lunes, 27 de abril de 2009

Arte de vanguardia

¡Aah, el artisteo! ¡Qué mundo tan tentador! ¿Quién no ha soñado alguna vez con convertirse en una estrella, en un artista, y dejar atrás el mundanal ruido del currante? Todos, en un momento u otro, hemos ansiado que nuestro pretendido talento fuera reconocido por el resto del mundo para pasar a vivir como nos merecemos, como auténticos maharajás. Pero hete aquí que la realidad es bien distinta y con el paso de los años te haces a la idea de que nunca “pegarás el pelotazo” así que te acostumbras a estudiar y a trabajar para tratar de tener una vida, como mínimo, con las mismas comodidades que las que te proporcionaron tus padres. Tu vida transcurre más o menos sin sobresaltos hasta que un día, de casualidad, visitas una de esas exposiciones de artistas noveles en las que sientes que te toman el pelo y, entonces, piensas que el mundo es injusto y tú eres un pringado.
Caixafórum. Madrid. Primera planta. Un tipo que hace cuadros con billetes de euro triturados para mostrar que el dinero no tiene ningún valor. ¡Que me lo den a mí que seguro que le saco algún provecho! ¡o que lo envíen a alguno de esos miles de hospitales que hay en África viendo como la gente muere de malaria porque no tienen vacunas! ¿Realmente eso es arte?
Segunda sorpresa. ¿Cómo hablar de los emigrantes? Sencillo. Sólo necesitamos un tendedero con cuerdas que se mueven a una velocidad de un metro por minuto y todos los objetos domésticos que se te ocurran sujetos a ellas: pinzas, trapos de cocina, una mesa, una silla, una bacinilla, una maleta, un mapa del mundo, un juguete... ¡y así hemos fabricado nuestra obra de arte del día! Fácil, sencillo y para toda la familia.Seguro que soy una ignorante pero para mí eso no es arte. Es una tomadura de pelo pero, eso sí, con talento. Porque mientras todos curramos y acabamos asqueados porque no nos queda tiempo para disfrutar de nuestro tiempo libre, unos pocos privilegiados disfrutan dejando volar su imaginación y cobran por ello. ¡Yo también quiero ser artista!

lunes, 20 de abril de 2009

El Ángel Exterminador del Amor

Lucifer fue primero un ángel de Dios que, por su ambición y su maldad, fue expulsado del Paraíso. Fue en ese preciso instante cuando se creó el Infierno y con él, el lugar al que todos los creyentes –como mínimo los judeo-cristianos- podían ir a parar si no reunían los méritos suficientes para entrar en el Reino de Dios. Antes de pasarse al lado oscuro, Darth Vader era un jedi con unas aptitudes excepcionales para la lucha que, cegado por su ambición, se dejó seducir por el reverso tenebroso de la fuerza. En un plano más cotidiano, el Ángel Exterminador del Amor –aquel que reniega de su existencia, que se niega a dejarse llevar, que no se deja querer- no es sino un querubín que decepcionado por las malas jugadas de Eros ha decidido pasarse al reverso tenebroso y dejarse guiar exclusivamente por la razón. Como arma defensiva desde luego es efectiva: picoteo de donde quiero hasta que percibo el olor del amor y, aunque sea un huequecito calentito y agradable, cierro el jardín a cal y canto y me dedico a explorar nuevos horizontes no vaya a ser que de tanto andar por este apacible lugar pierda mis ansias de recorrer mundo. Repito, como estrategia no es mala, es lo que algunos pseudo-científicos llaman: la huída hacia delante. Soy consciente de que, en la mayoría de los casos, ésta es una actitud fruto de una profunda reflexión –tras un desengaño-. Pero, precisamente por ello, cuando la situación se repite demasiado tal vez sea necesario hacer examen de conciencia. Al fin y al cabo, cuando estaba al borde de la muerte, Darth Vader “se volvió bueno” ¿no?. No se trata de hacer una campaña a favor del amor como si fuera el remedio a todos los males del mundo porque sufrir, también se sufre, claro, y no es fácil conseguir lo que uno quiere (yo soy un claro ejemplo de pesimismo e inconformismo) pero el éxito está en la perseverancia, en no desalentarse a pesar de las adversidades. ¿Acaso alguien aprecia lo que tiene en esta vida –amor, dinero, trabajo, salud...- si no le cuesta esfuerzo conseguirlo?

