jueves, 27 de diciembre de 2012

La yihad cotidiana


Reviso de buena mañana la prensa y encuentro una noticia que me anima un poco. Una iniciativa diferente en medio de tanto eco de cosa absurda que pasa por el mundo y que, teóricamente, debe afectarnos, alegrarnos, importarnos. Los musulmanes de Chicago, principalmente conversos y no árabes, están hartos de la islamofobia que impera a su alrededor y han lanzado una campaña tratando de explicarle a la gente lo que es la yihad, más allá de la guerra santa, tan útil para quienes cometen actos de terrorismo o se hacen eco de sucesos que buscan ensuciar el nombre del Islam y a los musulmanes. La yihad es un esfuerzo, es un reto, es algo que nos asusta, que nos resulta difícil, que nos duele, y a lo que nos enfrentamos con valentía y paciencia. La yihad del farero es salir de su torre y tocar el agua. Lleva años viendo la mar, la conoce como la palma de su mano pero se contenta con verla de lejos, sin meter los pies por miedo a que le arrastre la corriente a pesar de que sabe nadar y la chica de pelos auríferos le espera en un bote cercano a la orilla. Sueña con ella cada noche y se muestra intranquilo si no la ve cada mañana pero no se da cuenta de que un inesperado golpe de mar puede alejarla de él para siempre, porque esperar cerca de las rocas no es tarea sencilla, hay corrientes, monstruos marinos... La yihad de la chica es hacerse oír entre el murmullo constante de las olas, mostrarle que no tiene patas de gamba sino piernas y que puede vivir en tierra firme, que él no tiene que aprender a contener la respiración eternamente. La yihad del búho, del cuervo, de las gaviotas con sus siniestros graznidos, es la de asustar al farero día y noche y hacerle pensar una y otra vez que no será capaz de llegar a la barca, que la chica será un calamar gigante y que el espejismo le devorará por abandonar su apacible vida en el faro de Finisterrae. Mi yihad es sobrevivir cada día, afrontar mis miedos y superarlos pese a las caras de incredulidad de quienes me rodean.

No hay comentarios: