. Nunca fue el mío. Cada vez que he estado en el paro he terminado trepando por las paredes muerta de estrés y aburrimiento. La inactividad no es para mí. Llevo un mes en mi nuevo trabajo y puedo decir sin temor a equivocarme que me pagan por no hacer nada. Paseíto por aquí, paseíto por allá, baja al comedor, madruga para ir al quinto pino y cuando den las seis, coge el abrigo y a casita. El resumen podría hacer saltar de alegría a más de uno, pero aquí estoy, escribiendo la quinta entrada del día en mi blog y con ganas de comerme a alguien para matar el hastío y el mal humor. El exceso de tiempo libre me hace darle demasiadas vueltas a todo: que si el invierno viene frío; que si las ranas criarán pelo alguna vez; que si el miedo puede ser patológico; que si seré eternamente inconformista; que si volverá la Nube Negra; que si hago la maleta y me voy a Madagascar a vivir en la selva o a Australia a criar koalas... ¡Uf! La una y media de la tarde. Hoy, para romper la rutina, mercadillo de ropa en las instalaciones del grupo. Prendas de presentadoras, semi nuevas y a precio de ganga. ¡Cómo mola la tele!

Justicia y manteros

Que hacer y vender copias piratas de películas y cd's musicales no está bien ya lo sabemos. Que todos tenemos al menos cincuenta de esos discos ilegales en casa es una realidad. Pero que los inmigrantes sin papeles que los venden en las bocas de metro o en plena calle cumplan cárcel por ello es demasiado. Por ello un grupo de actores y juristas españoles han creado una plataforma que busca recaudar donativos para pagar las multas que evitarán que vayan a la cárcel. ¿Lo mejor? Que esa pasta es, cómo no, para la SGAE. Es que esto es de traca. No sólo los tratamos como si no existieran, encarcelando a quienes optan por este tipo de "delincuencia" para sobrevivir, sino que no se castiga a los proveedores -los verdaderos infractores- y encima quien se beneficia es el de siempre, el colectivo ese de vividores que no hace sino fastidiar constantemente. Que llenen las cárceles de inofensivos manteros y tengamos a auténticos criminales en la calle porque los juicios se demoran años es una muestra más de que en este país la Justicia es ciega, sorda y absurda.

Regreso al futuro

Cierro los ojos y trato de volver, de visualizar de nuevo mi futuro pero no es posible. Todo aquello que siempre apareció nítido en mi mente se torna difuso, con niebla.
No es que, de repente, tenga dudas. Es sólo que dudo del hecho de que desear algo y poner de tu parte para conseguirlo sea suficiente. Desde que empecé la carrera adopté como lema ese que dice que: "el Periodismo es una carrera de fondo y gana quien persevera". Me pareció duro pero yo tenía claro lo que quería así que se convirtió en mi particular Ley de Murphy para todos los aspectos de mi vida. Hasta ahora me ha ido bien, no sin esfuerzo. Pero hay días en los que la niebla y las piedras boicotean mi camino y siento ganas de abandonar, de cambiar de deporte. Pero entonces, bebo agua, respiro profundamente y me digo que puedo avanzar unos kilómetros más. Tal vez la meta no esté tan lejos como parece...

Frikismo suancino

Sábado por la tarde. Llueve, graniza, se hace de noche antes de las seis. Al borde de los 30 o con ellos ya cumplidos una decena de amigos se reúnen en un hotel vacío. Con una cámara de video, algunos disfraces y mucha paciencia se montan una tarde-noche cinematográfica alrededor de una idea friki con ángeles y demonios como protagonistas. Nadie tiene prisa por ir a casa, por salir de fiesta.
Me encanta conservar este espíritu infantil que nos anima a estar juntos y no necesitar más. Es la mejor terapia ante los obstáculos de la incipiente madurez.
Muchas gracias por ayudarnos a dejar atrás a Peter Pan de una forma menos traumática, Quentin. ¡Estoy deseando repetir güey!

Ausencias

Ayer volvió a caer el Muro de Berlín y nosotros no estábamos. Al menos, no representados por nuestro Presidente porque periodistas españoles había decenas. ZP estaba en Polonia, solucionando el secuestro del atunero vasco 'Alakrana' ahora que se cumplen 40 días de retención en Somalia (¿?). Mientras, en la capital alemana estaban: Merkel, Brown, Sarkozy, Clinton, Walesa y Gorbachov pero no Zapatero porque, al fin y al cabo, Berlusconi tampoco estaba. Será que no era una cita tan importante...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Caballeros

Los caballeros no tienen memoria. No presumen de sus victorias. Disimulan su cobardía y luchan por honor. Los caballeros no sufren. Pelean. Son orgullosos.
En torno a un café el caballero A desvela sus miedos. Suena el teléfono, es el caballero B que necesita hablar de su excepticismo con las damas, de cómo el compromiso se ha devaluado como virtud. Mientras, C se pavonea por los pasillos luciendo su armadura de sangre casi azul como si fuera el auténtico ideal de caballero: desmemoriado, desfragmentado, desubicado. Él es el más desdichado de todos porque es el único que desconoce el increíble poder de las emociones.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El circo televisivo

Cuando pensaba que Gran Hermano ya no podía sorprenderme más, van y se descuelgan con esos tres indígenas de Papúa Nueva Guinea encerrados en Guadalix de la Sierra. Aún recuerdo los anuncios de la primera edición, cómo íbamos a estar ante "un experimento sociológico sin precedentes", pero esto me parece demasiado. Tantas asociaciones feministas, defensoras del menor, de los peces, de las termitas.. y ¿nadie se ha preocupado de estos pobres? ¿se ha parado alguien a pensar qué impacto psicológico puede tener el hecho de traer a estas personas, que nunca habían salido de su aldea, a España? ¿a una cultura tan distinta? Creo que alguien debería haber alzado la voz durante estas dos semanas que han permanecido sometidos al control de las indiscretas cámaras de GH pero, claro, tal vez alguien hubiera dicho que no somos suficientemente progres.... Espero que no tengan ningún tipo de trauma al regresar a su aldea, que no se gasten el dinero en alcohol, que no tengan depresiones ni nada que se le parezca aunque claro, teniendo en cuenta que el anuncio de una cadena de bocatas podía afectar psicológicamente a los agricultores del mundo, no quiero ni pensar qué sucederá con estos singulares participantes del reality español por excelencia.

martes, 3 de noviembre de 2009

La verdad oculta de Hollywood

Después de muchas charlas con Murphy y de un exhaustivo análisis de las vidas ajenas que me rodean he dado por fin con la respuesta al misterio: tenían razón quienes apuntaban a una conspiración judeo-masónica sólo que lo hacían en la dirección incorrecta. Tras varias décadas de celuloide se esconde el gran objetivo de políticos y productores que no es la de entretener o ganar dinero a espuertas con los bajos costes que proporcionan los efectos especiales, no. Lo que se pretende, el motivo que subyace, no es otro que el de bombardearnos hasta la saciedad con una realidad que no existe para que todos empleemos desesperadamente parte de nuestra vida en encontrar ese Grial, en hallar lo verdaderamente importante mientras dejamos que ellos se ocupen de lo único que les importa: el poder. No existe el príncipe de la Bella Durmiente, ese único hombre capaz de hacerla despertar de su centenario sueño; tampoco ese Príncipe Valiente enamorado locamente de su princesa Aleta de las Islas Brumosas; no hay ningún Richard Gere capaz de perder la cabeza por alguien como Julia Roberts; ni tan siquiera es cierto que Superman pudiera fijarse en Lois Lane. No. La realidad es más cruda, más fea, más triste, la realidad es que Meryl Streep encontró el amor del gran Clint Eastwood cuando ya nada era posible; que ‘Indi’ deja a la chica abandonada cuando vuelve de ‘La última cruzada’; que Superman necesita a otra kryptoniana para ser feliz –aunque su planeta explotó y él fue el único superviviente-; que Arturo jamás consiguió que Ginebra lo amara a él en lugar de a Lanzarote. La verdad es que por su culpa, S. entró en una crisis existencial y tiró su vida por la borda; N. decidió casarse por amor sin analizar ninguna otra cosa más; B. lo analizó todo y aún así apostó fuerte y K. se tira con paracaídas y un enemigo invisible trata de evitar que aterrice. Lo único cierto es que nos necesitamos pero no nos comprendemos, que los peros son menos pero más grandes, que ellos son más cobardes, que nosotras somos más entusiastas, que ellos tienen la razón pero nosotras daríamos la vida presente y la futura por perseguir ese sueño que, a pesar de todo, creemos ciegamente que es posible y nadie logrará desanimarnos o convencernos de lo contrario. La verdad es que nosotros somos los únicos capaces de materializar nuestros sueños, de boicotear nuestras vidas. La verdad es que si nos lo proponemos, podemos hacer que un ejército de magos adolescentes salve a los Muggles de la esclavitud.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Instantes

Deambulaba sin rumbo pero feliz. Caminaba con las manos en los bolsillos pensando en sus libros, su trabajo, sus historias. Era una apacible tarde de otoño y el sol se escondía por el horizonte. De repente, al doblar la esquina, una luz cegadora le sacó de sus pensamientos y le obligó a detenerse. Allí, en mita de la calle estaba ella. La mujer con la que siempre había soñado, aún más bella y sonriente de lo que esperaba. Miró a su alrededor y el mundo seguía su curso, nadie parecía percatarse de la energía que irradiaba, del hallazgo tan increíble que suponía aquel encuentro inesperado.
No habló, tan solo sonrió y le tendió la mano. En cuanto sus dedos se tocaron surgió ante él la imagen futura de la que sería su vida, aquella que tantas veces había soñado y que aún no había alcanzado. Entonces, ella dio unos pasos pero hubo de detenerse ya que él estaba inmóvil. Todo había sucedido tan deprisa que fue incapaz de moverse, la emoción le embargaba pero estaba totalmente paralizado por el miedo. Quiso gritar pero ni un sólo sonido salió de su garganta. Ella permaneció expectante, primero sonriente, luego con la tristeza dibujada en su rostro, comprendiendo. Le dio un beso en la mejilla y desapareció.
De eso hace ya mucho tiempo y no hay día en que él no se "pierda" por aquel mismo lugar con la esperanza de hallarla de nuevo pero dos veces sería tener demasiada suerte.

Estrés post-traumático

No creo que una mujer deba ir a la cárcel por tomar la decision de abortar pero tampoco me parece que esta decisión deba tomarse a la ligera. Como siempre nos centramos en la solución pero no tratamos de resolver el problema. Hay que proporcionar los instrumentos adecuados para que una niña de 16 años que decida mantener relaciones sexuales a tan temprana edad no quede embarazada ni se arriesgue a contraer cualquier enfermedad. Se trata de evitar las decenas de casos de niños que cada año se abandonan en nuestras calles nada más nacer; de que las parejas que sí quieran un bebé puedan adoptar en un plazo de tiempo razonable; se trata de educar a nuestros hijos para que sean responsables y consecuentes con sus actos. Creo que en este asunto el Gobierno se equivoca. Hay que tratar el origen, la causa del problema y no la consecuencia porque no es coherente que una niña de 16 años pueda comprar la píldora, tabaco o interrumpir su embarazo sin consentimiento paterno y sí lo necesite para trabajar, hacerse un piercing o ser fotografiada. Además, en todo este asunto se está obviando una parte crucial: las consecuencias psicológicas de dicha decisión porque la mente tiene a veces esas cosas. A veces, los efectos de una decisión de semejante envergadura no aparecen al mes ni al año, aparecen cuando esa adolescente toma la decisión madura de tener un hijo quizá cuando está en la treintena. ¿Qué haremos entonces? ¿Psicólogos gratis para todas? ¿Y si la adolescente que aborta tiene complicaciones y muere? ¿Deberá el estado indemnizar a sus padres? ¿Por qué tengo la sensación de que se legisla a golpe de reacción y no de previsión?

martes, 20 de octubre de 2009

El Ángel Exterminador (2a parte)

Descubrir que cada persona es un mundo, y algunos incluso dos, fue no sé si decir traumático pero sí entristecedor. No porque quisiera un pensamiento único y verdadero y que éste, a ser posible, fuera el mío sino porque esta incertidumbre nos convierte en seres vulnerables ante las inesperadas reacciones de quienes nos rodean.
Sin embargo, en lo concerniente al amor creo que todos buscamos exactamente lo mismo aunque nuestra forma de hacerlo sea muy dispar. Hay quienes, inconscientes del sufrimiento que esta búsqueda conlleva, se lanzan al abismo del (des)amor, sin paracaídas arriesgándose a padecer una fractura al caer al suelo. Otros, aún conscientes de los riesgos, deciden apostar por conseguir aquello que desean encomendándose a la diosa Fortuna para no ver su corazón roto en mil pedazos. Algunos, pocos, tienen tanto miedo a enfrentarse a algo que no controlan que optan por centrarse en los estudios, el trabajo, los amigos... cualquier cosa que distraiga la atención de eso que a todos nos llega tarde o temprano: el enamoramiento absoluto, la absurda necedad del amante total.
Y luego... luego está el Ángel Exterminador del Amor, para empezar, como todo buen ángel no tiene sexo por lo que puede ser un hombre o una mujer. Se caracteriza esta rara avis por manifestar públicamente su rechazo a cualquier tipo de sentimiento que conlleve la dependencia emocional de otra persona. Suelen repartir consejos gratuitos sobre los beneficios de tener siempre el poder, de mantener la distancia y disfrutar de una vida plenamente independiente en la que el hedonismo es el principal motor. Aunque no todos reaccionan de igual manera, sí comparten algo: su discapacidad emocional, su absoluta incapacidad para reconocer lo que sienten, como si no verbalizar, no exteriorizar emoción alguna, fuera a servirles de escudo ante un posible atentado contra su corazón enamorado. A pesar de sus reticencias, de sus malos modos, de sus esfuerzos por ahuyentar a Eros, tarde o temprano quedan atrapados en las redes de la eterna sonrisa absurda y entonces, lejos de dejarse llevar, de dejarse querer, de abandonarse al placer absoluto, centran sus esfuerzos en conseguir que sea el otro quién, harto de los desplantes, la falta de cariño o la insensibilidad ocasional, ponga el punto y final a esa situación que a uno aterra y a otro atrapa.
Pues bien, mis queridos ángeles, un consejo: dejad de intentarlo, vuestros esfuerzos son absolutamente vanos. No es tan fácil espantar al amor cuando éste llega y menos aún cuando el pobre ingenuo que quedó embrujado por vuestros rudos encantos atisba un ápice de enamoramiento tras ese muro protector.
En mi actual horizonte soleado soy capaz de vislumbrar el cambio y uno de mis ángeles ya comienza a darme la razón: atrapado por el amor no sólo trata de dejarse llevar por lo que siente sino que aleja sus recelos, mantiene a raya sus temores y se deja querer aún a riesgo de salir herido. El otro aún tiene un camino más largo por recorrer ya que ni siquiera es capaz de reconocer lo que siente, de aceptar que está atrapado, que siente algo que no planeaba, que tiene miedo a querer.
Y es que la vida es sólo de los valientes, de los que se arriesgan, de los que apuestan porque es más lo que hay que ganar que lo que puedes perder. Pero que ningún Ángel Exterminador ose pensar –en lo más profundo de su ser- que él es el único que sufre, el único que tiene miedo, el único con derecho a protegerse. Los entusiastas del amor también sufren, temen, son conscientes de las dificultades y hasta puede que padezcan muchas más noches de insomnio, aunque no siempre lo cuenten.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Góticas en La Moncloa




Me da igual que alguien piense que soy una retrógrada pero es que viendo la foto de arriba lo primero que me sale es una urticaria tremenda. Pero ¿quién es el asesor de imagen de Zapatero? ¿estaba echándose la siesta cuando las horteras de sus retoños decidieron acudir a una audiencia pública vestidas de góticas? ¿realmente es consciente “Cejitas” de que es el presidente de un país y, por lo tanto, ni él ni su familia pueden hacer lo que les da la gana? Tomará decisiones más o menos acertadas pero a ver quién es el valiente que con semejante atentado contra el buen gusto, el protocolo y la urbanidad aplaude la vestimenta de las adolescentes inquilinas de La Moncloa.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Somos la 'Ñ'



Nunca fui una gran fan de Sergio Scariolo, su exceso de gomina hace que me rechinen los dientes cuando lo veo en pantalla. Pero los hay peores: el montenegrino Ivanovic siempre parece dispuesto a matar a quién le lleve la contraria; la cara de uva pasa de Aíto tampoco me ha inspirado nunca mucha simpatía; al igual que la mala leche concentrada en el pequeño cuerpo de Manel Comas o la hiriente apatía de Luis Casimiro. Pero volvamos a Scariolo. Digo que nunca ha sido de mis favoritos pero tampoco pensé que ficharlo como seleccionador nacional iba a resultar tan desastroso. Porque a estas alturas del campeonato y después de ver la paliza que le dimos a una invicta y estupefacta Francia o la superioridad con la que dejamos ayer por el camino a los griegos, tengo claro que la actuación de España no es casual. Hicimos un pre-europeo soberbio y hemos estado a punto de hacer las maletas (y eso que “el único resultado posible es el oro”) después de cuajar encuentros de vergüenza. Al principio pensé que nos había podido la presión, que la plantilla estaba cansada. Ya en el partido de Lituania tuve claro que los tiros apuntaban a otro lado pero 20 puntos de humillación sobre los galos, los griegos y hasta los serbios (estamos en el tercer cuarto)… Eso no es casualidad, ni mala suerte. Eso es que el vestuario no quiere a Scariolo y han querido dejarlo bien claro: el equipo gana o pierde independientemente del entrenador, porque ellos son los verdaderos protagonistas. Este tipo de actitudes no me suelen gustar, pero viendo al grupo: compacto, bien avenido, con mucho compañerismo, sin egos ni estrellas tengo mucho más claro que la FEB se equivocó al maltratar a Pepu, al obligarlo a marchar. Porque él fue el artífice de la ‘Ñ’, porque supo hacer de un grupo de jugadores, una única pieza perfecta capaz de ganarlo todo. Quizá porque el espíritu de Pepu sigue presente, porque tenemos la mejor selección de baloncesto de nuestra historia y porque la afición se ha volcado con este deporte más que nunca, haya que hacer caso al equipo y despedir a Scariolo tan pronto como regresemos a España con el oro en el cuello. Porque sería un grandísimo error permitir que esta selección, a la que aún le quedan algunos años, iniciara su descenso deportivo por una mala elección federativa.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Marujas y trenes, descanso imposible