jueves, 16 de abril de 2009

¿Un paso atrás? Sólo para coger impulso

Hay días en los que me levanto con la nube negra rondando mi cabeza y no puedo evitar tener una actitud absolutamente calimera. Todo me parece de un gris tan triste que me dejo llevar por el pesimismo y caigo en el tópico que, en condiciones normales, siempre rechazo: cualquier tiempo pasado fue mejor. Esos días siento que he fracasado, que no he logrado mis metas, que mi vida no es en absoluto como yo había planeado y entonces caigo en el absurdo. Rebusco en mi memoria algún momento en el que la vida me sonriera y añoro ese instante como si hubiera dejado pasar el tren más importante de mi existencia y nunca fuera a pasar ningún otro. ¡Bendita memoria selectiva! Con qué rapidez nuestra mente olvida los malos ratos, las malas pasadas, las lágrimas, los pesares y guarda en nuestra retina sólo las risas, las sensaciones de bienestar... Ficticios momentos perfectos. Sin duda es un mecanismo de autodefensa excepcional ¿qué sería de nosotros si recordáramos cada momento amargo que hemos vivido?
Lo malo es que cuando la nube negra acecha solemos olvidar la existencia de la memoria selectiva y tenemos tentaciones absurdas de regresar al pasado, a lo que ahora nos parece fácil y acogedor, a lo que creemos que podría proporcionarnos el bienestar que ansiamos y que no es más que una mera fantasía, algo irreal, una equivocación. Pero como el hombre es el único ser capaz de tropezar dos veces en la misma piedra es necesario estar siempre alerta, no dejarse llevar por el pesimismo, mantener siempre la brújula mirando al norte porque sólo el presente y el futuro podrán proporcionarnos lo que deseamos.

miércoles, 15 de abril de 2009

La muerte del periodismo (30.05.06)

Yo no soy de ésas que desde pequeña tenía claro que quería ser periodista y hacía sus pinitos como reportera desde que gateaba. En algún momento de mi vida, estudiando BUP, decidí que quería ser periodista y nada más. Desde entonces, siempre he tenido claro que ésta era la profesión a la que quería dedicarme costara lo que costara. Lo cierto es que desde los inicios lo tuve bastante fácil, encontré trabajo en la emisora de radio de mi ciudad y allí estuve dos años aprendiendo mucho en una empresa seria y con unos compañeros estupendos. Después de esto, una sustitución por maternidad en una agencia de noticias, un trabajo en un gabinete de prensa y el paro. Ocho interminables meses de inactividad buscando por todas partes, enviando currículums a todos los lugares del país, a emisoras, televisiones, periódicos y nada. Justo cuando se me terminaba la prestación del INEM y empezaba a pensar que tendría que buscarme la vida de otra cosa, mi vida cambió. Mil kilómetros de distanciay podría seguir con mi sueño de ser periodista. No me lo pensé ni un minuto y de un día para otro dejé mi vida, mi familia, mi tierra, todo, para dedicarme a lo mío. Ahora trato de pensar en positivo: me dedico a lo mío, tengo para mantenerme sin ayuda paterna y estoy aprendiendo mucho. Sí, mucho. Bueno y malo. Quizá más malo que bueno. Estoy aprendiendo que el periodismo tiene los días contados, que no importa si sabes o no sabes escribir, si has estudiado la carrera o si tienes ilusión porque las empresas de comunicación están llenas de incompetentes, porque están en manos de gente que no sólo no tiene ni idea sino que, además, tampoco disfrutan del periodismo y tienen una empresa de éstas como podrían tener una zapatería.Siempre se dice que los periodistas somos el colectivo con menos conciencia de grupo y que menos lucha por lo suyo y creo que es verdad. Yo también me incluyo en ese saco. Podría dejar el trabajo y permitir que otros ineptos (auténticos) ocupen un puesto que tampoco es nada del otro jueves pero que es mío y que debe ser ocupado por alguien con una formación adecuada pero no me da la gana. No pienso volverme a casa con el rabo entre las piernas sintiéndome una fracasada aunque aquí nadie valore mi trabajo y tenga que darme ánimos yo sola para continuar luchando, junto a mis compañeros, contra una marea muy fuerte. Así, que visto lo visto, y sabiendo que siempre seré una de esas mileuristas que no podrá hipotecarse nunca (estando cada vez más cerca la treintena) y teniendo conciencia de que la muerte del periodismo será culpa nuestra y de quienes, cada día, se aprovechan de nuestras ganas de trabajar y de nuestra ilusión, porque esta situación acaba con la ilusión del más optimista, tan sólo me queda quejarme y gritar que tenemos que hacer algo, que esto no puede continuar así, que los medios no pueden estar en manos de cualquiera y que son las asociaciones de la prensa, quienes deben impulsar ese cambio. A pesar de todo, seguiré luchando por mi sueño, hasta que no me queden fuerzas, hasta que terminen por completo con mis ganas de hacer algo por el periodismo, por aportar mi granito de arena para que este mundo sea un poco mejor cuando me haya ido, pero creo que esta ilusión y estas ganas no continuarán eternamente si sigo tropezándome con lo peor de este mundillo por el camino.....