Hay días en los que el transporte público me mata. Aunque soy una conductora vocacional lo cierto es que en la capital del reino, en la que los servicios públicos de transporte te llevan a todas partes por poco dinero y a todas horas, me he acostumbrado a utilizar el Cercanías, el metro y hasta el autobús y lo llevo bastante bien. Hasta que viene alguien y te estropea el día, claro. En líneas generales soy bastante sociable pero cuando me da por la asocialidad.... entonces está todo perdido. Todo me molesta y perturba mi paz interior y eso me da mucha rabia. Iba yo tranquilamente escuchando la radio y sumida en mis pensamientos a las 7.15 de la mañana en el tren que me lleva al trabajo cuando, en la segunda parada, se suben dos de esas personas que rezuman empatía por todos los poros de la piel. ¡Pero qué manía tiene la gente con ponerse a hablar a unas horas tan tempranas, cuando todos nos esforzamos por disfrutar de unos minutos más de sueño antes de afrontar el largo día! Las dos féminas, taytantos, con escasa vida interior y poco respeto por el personal, comienzan a charlar a voz en grito no de los agujeros negros, no; ni tampoco del gasto sanitario de Obama; ni de la victoria de España en el Eurobasket; ni siquiera de la crisis, no. Perturban mi tranquilidad para hablar del trabajo, para criticar a los compañeros y para calentar motores para lo que será el tema de conversación de sus próximas ocho horas hasta que vuelvan a subirse al tren a la hora de comer y le fastidien la siesta a todos los que vuelvan a Madrid después de un agotador día de trabajo. Por primera vez en mi vida, me levanto, me cambio de sitio y, a pesar de ello y de los cascos, ¡sigo oyendo sus voces! ¡Si hubiera derecho de admisión en el transporte público nos libraríamos de estas marujas y de los niñatos con la música del móvil a todo trapo! Igual habría que crear una plataforma ciudadana promoviendo esto...

lunes, 14 de septiembre de 2009

Oriente y Occidente

El sábado fui al Teatro de Madrid para disfrutar de una tarde de ballet con una obra maravillosa de William Shakespeare: Romeo y Julieta. Hacía días que veía las calles de la ciudad empapeladas con carteles anunciando la representación y no quise perdérmela. Nunca había ido al ballet y tampoco conocía a la compañía, el Ballet de la Ópera de El Cairo. Fiel a mis prejuicios pensé que tal vez no me gustaría, que lo mismo ofrecían una representación alternativa que no guardase rigor con el texto original y, cómo no, me equivoqué. Apenas un centenar de personas acudimos a la cita en un recinto inmenso en el que los artistas no podían recibir la calidez de tan escaso público. Sin embargo, mereció la pena. Fue estupendo ver a una veintena de bailarines rusos y egipcios representando, sólo con la fuerza de la interpretación de su danza, una de las obras más importantes del teatro mundial. Lástima que la música no fuera en directo porque hubiera sido la guinda espléndida para tan bello espectáculo. Pero sin duda lo más impactante fue ver a un Romeo y a una Julieta con rasgos árabes metiéndose en la piel de estos amantes del Medievo. Mientras los veía representar con gran dramatismo las escenas finales de la obra, no pude por menos que pensar que, como siempre, tratamos a los que no son como nosotros de forma injusta obviando lo bueno y resaltando lo malo. Nadie se preocupa de si en Egipto hay interés o no por el arte, por los textos clásicos occidentales, pero todos nos encargamos rápidamente de resaltar las malas noticias que de allí nos llegan: los enfrentamientos armados, el terrorismo o la severidad de las costumbres. Sin embargo, no todo está tan perdido como queremos pensar, no son tan salvajes como los líderes mundiales se empeñan en destacar (no en vano los egipcios fueron durante siglos una de las civilizaciones más importantes de la historia, la que nos dejó tesoros como las pirámides) no somos tan diferentes si tanto unos como otros sabemos apreciar la belleza de personajes tan bien trazados como los de Romeo y Julieta. ¿Será que el mundo no está tan acabado? ¿Qué no está todo perdido? ¿Qué aún es posible un mundo en el que quepamos todos?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Una mamá en apuros

Al final dejaré de ir al cine porque últimamente tengo un ojo.... Primero fue la decepción de ‘Watchmen’-aunque mis amigos frikis digan que es la mejor adaptación al cine de un cómic yo sigo pensando que los diálogos tenían algunas frases absurdas y que la escena del culo del Dr Manhattan flotando sobre el suelo de Marte en plan zen es un atentado contra el buen gusto-, luego fue el bodrio de HaHarry PoPotter que no había por donde cogerlo a pesar de ser una ávida lectora de los libros de J.K. Rowling y ahora le ha tocado el turno a ‘Una mamá en apuros’. Vale, sí, no podía esperar un peliculón de un título como ése pero supuse que Uma Thurman podría ser una garantía y me equivoqué. “Cinta independiente de la directora y guionista novel Catherine Dieckmann”, ¡ja! Menudo paquete. Es que no se salva nada. Constantemente se ven los micros o ‘jirafas’ asomando por la parte alta de la pantalla. Los diálogos son pobres, la historia está contada de una forma que no engancha y que resulta superficial y Uma tiene un aspecto tan sucio que hasta resulta desagradable verla. Eso sí, sirve para rayar al personal que no veas. La acción transcurre en Nueva York en un agobiante mini piso del centro en el que vive un matrimonio con sus dos hijos pequeños y en el que todo es caos y estrés. Ella era escritora pero desde que decidió tener a los niños su vida ha cambiado hasta tal punto que su yo ha desaparecido enterrado bajo su faceta de madre y esposa y no tiene tiempo para sí misma. Como digo la historia no está bien contada porque el guión es malo y los planos son de relleno y no dicen nada. Eso sí, se refleja una realidad, un miedo que acecha a las mujeres como yo –no me gusta sacar la vena feminista pero negar lo evidente no tiene sentido- pero esta directora novel apadrinada por Thurman no tiene el talento suficiente para contar una historia que deje huella en el espectador, aunque sólo sea durante unas horas.

La crisis de los 30

Café Barbieri. Otoño de 2008. Tres jóvenes toman café mientras hablan del trabajo, de la vida y de la crisis de los 30. Empanada y la Charra son pseudo hippies. La primera no está segura de saber qué es, dice que lleva en crisis toda la vida; la segunda acaba de cumplirlos y ha pasado una temporada complicada. Cumplir años no siempre es fácil. No se trata de una reflexión de pijas preocupadas por sus arrugas, se trata de salir viva de una realidad a la que no sabemos cómo enfrentarnos.Verano de 2009. Llevo vaticinando el fin de mi grupo de amigos diez años temiendo que nuestros caminos se separen definitivamente a pesar de haber compartido momentos tan felices e importantes. Hasta ahora la suerte nos ha sido favorable pero la crisis de los 30 nos acecha. El Niño Meón, Xana, Chomsky, Hyoga y Almendra comparten, de uno u otro modo, mis preocupaciones. Incluso Empanada ha sucumbido a la crisis. Todos nos encontramos ahora ante el abismo de las decisiones vitales. Estamos solos, sin un manual que nos enseñe a elegir el camino definitivo y ninguno puede tomar decisiones por los otros. El Niño Meón dice que no está preparado para asumir responsabilidades, que necesita cinco o diez años más; Xana se enfrenta a un viaje que puede cambiarle de tal modo que no sabe si cuando regrese su vida habrá seguido su camino sin esperarla; Chomsky vive atormentado porque quiere tener hijos y su situación no es precisamente la mejor para conseguirlo; Hyoga vive sin preocupaciones pero ha descubierto que no está hecho para el mundo laboral e invierte su tiempo en la creación audiovisual arrastrando consigo a todo el grupo; Almendra había decidido ser madre soltera si seguía sola a los 32 y parece que no va a tener que tomar una decisión tan drástica y yo... Yo tengo la cabeza a punto de estallar. Absorbo mis preocupaciones y las de los que me rodean, para qué escatimar. Sólo necesito una señal, mejor dos para estar segura, que me indique el camino a seguir, que me abra el cielo en estos días tan nublados. Sólo quiero seguir con mi vida más o menos como hasta ahora. No tener que renunciar a nada para ser feliz. Ser capaz de compaginar mi trabajo, mi ocio y mis amigos con la creación de una familia y no morir en el intento. Todos salvo Hyoga –afortunado él- hemos vivido en primera persona el dolor de la ruptura, la frustración de quien lo da todo y aún así no es suficiente. Queremos seguir adelante pero no sabemos cómo. No queremos fracasar de nuevo, no tenemos tiempo ni ganas y tampoco lo merecemos. El problema es que sólo Hiro Nakamura y Peter Petrelli son capaces de viajar en el tiempo, conocer el futuro y actuar en consecuencia. Pero no todos están agobiados por las mismas razones o tan siquiera preocupados. Tornadiza, Tamargochi y la pequeña Serrada viven sin estos tormentos, con un optimismo que a todos los demás nos falta. El Príncipe se agobia porque a sus 31 años cree que empieza a ser viejo para ser padre y apremia a la Princesa que aún tiene mucho que hacer antes de ser madre y la Holandesa Errante pasó de la nada al todo con sólo hacer la maleta y cambiar de país. Después de cinco años de continua felicidad empieza a preocuparse porque tiene la vida demasiado encarrilada y siente algo de vértigo. Está claro que ninguno estamos contentos con lo que tenemos pero estos dos últimos no se arrepienten de sus decisiones aunque a veces se agobien. Los demás estamos a las puertas del Bosque Prohibido, sabemos que muchos peligros nos acechan, que hay criaturas mágicas como Aragog que pueden celebrar un banquete a nuestra costa pero si tenemos una pizca de suerte lograremos atravesar la frondosidad de este singular paraje y alcanzar nuestro propio jardín, nuestro soñado Rivendel. Se podría pensar en organizar una expedición, en avanzar todos juntos pero esa alternativa no existe. Cada uno debe averiguar la forma de conseguir su objetivo y lo que para unos resulta infalible, para otros puede no proporcionar ningún resultado. A pesar de lo solitario de la misión, sigo esperando que Campanilla aparezca a lo lejos e ilumine parte de la senda para no perderme en el bosque.

lunes, 31 de agosto de 2009

El niño meón

Tenía la cara verde –o al menos así lo recuerdo- y el pelo rubio, disparado al estilo japonés de ‘Los Caballeros del Zodíaco’. Lo que registro con claridad en mi memoria es el viscoso moco que le caía de la nariz y el estridente color amarillo del cuadro en el que estaba enmarcado. Durante más de un año el niño meón ocupó la pared central de nuestro salón y de nuestras vidas. Cuando mi nube negra se tropezó con él, las tormentas se adueñaron de nuestro espacio hasta el punto de que todo aquel que osaba acceder a nuestros dominios debía hacerlo con un pararrayos de bolsillo, por lo que pudiera pasar. Acostumbrada al olor y el sabor de la lluvia, di por sentado que las borrascas y los chubascos, los charcos y las pozas eran no sólo lo normal sino lo deseable. La espiral de la tormenta nos atrapó hasta que llegamos al punto de no retorno, las dos placas continentales chocaron y se hizo inevitable el cambio de aires. Antes de permitir que una de las dos placas se hundiese irremediablemente en las profundidades del océano, decidí virar el rumbo y llevarme mi nube negra lejos del niño meón con la esperanza de que el sol se atreviese a asomar por nuestros horizontes. Casi dos años después parece que este deseo se ha tornado realidad aunque de vez en cuando nos dejemos llevar por la negatividad y aparezcan pequeñas tormentas de verano. Yo encontré mi norte en el sur pero a veces me resisto a abandonar mi nube negra. El niño meón quiere llamarse ahora el niño optimista ya que está convencido de que sólo él es capaz de cambiar su destino, de que él puede comerse el mundo, de que no es tarde para que Anakin Skywalker abandone el reverso tenebroso de la fuerza porque ser caballero jedi satisfará su espíritu más que convertirse en Darth Vader. No me gusta el nuevo nombre de el niño meón pero sí lo que dice así que he decidido abandonarme a los brazos de Harry Potter, de Peter Pan y de los Caballeros del Zodíaco para que su fuerza me inspire, para que el optimismo me guíe y no pierda las ganas de comerme el mundo a pesar de que las tormentas se empeñen en recuperar a la diosa de las borrascas.

martes, 4 de agosto de 2009

Pesadillas

Se acerca el fin, mis últimos días sobre la Tierra están a punto de concluir y después, la nada. No sé si será el fin del planeta o si sólo yo pasaré a convertirme en polvo de estrellas pero sé que es algo que, simplemente, sucederá. Según los cálculos siderales del gran maestro Aaster los 300 están a punto de cumplirse. Así que, al grito de ‘Espartanos’ expiraré y abandonaré mi mundana existencia en este lado del paraíso. Anoche, como siempre, me acosté con la absurda certeza de que todo permanecería inmutable al amanecer, con la confianza de quien no es consciente de que el futuro llega cuando menos te lo esperas. Sin embargo, algo que aún no me explico sucedió y hoy me encuentro deshojando el calendario a la espera del pitido final. Me desperté de lo que creía una pesadilla para comprobar horrorizada que entonces sí estaba viviendo una terrible realidad. Sin saber explicar cómo me hallaba en medio del océano, sin saber qué dirección tomar, teniendo que decidir en un instante hacia donde nadar al tiempo que intentaba recordar cómo había llegado al centro de la tormenta sin haberme acercado siquiera a la orilla. Debía llevar en el agua al menos una hora ya que mi piel había comenzado a arrugarse como la de un bebé. Supongo que estuve inconsciente aunque no sé cómo fui capaz de permanecer a flote. Miré a izquierda y derecha, desesperada, pero la oscuridad de la noche no quiso ayudarme a decidir mi camino. No había gaviotas, ni barcos, incluso los peces parecían estar dormidos. Nada que pudiera indicarme el.... Justo en el instante en el que pienso que voy a perder la cabeza y morir ahogada en el mar adivino una tenue luz a lo lejos. ¡Un faro! Sacudo la cabeza, temo que sea un espejismo pero parece que la luz sigue allí. Está demasiado lejos y, además, el cansancio hace tal mella en mi que no voy a ser capaz de dosificar las pocas fuerzas que me quedan para llegar. De repente me siento cansada, muy cansada, apenas puedo mantener los ojos abiertos, tengo mucho miedo, frío, hambre, mi mente sucumbe ante la adversidad, tengo mucho sueño.... De repente, el mar comienza de nuevo a agitarse, siento que mi cuerpo queda a la deriva y soy incapaz de oponer resistencia, es entonces cuando una voz surge de mi interior y me obliga a luchar ante la muerte inminente. Por un instante siento que el mismísimo Poseidón me coge entre sus brazos y me impulsa hacia esa luz. Comienzo a nadar sin descanso, sin orden, me agoto. Paro un instante, trato de tranquilizarme y aprovechar el movimiento de las olas para avanzar. ... Algo me roza la piel, abro los ojos y miro a mi alrededor, es mediodía, una abeja inspecciona mi cuerpo tratando de adivinar si soy una amenaza para ella. Me incorporo. Estoy en la piscina. Mi hermana está a mi lado, sonríe. Estoy tentada de contarle mi absurdo sueño pero opto por darme un chapuzón. Horas y horas de sufrimiento en pleno océano y sigo acercándome al agua. Me pica la pierna, voy a rascarme y noto algo poroso, rugoso, miro y... una estrella de mar. Ahora sé que mi pesadilla me aguarda al más mínimo pestañeo. No puedo permanecer siempre despierta así que tengo que estar preparada para la próxima vez. Hasta que no sea capaz de manejar mis emociones, no podré alcanzar la costa y cada noche sentiré el aliento de Hades aguardando el instante en que el dios del mar acepte mi debilidad y me deje morir... Sin embargo, ese día aún está muy lejano. No importa cuál sea el precio, ni cuántas las noches de insomnio o sufrimiento onírico pero sé que una noche de estas lograré alcanzar el faro y ganarme de nuevo el derecho a seguir en la Tierra. Mientras ese día llega, observaré más de cerca a mi particular marciana por si en algún momento necesito emigrar a otro planeta e iniciar allí una nueva existencia.

lunes, 3 de agosto de 2009

Reflexiones

Llegó de allende los mares hace casi 40 años y siempre se ha sentido diferente. No es como la mayoría de las españolas, quizá porque ninguna de ellas se paseaba con la cara de Obama estampada en una camiseta como si nosotros estuviésemos en campaña electoral. Tiene un toque extravagante en su indumentaria y parece estar unos centímetros por encima de todos los comentarios de aquellas que la consideran, como poco, un bicho raro. Quizá lo sea. Sus reflexiones invitan casi siempre a sonreír ya que tiene una visión tan feminista de la vida que, en ocasiones, sus propuestas se me antojan casi de ciencia ficción. Sin embargo, hay días en los que hace comentarios que me invitan a ir más allá, a plantearme que, tal vez, todo lo que dice no sean “boludeces”. Hoy ha sido uno de ellos: “no tiene ninguna base científica pero es lo que creo: el páncreas es el alma de la mente y por eso es tan importante expresar nuestras emociones”. Dice que la incorporación de la mujer al mercado laboral –y su consiguiente aumento de estrés ante la falta de tiempo para dedicarse a sí misma- han hecho que el cáncer de páncreas pase de ser una dolencia casi exclusiva de los hombres a afectar también a las mujeres. Cree que el páncreas es ese lugar físico en el que la mente almacena todo aquello que nos hace sufrir y que nosotros no dejamos salir, de lo que no nos liberamos, aquello que nos consume por dentro hasta que, por fin, un día, sale a la superficie para engullirnos por completo. Quizá sea una visión un tanto tragicómica de la vida eso de apostar porque nosotros somos los causantes de nuestras propias enfermedades pero ¿y si no fuera tan descabellado? ¿y si, al igual que el corazón es el guardián del amor, fuera el páncreas el del dolor? Entonces, tal vez habría que fomentar una terapia de las emociones que nos enseñase a dejar a un lado la coraza para que pudieran aflorar nuestros sentimientos y pudiéramos así ser libres. Libres para amar, para sufrir, para ser fuertes o débiles, guiándonos tan sólo por la fuerza del corazón.

miércoles, 29 de julio de 2009

Yes we can

Nos pasamos la vida criticando a los estadounidenses por sus excesos y por su ignorancia – “¿En España sabéis lo que es un microondas?”- y, a veces, no nos falta razón: su servicio sanitario no es universal ni gratuito por lo que varias decenas de millones de pacientes tienen que empeñarse de por vida o mueren directamente por no poder recibir tratamiento y esto sucede ¡en el país más poderoso del planeta!; son tan patrióticos que hasta cuelgan la bandera nacional en las puertas de sus casas; tienen una dieta tan rica en grasas que la obesidad es ya un problema nacional; tienen un índice de criminalidad altísimo y su cine está plagado de eso que llamamos despectivamente “americanadas”. Sin embargo, son ellos mismos los que son capaces de remover cielo y tierra por sacar a cualquiera de sus ciudadanos de un apuro cuando sus derechos se ven vulnerados en un país extranjero (quizá lo del patriotismo tenga entonces alguna lógica...); ésos a los que los científicos envidian porque allí sí que saben lo que es destinar dinero para la investigación; los que son capaces de fabricar miles de éxitos de taquilla basados en su corta historia (la Guerra de la Independencia, la Guerra de Secesión, el Ku Klux Klan) mientras que nosotros no sabemos qué hacer con la nuestra (el descubrimiento de América, la pérdida de las Colonias, la Marcha Verde, la Inquisición, Al-Andalus, la Armada Invencible, la División Azul) pero sobre todo los conciudadanos del gran Barack Obama son los únicos capaces de convencerte de que les regales tus zapatos porque no los necesitas para, minutos después, vendértelos porque no se puede ir descalzo por la vida y para muestra, un botón: http://www.elpais.com/articulo/internacional/Gates/visita/Irak/negociar/venta/armas/elpepuint/20090728elpepuint_6/Tes.
¿El resumen? Nos colamos en vuestro país porque sabíamos que teníais armas de destrucción masiva que nosotros os íbamos a inutilizar y confiscar; las armas nunca aparecieron pero total como érais un país atrasado teníamos que liberaros de ese gran dictador llamado Saddam Hussein, para que supierais quién mandaba lo colgamos en la plaza pública porque nosotros sí somos civilizados –no como vosotros que os apedreáis- luego tuvimos que quedarnos para que ningún otro tirano intentase hacerse con el poder así que os colocamos a nuestros amigos –esos que ahora nos dejarán ventajas sobre el petróleo, que nos permitirán establecer a nuestros espías para controlar Oriente Medio y que nos pagarán por reconstruir el país; porque, eso sí, como os lo destruimos todo ahora os lo vamos a reconstruir por un módico precio y para que nadie os fastidie os vamos a vender unas armas y unos aviones último modelo para que podáis protegeros de los malos. Y esos son los estadounidenses, los únicos capaces de destrozarte el país para luego cobrarte por reconstruirlo y, además, venderte las armas necesarias para que nadie más pueda hacer lo que ellos te han hecho. ¡Son unos auténticos genios de los negocios!

Conformarse o no, he ahí la cuestión

“Donde caben dos, caben tres; donde caben tres tú tambiéeeeen”... Mmmm qué pegadiza es la canción del nuevo anuncio de Ikea, ¡cómo me gusta! ¡Qué armonía se respira en la familia del anuncio! ¿Quién sufre por no poder pagar la hipoteca? Nada importa, ante la crisis, lo mejor es la familia. ¿Qué no puedes pagar la hipoteca? Pues nada, vuelves con tus padres y tu pareja con los suyos porque, total, la crisis pasará. Sí, sí, ya sé que muchos pensarán que soy egoísta al no pensar en aquellos que realmente pasan necesidades pero ésa no es la cuestión. No se puede minimizar todo problema encontrando uno aún mayor porque entonces deberíamos todos doparnos con Prozac para ver la vida en términos relativos y dedicarnos a cantar eso de “donde caben dos, caben tres...”. Además, ¿es esto un canto encubierto a la aceptación social de los pisos patera? o acaso eso de hacer sitio a los demás ¿es sólo para la clase media?

martes, 28 de julio de 2009

Las gripes

Vaya con la gripe A. Al final va a cundir el pánico y esto va a ser peor que cuando la Guerra del Golfo. Entonces, una de mis vecinas empezó a llenar la bañera con alimentos “por si llegaba el hambre”. Si hubiera durado, ella solita hubiera dejado sin suministro a todo el barrio. Yo veo lo de la gripe como una especie de “contubernio científico-sanitario” en el que no se nos está contando toda la verdad. Desde hace una década venimos sufriendo el mal de las vacas locas, la gripe aviar y la gripe porcina. El mecanismo es siempre igual: se da la alarma, cunde el pánico, la gente deja de consumir la carne procedente de ese animal, mueren cuatro gatos en Occidente y varios cientos o miles de personas en el Tercer Mundo (ése en el que su población sólo cuenta para nuestras estadísticas) y, de repente, se pasa el peligro como si fuera un tornado. Ahora parece que el asunto se les está yendo de las manos porque en nuestro cómodo y seguro mundo también está muriendo gente. En España se calcula que lo harán unas 8.000 personas -ya serán algunas más- aunque casi todas serán enfermos crónicos. Yo, la verdad, no tenía ningún miedo hasta que me enteré de que ya hay empresas, multinacionales para más inri, que distribuyen entre sus empleados una especie de kits de supervivencia con mascarillas, guantes y jabones desinfectantes. Algunos incluso contenían Tamiflu, el gran remedio farmacéutico para esta gripe, pero como el Gobierno requisó todas las partidas ante una eventual pandemia... Así que ahora me debato entre venir a trabajar o quedarme en casa para prevenir la gripe pero supongo que tener una habitación que da a un patio vecinal –conducto excepcional para propagar cualquier pandemia- y convivir con una marciana no son una gran alternativa así que, de momento, seguiré produciendo hasta que la pandemia llegue al Cercanías.

jueves, 9 de julio de 2009

Las anchoas corruptas




Ya sabía yo que tanta campaña publicitaria nos iba a traer problemas. Y es que ¿a quién se le ocurre ir regalando por ahí anchoas del Cantábrico? ¡Con lo caras que están! Está claro que estamos ante un caso de corrupción. Y de lo más zafia, porque se hace a la vista de todos y se pregona a los cuatro vientos. Se acabaron las campañas de Navidad, el Día de los Enamorados, el Día del Padre o las celebraciones de cumpleaños. ¡No a la corrupción!









miércoles, 8 de julio de 2009

San Fermín

Foto: El País

Adoro los San Fermines. No me gustan los toros y tampoco tengo una opinión definida respecto a la polémica antitaurina pero me parece que los San Fermines están fuera de toda discusión. Desde hace años cada mañana de julio madrugo para ver en directo esos emocionantes dos minutos que mantienen mi corazón en un puño a la espera de la llegada al coso. Estos días lo veo en diferido y no es lo mismo. Este curro ni siquiera me permite disfrutar de esta mágica semana. En unos minutos me toca volver a mi tediosa tarea. Cierro los ojos e intento concentrarme. Las barreras están llenas de gente desde la madrugada, no veo absolutamente nada. La expectación y el silencio son máximos. Se abren los portones, los mozos comienzan la carrera. El sonido de los cascos de los toros sobre el adoquinado pamplonés dibuja las imágenes que fluyen por mi cabeza. Eso es lo único que se oye. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Aunque no vea nada, el madrugón merece la pena. La sensación que produce el oír el trote de esos animales de más de 500 kilos por la calle Estafeta es indescriptible. Se acercan. Miro alrededor asustada. No hay escapatoria. Siento que la manada va a engullirme. Mi tiempo se agota. Abro los ojos. Son las 15.25 horas. Me dejo arrastrar de nuevo por mi aburrida realidad. ¡Gora San Fermín!

lunes, 6 de julio de 2009

Cero, uno, dos.... ¡diez!

De tanto intentar convencerme de que soy un cero empiezo a tener algunas dudas. Nada serias, por supuesto, pero dudas al fin y al cabo. Y es que es lo que tiene tener un curro de mierda en el que tener cerebro está de más, que como no necesitas utilizarlo para desarrollar tu incesante tarea creativa (recortar, grapar y contestar al teléfono en el mejor de los casos) puedes dedicarte a hacer dos cosas a la vez: pensar mientras haces trabajos manuales. Este fin de semana los asuntos laborales fueron tema de conversación en el grupo de amigos. Uno de ellos se quejaba sin cesar de que ser trabajador de los medios era un aburrimiento que, además, te impedía llevar una vida normal porque trabajabas cuando los demás estaban disfrutando. Aseguraba estar esperando a que pasara la crisis para dejar su actual trabajo y meterse en una fábrica en la que tan sólo se dedicara a trabajar ocho horas para luego disfrutar de su tiempo libre, de su dinero bien ganado y, por consiguiente, para ser más feliz que una perdiz. Sé que lo dice con la boca pequeña. Primero porque trabajar de técnico en una radio está bastante bien. Puede resultar cansado pero no aburrido ya que no haces siempre lo mismo, puede que a ratos te parezca que todos los días son iguales pero sólo es una impresión. Segundo porque sí es una faena no tener los mismos horarios que el resto de mortales pero tampoco los tienes si trabajas a turnos en una fábrica, si trabajas de noche o si te pasas el día viajando de un lado para otro.

Los acontecimientos de hoy corroboran mi opinión de que el susodicho habla con la boca pequeña y sin saber, por suerte para él, lo que es trabajar anclado a una mesa haciendo nada y, encima, recibiendo órdenes absurdas de gente frustrada que aprovecha su único mérito, la antigüedad, para comportarse como pequeños tiranos.

Mi actual curro es una mierda. Probablemente la mayor y peor empaquetada en la que me he encontrado hasta ahora y visto que ya he llegado a la cima de mi carrera, espero que a partir de ahora todo sean facilidades. Es una mierda destructora de ilusiones que trata de convencerte de que el conocimiento no es bueno, de que los libros te restan años de vida y de que los ceros son los números más bonitos de la creación. Si se hubieran topado con otra fijo que hubieran podido convencerme, incluso puede que me hubiera convertido en su estandarte como ‘La Libertad guiando al pueblo’, pero no. Se toparon conmigo y nadie me va a hacer cambiar de opinión. El diez es el mejor número. Yo soy, como mínimo, un siete, aunque me encuentre en horas bajas, y no pienso dejarme engullir por la humillación. Sólo estoy en una mala racha. Sólo estoy en una mala racha. Sólo estoy.... ¡maldita mala racha!

Televisión, fagocitadora de cerebros pensantes

Lo de la tele en España va cada vez peor. No sólo están faltos de ideas y se copian de unas cadenas a otras (Madrileños por el mundo, Españoles por el mundo y hasta ¡Castellano-Manchegos por el mundo!) sino que, salvo honrosas excepciones, lo hacen para multiplicar la telebasura por todos los canales, por si no tuviéramos bastante con la saturación de uno solo. Los que optan por programar series lo hacen a costa de emitir algunas tan pasadas de moda que empiezo a temer que cualquier día repesquen a Benny Hill. Y el resto, pues nada se rellena con informativos cada vez más polarizados y reality shows que no hacen más que premiar a aquellos que mayores miserias cuentan ante la cámara. Definitivamente, si yo tuviera algo de poder mediático el 95% de los que viven de la antena catódica pasarían más hambre que los pobres niños de Biafra porque lo nuestro es de juzgado de guardia. ¿Cómo es posible que sólo La 2 tenga una programación medianamente aceptable? ¿Por qué no se hacen programas de entrevistas a gente que tiene algo que decir por profesionales que tienen algo que aportar? ¿Cómo es posible que gente como María Antonia Iglesias, Jaime Peñafiel, los Matamoros, Javier Nart y Belén Esteban sean los grandes expertos a los que se recurre cada vez que se quiere hacer un debate sobre un tema serio? Si fuéramos a un colegio de primaria y planteásemos el mismo debate entre los niños sin duda obtendríamos opiniones y conclusiones mucho más relevantes que las que pueden aportar estos expertos del tres al cuarto. Tanto que miramos a Europa para miles de cosas podríamos fijarnos un poco más en la televisión británica, en la francesa o en la alemana (incluso, yendo más allá podríamos ver ciertos programas de ciertas cadenas de televisión de algunos países árabes) y no copiar tanto las propuestas berlusconianas porque, cualquier día, al encender la tele, nos encontraremos con una versión renovada de las Mama Chichos y nos quedaremos tan a gusto pensando que ése es el futuro de la televisión.

Traumas infantiles

De pequeña jugaba con mis amigos a las guerras. Nos dividíamos en dos grupos y nos dedicábamos a capturar al enemigo durante toda la tarde hasta el momento en el que nuestras madres nos llamaban para merendar. Entonces, se producía el alto el fuego que, veinte minutos después, permitiría la reanudación de la batalla hasta el momento de volver a casa para cenar y esperar ansiosos la llegada del día siguiente. Las guerras eran de distinto tipo en función de la edad. En los primeros años las niñas no teníamos derecho a participar porque éramos un rollo: lentas, protestonas, lloronas y siempre queriendo introducir cambios que demostraban que no teníamos ni idea de cómo era la vida de un soldado. En los años previos a la pubertad la participación de las chicas ya empezaba a tener su gracia. Siempre nos encomendaban las tareas más aburridas y menos peligrosas e, hiciéramos lo que hiciéramos, siempre terminábamos con una rodilla magullada o tragando agua en la piscina. Según fuimos entrando en la adolescencia, a las guerras le sucedieron otros juegos con un mayor toque de picardía, las salidas nocturnas o las excursiones en tren a los pueblos cercanos. Una vez superados los años más duros de la edad del pavo, nuestros intereses iban más próximos a los conciertos, el ligoteo, el deporte, las vacaciones y la universidad. Siempre pensé que éste era el común denominador de todos los chavales de mi generación en un país en el que la clase media me parece la más frecuente pero cada vez que abro el periódico y me encuentro con la detención de uno de mis vecinos no puedo evitar pensar que hubo muchos que se quedaron atascados en los juegos bélicos infantiles y, aún hoy, siguen sin darse cuenta de que viven una realidad que sólo existe en sus cabezas.

martes, 30 de junio de 2009

La fuerza del macho

“Sólo puede haber condenas por violencia de género en los casos de agresiones de hombres a mujeres en relaciones de pareja presentes o pretéritas”, con esta afirmación, la presidenta de la sección de la Audiencia de Madrid encargada de la violencia sobre la mujer y la fiscal madrileña especializada en ese tipo de delitos han zanjado la cuestión de si las agresiones entre miembros de una pareja homosexual deben considerarse o no violencia de género. Y es que en este país tan moderno en el que vivimos, cualquier día nos desayunaremos con nuevas tipologías: violencia senil (entre aquellos que ya han disfrutado de su primer viaje de a Benidorm gracias al Estado), violencia internacional (para los casos en los que uno de los miembros de la pareja no sea español) o, incluso, violencia entre inmigrantes, para lo cual les daremos el boleto de vuelta a sus respectivos países para que cada uno se encargue de impartir justicia entre los suyos.
Y es que, la sentencia de un Juzgado de lo Penal de Santander que condenó por violencia de género a una mujer que agredió a su esposa es considerada por estas dos juristas como violencia doméstica y no de género ya que, al parecer, por definición la violencia de género, queridos miembros y miembras, es la ejercida por el hombre sobre la mujer ya que “requiere, entre otros elementos, que el agresor ejerza una "posición de dominio" sobre la víctima”. Y es que es evidente: sólo en las parejas heterosexuales hay uno más fuerte que otro, y éste siempre es el hombre. Así que entre las lesbianas se presupone que, por ser mujeres, no hay violencia porque están empatadas a fuerza. Claro si es que tantas fantasías con las peleas de barro nublan la vista a la Justicia. ¡Y qué decir de los gays! A pesar de tratarse de dos hombres supongo que se considera que es una lucha entre machos dominantes por hacerse con el respeto de la manada, pero nada de agresiones, eso es sólo para las mujeres. Pues eso, que en estos matices nos diferenciamos del Tercer Mundo.

Pobres ricos

La crisis se lleva por delante a un millón y medio de millonarios. Sí, sí. Tal cual. Con la que está cayendo en la economía mundial y nos obsequian con esta noticia en la prensa nacional y es que, hay que ver, hasta los millonarios dejan de serlo. A ellos sí que hay que compadecerles. Ya lo decía la gran Carmen Lomana, ese personaje de la sociedad madrileña que nadie sabe a lo que se dedica – “negocios, chica, que yo también trabajo”- pero que sale en todos y cada uno de los reportajes sobre pijos y gente chic que se hacen en la televisión nacional: “a mí quién realmente me da pena son mis amigos, gente adinerada que ahora con la crisis lo están pasando muy mal porque no tienen cash; por que los demás, esos ya están acostumbrados a sobrevivir con poco así que no sufren tanto”. Y lo peor de todo es que tiene razón. Porque no es lo mismo tener cuarenta coches y seis o siete palacetes repartidos por media Europa y quedarte sin cash para echar gasolina que no llegar a mileurista y enterarte de que la mierda de empresa para la que trabajas considera que eres demasiado lista para ellos y que te pagan demasiado por saber idiomas. Así que ahora me van a pagar como si fuera más tonta porque, total, lo mismo que vivo con 900 podré vivir con 750 porque estudiar es una pérdida de tiempo y el tiempo es dinero o ¿será que tengo que emplear mejor mi tiempo y trabajar en dos sitios a la vez para llegar a los 1400 euros por el módico precio de 14 horas diarias?. Definitivamente, ser rico y quedarte sin cash ¡es una auténtica tragedia!

miércoles, 17 de junio de 2009

Destino final

Leo en la prensa que una mujer italiana que estuvo a punto de coger el vuelo de Air France que desapareció en aguas internacionales la semana pasada tras despegar de Brasil, ha muerto en un accidente de tráfico en Austria tras empotrarse el camión en el que viajaban ella y su marido contra un camión. “Pero el sortear la calamidad no fue sinónimo de vivir mucho más”; con esta brillante frase digna del más patético guión de cine de serie D la agencia de noticias despacha una trágica coincidencia que sólo publicaría un fanático de ‘Destino Final’ y sus secuelas. Supongo que quien escribió el texto es, además, fiel creyente de que no podemos eludir a la muerte y de que, a veces, el azar nos libra de la fatalidad para luego, arrebatarnos la vida cuando creemos que ya nada nos va a suceder. Para mi gusto, el asunto es de lo más macabro pero no cambia nada. Yo creo que el destino se lo forja cada uno a pesar de que la mala suerte es algo que está ahí, sin embargo, ¡pobre del que piense que está ya escrito!. Entonces, haberse librado de la muerte en una ocasión supondrá que no vuelva a pegar ojo el resto de su vida por si acaso, una mañana, la muerte decide ajustar cuentas y reclamar lo que en su día le fue arrebatado. Pues como decía Borges: “de eso está hecha la vida, sólo de momentos, no te pierdas el ahora”.

martes, 16 de junio de 2009

Il Cavaliere

Adoro a los políticos, sí para qué negarlo. Son los expertos mundiales en escurrir el bulto. ¿Qué hay algún problema? El primer paso siempre es negarlo hasta que encuentran la solución y cuando se ha resuelto, entonces sí, se reconoce, incluso se exagera un poco, y se le da todo el bombo posible a la solución. ¿Qué esto no funciona? Entonces la estrategia a seguir es la de culpar a los otros: al hambre en el mundo, a los islamistas, a los americanos, a los inmigrantes, a la oposición o.... a Kaká. Oh, sí, ahora hasta los futbolistas deben andarse con tiento porque, a la mínima, podrán ser sometidos a juicio público sin comerlo ni beberlo. En las pasadas elecciones europeas, Il cavaliere perdió apoyo entre su electorado y Berlusconi, como el gran señor que es, no sólo no asumió su culpa sino que le echó el muerto a su ex mujer, a las fotos con las veinteañeras sin escrúpulos que se dejan babosear por un vejestorio y a Kaká. El astro brasileño, con su marcha al Real Madrid, levantó las iras de los aficionados del Milán, club que pertenece al Emporio Berlusconi, y claro, el presidente, cual Jesús Gil en sus mejores tiempos, considera que su manera de protestar por no haber blindado más al futbolista ha sido la de votar a la oposición. Pero, ¿estamos locos? Cada vez estoy más segura de que este mundo que creemos que es real no lo es en absoluto, que vivimos en la absurda Galia de los comics de Astérix o que, en realidad, estamos siendo gobernados por extraterrestres que empiezan a estar cansados de fingir que son como nosotros porque si no, no le encuentro otra explicación. Si es que tenemos lo que nos merecemos....

lunes, 15 de junio de 2009

God save Obama

No quería dejar pasar la ocasión de comentar el discurso que Obama ofreció el pasado día 4 en la Universidad de El Cairo porque, aunque puede que todo se quede sólo en las palabras, supone un cambio radical de postura del gobierno estadounidense y tiene repercusión mundial.

El ídolo político del momento –o quizá del siglo XXI- habló en la capital egipcia de los asuntos que más preocupan en el ámbito internacional sin dejarse ninguno en el tintero. Basándose en los principios de paz y tolerancia hizo un llamamiento al entendimiento de musulmanes, judíos y cristianos en todo el mundo haciendo especial hincapié en la dramática situación que se vive en Oriente Próximo: “a pesar de los lazos irrompibles que tenemos con Israel, no podemos negar el sufrimiento de los palestinos y la humillación diaria a la que se ven sometidos con la ocupación. La situación es intolerable y América no dará la espalda a las aspiraciones legítimas de los palestinos de tener un estado propio”. Ahí es nada. Por primera vez un presidente de EEUU habla del fin de la violencia en esta zona sin ponerse de parte de uno de los implicados y reconociendo los derechos de los palestinos. Con el poder que tienen los judíos en “yankilandia” está claro que si no se han alzado voces críticas contra Obama es por algo, porque quizá ese acuerdo definitivo recoja exigencias ocultas que no supongan una gran pérdida de territorio con respecto a la situación actual. Sea por lo que sea lo importante es el mensaje de concordia lanzado porque con este clima de hostilidad en el que vivimos siempre salen perdiendo los civiles.

Pero Barack Obama no sólo hablo de Oriente Próximo sino que también se refirió al uso que los terroristas hacen del Islam y que ha propiciado el rechazo de muchos pueblos hacia todos aquellos que profesen la religión de Mahoma. “Considero parte de mi responsabilidad luchar contra los estereotipos negativos del Islam donde quiera que surjan porque el Islam no es parte del problema en el combate del extremismo violento sino una parte importante de la promoción de la paz”. Aunque pueda parecer que son meras palabras, la importancia de las mismas es crucial habida cuenta de que los países árabes impiden, en la mayoría de los casos, que las voces críticas de sus ciudadanos se oigan y puedan acallar estos estereotipos tan extendidos por todo Occidente en los que se les tilda de ser una panda de terroristas incultos y fanáticos que no respetan nada ni a nadie y a los que hay que exterminar.
Pero para aquellos que puedan pensar que el discurso fue absolutamente pro-árabe cabe destacar que no todo fueron palmaditas en la espalda. El presidente estadounidense aprovechó para hacer un llamamiento al respeto de la libertad religiosa: “el Islam tiene una tradición de tolerancia de la que se siente muy orgullosa y ése es el espíritu que necesitamos hoy”.
También hizo un llamamiento a la democratización de todos aquellos países que gobiernan “mediante la coerción” para que den “estabilidad y seguridad a su ciudadanía respetando los derechos de las minorías y permitiéndoles participar en un clima de tolerancia y compromiso”.
Y, por supuesto, especial interés mereció Irán y su obcecación por el armamento nuclear. Obama no sólo instó al régimen iraní a cejar en su empeño por fabricar armamento de este tipo sino que reafirmó el propósito de Estados Unidos de “buscar un mundo en el que ningún país tenga armas nucleares”. Para aquellos más suspicaces, añadió: “esto no es una cuestión de intereses sólo de EEUU, se trata de prevenir una carrera de armamento nuclear que puede llevar a esta región y al mundo entero por un camino muy peligroso”.Quizá todo quede en bonitas palabras porque ya se sabe que los lobbys económicos tienen más poder que los propios gobernantes de los países pero el mero hecho de que el presidente de la principal potencial mundial ofrezca un discurso en el que se tiendan puentes a la comunicación y el entendimiento de los pueblos es mucho más de lo que se ha hecho hasta ahora. El siguiente paso es confiar en que todos podamos dejar atrás nuestros intereses particulares y trabajemos por mejorar este planeta que, nos guste o no, compartimos. Como colofón me quedo con el resumen del propio Obama: “sabemos que la visión de Dios es que los pueblos del mundo vivan juntos en paz. Ése debe ser ahora nuestro trabajo aquí en la Tierra”.

lunes, 1 de junio de 2009

La esperanza negra

Tras una larguísima pugna interna en el seno del Partido Demócrata Barcak Obama inscribió su nombre en la historia de los Estados Unidos al convertirse en el primer presidente de raza negra. Meses antes de esta victoria electoral ya habían surgido numerosas teorías conspirativas que auguraban una muerte dramática del candidato ya que “nunca se iba a permitir que el país más poderoso del mundo estuviese gobernado por un negro”. Parece que esos hipotéticos magnicidas quedaron cautivados por el discurso conciliador del “Yes, we can” y nada malo sucedió. Luego fueron muchos quienes mostraron su incredulidad ante un hipotético cambio de rumbo en las relaciones internacionales del país pero, una vez más, parece que los agoreros erraron en sus pronósticos. Ahí tenemos el cierre de Guantánamo, el levantamiento del embargo a Cuba o la apuesta por, al menos, limar asperezas con Irán. Sin embargo, a pesar de estos movimientos también hubo quienes dijeron que eso eran sólo “pequeños gestos que en nada comprometían al país, que daban buena imagen ante la ciudadanía y que no afectaban a los judíos, poseedores de las grandes fortunas estadounidenses y, en consecuencia, gobernantes en la sombra”.

Una vez más, parece que las amenazas y los pensamientos funestos no hacen mella en la gran esperanza mundial en que se ha erigido este presidente de sonrisa franca y cautivadora. Ahora le ha tocado el turno a Israel. Es la primera vez que un presidente estadounidense hace un llamamiento al entendimiento, al acercamiento de posturas, a la paz, en este polvorín de Oriente Medio y que lo hace sin dar su apoyo incondicional a los judíos. Es más, ha pedido que cesen las hostilidades basándose en dos puntos: la no creación de más asentamientos judíos en Cisjordania y el reconocimiento de un futuro estado palestino. Con esta propuesta Obama se ha situado más que nunca en el ojo del huracán y ha hecho méritos para ganarse algún que otro enemigo en el ámbito internacional y también entre su propio electorado. Sin embargo, tras más de 60 años de lucha encarnizada por la posesión de estos territorios sagrados para las tres grandes religiones monoteístas parece que se vislumbra algo de luz al final del túnel. Habrá que cruzar los dedos para que el sueño de Obama se haga realidad y no perdamos la ocasión de hacer que el mundo se convierta en un lugar un poco menos inhóspito. Sobre este tema, Mario Vargas Llosa ha escrito hoy un exhaustivo artículo de opinión que no tiene ningún desperdicio. Sólo el título invita ya a la reflexión: ‘La cuadratura del círculo’.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/cuadratura/circulo/elpepuopi/20090531elpepiopi_13/Tes.

jueves, 28 de mayo de 2009

Me gusta conducir

Nos mola, nos encanta, nos apasiona, nos da energía, nos hace sentir vivos. Complicarnos la existencia es algo tan viejo como el mundo aunque ello nos haga sufrir. Siempre he soñado con tener coche. Desde pequeña. Había quienes soñaban con tener una bici, una casa, un perro o sólo un balón pero yo siempre quise un coche. Cuando tuve edad de tener uno, lo tuve. Era un modelo bastante moderno, adecuado a mis características. Era el mejor coche del mundo. Pasados unos años, inexplicablemente, el motor empezó a fallar y mis días felices se acabaron. Me costó mucho volver a decidirme por otro. “¡Menuda decisión!”, pensaba. No era algo que pudiera hacerse a la ligera. Con la de modelos que había en el mercado, ¿cómo saber cuál me garantizaría una relación a largo plazo lejos de mecánicos y gastos dolorosos e inesperados? Cada mañana me levantaba con el ojo avizor a la caza del modelo perfecto para mí: un modelo urbano, una berlina, un monovolumen, una camioneta... Algunos modelos quedaban descartados por completo pero otros, otros prometían, sin duda. Entonces, los miraba con detenimiento y pensaba: es demasiado caro, no tiene radio, las ventanillas no son automáticas, la marcha atrás es incómoda, hay que pisar a fondo el pedal de freno, le falta un retrovisor... Todos tenían alguna pega o tal vez fuera yo. Me acostumbré a ir andando a todas partes, a utilizar el transporte público o a que otros me llevasen. Esto viviendo allá, en el pueblo, cuando bajé a la ciudad me di cuenta de que ahora sí que era absurdo tener un coche y dejé de echar de menos el conducir. ¡En la metrópolis había de todo! Hasta que un día, mientras paseaba ensimismada en plena tormenta de verano, lo vi. Era el coche de mis sueños y allí estaba. ¡Un auténtico kilómetro cero! Precio asequible, bonito color, llantas de aleación, excelente motor... ¡incluso hacía juego con mis ojos! Desde entonces soy otra, ya no soy otro peatón, la ciudad me parece diferente y todas las horas me parecen escasas para ponerme al volante. Sin embargo, desde hace unas semanas el cambio climático y los gases de efecto invernadero rondan mi cabeza. Soy feliz con mi bólido pero me preocupa que, por su culpa, la Antártida se deshiele, los chinos sufran tsunamis y los tamiles continúen siendo un grano en el culo para el Gobierno de Sri Lanka. Creo que lo mejor será que deje de conducir. Si cunde mi ejemplo, a lo mejor, el mundo se convierte en un lugar mucho más habitable.

Enredos

Sólo la esperanza vana de quien aguarda, de quien aún ama, es capaz de dejar de lado los sentimientos, las heridas, y esperar agazapada a que ocurra el milagro. Pero éste casi nunca llega. Al menos no de la forma esperada. Un día te levantas, te lanzas al abismo del desamor y le pides una segunda oportunidad, entonces, te das cuenta de que mientras uno pensaba que realmente érais amigos, el otro tan sólo aguardaba el momento de recuperar lo perdido. Pero nunca hubo un tren que pasara por delante de la misma puerta hasta el infinito a la espera de que aquel cuya vista permanecía nublada, de repente se viera iluminada por la luz del corazón y se diera cuenta de que aquél, y sólo aquél, era el tren que le conduciría al destino que más necesitaba.

¿Visca el Barça?

Después de la temporada tan desastrosa que ha protagonizado el Real Madrid con escándalos deportivos y extra-deportivos de todo tipo sólo quedaba una misión para todo aficionado merengue: encomendarse a los santos que fueran necesarios para que su eterno rival no lograra lo que finalmente consiguió anoche en Roma, el triplete. Sin embargo, después de la excepcional temporada firmada por los de Pep Guardiola no queda sino reconocer el mérito de este ex jugador de la cantera barcelonista que ha logrado lo que ningún otro en su primera temporada al frente de un equipo de Primera División. Después de la guinda de este particular pastel, al Real Madrid le
toca hacer una profunda revisión de su concepto de juego, equipo y proyecto si no quiere seguir haciendo el ridículo como hasta ahora. Si Calderón volviera a la presidencia seguro que se empeñaría en fichar a Eto’o por eso de que, un día, lo dejaron escapar y ahora se ha revelado como una figura determinante en el juego de los azulgranas. Y nuevamente, se estaría equivocando. No se trata de tener un equipo lleno de estrellas porque tanto ego junto en un mismo vestuario no trae más que problemas. Ni tampoco de gastarse la millonada del siglo en promesas venidas de allende los mares. Se trata, para empezar, de potenciar la cantera. Esa base que el Barça mima y alimenta como si de hijos se tratase. Es costoso y lleva tiempo pero, al final, se producen milagros como el de anoche: “El Barça es el primer equipo español en lograr el triplete” (¡maravilloso titular de Marca!) y lo hizo con nada menos que siete jugadores procedentes de esa mina de oro que es La Masía. Ahora ya no hay nada que hacer salvo rendirse a los pies de este grandísimo Pep que, con su seriedad y compromiso, ha logrado colarse en la terna de los mejores entrenadores del mundo a sus 38 años.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Fronteras

Dos porteadoras murieron en el paso del Biutz, que une Ceuta y Marruecos, esta semana. La noticia aparece en la prensa nacional ocupando apenas unas líneas como si de una muerte por accidente laboral se tratase. A estas alturas de la película seguimos como siempre, a merced de Marruecos que no reconoce los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla pero que a diario deja cruzar a miles de porteadores que cargan sobre sus espaldas los productos que luego se venderán en los dominios de Mohamed VI. Desde luego a los comerciantes españoles les interesa esta relación comercial, también a los marroquíes, que se ahorran así costosos gastos en transporte y aduanas, pero ¿quién se ocupa de las personas? ¿cómo es posible que la Administración española siga mirando hacia otro lado? No es aceptable que como Marruecos siga sin reconocer las fronteras terrestres de España en suelo africano. ¡Menos mal que es un país amigo!

lunes, 25 de mayo de 2009

La persona humana


Queridos miembros y miembras,

Ha tardado mucho en manifestarse pero ahí la tenemos de nuevo. La flamante, y competente, ministra de Igualad, ha vuelto a abrir su boquita para decir una nueva tontería. “Un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no un ser humano”. Y yo me pregunto, ¿acaso es posible ser un ser vivo sin ser catalogado en ninguna especie? ¿Pero qué estupidez es ésta? O se es un ser humano o no, pero no se puede afirmar que es un ser vivo y negar que sea un ser humano, ¿o es que acaso antes de ser personas somos renacuajos? Definitivamente esta chica es un desecho de virtudes. ¡Qué competencia! No pudieron haber elegido a otra mejor. Estoy deseando que llegue la próxima entrega!! Mientras tanto, recomiendo encarecidamente, el apartado humorístico Eloy Oliveri en el Faro de Cantabria. No tiene desperdicio.

miércoles, 13 de mayo de 2009

La píldora

No voy a entrar en disquisiciones morales sobre si la píldora del día después es un método abortivo o no. No creo que sea esa la cuestión. La decisión del Gobierno español de permitir que esta píldora se dispense libremente en las farmacias a partir del mes de septiembre me parece: peligrosa, irresponsable y populista. Independientemente de si se trata de una práctica abortiva o no, el hecho de que cualquier mujer, incluso menor de edad, pueda acceder a ellas sin necesidad de una prescripción médica creo que es una temeridad. “Se trata sólo de liberar estrógenos”, explican desde la Administración para justificar esta decisión “que evitará miles de embarazos no deseados”. Pero ¿acaso alguien ha tenido en cuenta todo lo que esta decisión conlleva? La adolescencia no se caracteriza precisamente por ser un periodo de gran lucidez en la vida de una persona por lo que muchos optarán por esta ‘liberación de estrógenos’ como método anticonceptivo en lugar de como medida excepcional. Seguro que se evitarán muchos embarazos, pero a costa de obligar al cuerpo a adelantar la ovulación y eso no es algo que deba hacerse con frecuencia, precisamente. ¿Quién garantiza que la gente comprenderá que es una medida excepcional y no un sustitutivo del preservativo? ¿Acaso no sería mejor hacer más campañas de educación sexual y regalar condones? Así evitaríamos embarazos y enfermedades que, con esta medida, pueden multiplicarse. Al fin y al cabo, ahora con sólo ir a un centro de salud te dispensan la píldora, tienes supervisión médica y algo de asesoramiento. ¿Venderlo en las farmacias sin control médico es mejor?