Hay que tener el poder

¡Ay el amor!... ¿por qué nos complicaremos tanto la vida? Hay quien piensa que es imprescindible “tener el poder” para que una relación funcione. Que el protagonista de la historia debe tener siempre la sartén por el mango y ser el que “domine” la situación y no ser el dominado. Sin embargo, ésa es una concepción un tanto bélica de las relaciones interpersonales con la que no todo el mundo está de acuerdo. No se trata de ver quién gana porque no estamos ante ninguna lucha en la que o eres vencedor o eres vencido. Todos, en cualquier ámbito de nuestra vida, nos amoldamos a los demás porque no estamos solos en el mundo, máxime cuando esas personas forman parte importante de nuestra vida.
Está claro que no todo el mundo es igual, que no todo el mundo se comporta de la misma manera en lo que al amor concierne pero supongo que en la variedad está el gusto aunque por ello, muchas veces, se sufra. Cuanto más conozco a aquellos que van de duros, que no se implican, que todo lo quieren controlar, más me doy cuenta de lo vulnerables que son. Echando un primer vistazo son el tipo de personas que todos querríamos ser: seguros de sí mismos, naturales, alegres, espontáneos, ese tipo de gente que queremos tener cerca cueste lo que cueste. Ahora bien, en el momento en el que traspasas las primeras barreras ya puedes ir bien pertrechado porque te van a llover palos por todas partes. Y es que la naturaleza es bien sabia, cuanto más asustado está un animal más peligroso resulta para quienes le rodean y nosotros, al fin y al cabo, no somos tan diferentes aunque nos empeñemos en lo contrario. En el otro lado de la balanza están quienes nunca tienen el poder, quienes viven y duermen con coraza por si les atacan cuando están desprevenidos pero ¡pobre de ellos si alguien logra superar todas las barreras!. Ahí están completamente vendidos, indefensos, a merced de ese valiente que con su coraje e insistencia ha llegado donde tal vez otros muchos nunca llegaron. Llegados a este punto, ambos personajes tienen formas de comportarse bien distintas. Los primeros siempre quieren tener el control de la situación, ser quienes decidan el cómo, el cuándo y el dónde; mientras que los segundos se dejan llevar por la emoción del amor y se entregan –a veces sin ser conscientes del peligro- sin pararse a pensar quién tiene el poder.
Al final, es posible que ambos sufran, que la historia no termine como en las películas, que no haya cuento de hadas ni ninguna de todas esas cosas que siempre nos han vendido que debe tener el amor pero el camino que ambos hayan recorrido hasta ese punto habrá sido, probablemente, bien distinto.
Mientras uno ha disfrutado de la ‘erótica del poder’ (“hace lo que yo quiero, ya le dejé claro que no quería nada serio y aceptó, así que ahora tenemos una relación libre”: libre para que el poderoso esté con otra gente si así lo desea mientras el otro “prefiere” no ejercer esa libertad) el otro ha vivido en un mundo –muchas veces irreal- en el que el amor flotaba en el ambiente. Y es que cuando la emoción del amor te embarga estás totalmente perdido: te levantas cantando por las mañanas; pierdes el apetito; tienes siempre dibujada una amplia sonrisa; se te estropea el radar y, de repente, ya no hay más gente interesante en el mundo; ¡incluso disfrutas del olor de la yerba fresca y del canto de los pájaros aunque estés en plena Castellana! Éste sólo quiere que el tiempo pase para volver a verlo y se sube por las paredes si el otro no demuestra todo el interés que quisiera pero –y ahí radica la diferencia- mientras el poderoso espera a que le llamen y no llama así se esté muriendo, el que vive en su mundo decide llamar porque ¿si puede quedar hoy para qué dejarlo para mañana?
Al final, la vida son dos días así que ¿para qué perder el tiempo en esperar a que el otro dé el paso si lo puedes dar tú y el resultado va a ser el mismo? Tengas o no el poder sólo lo que tenga que ser, será.

martes, 7 de abril de 2009

Cambios para afrontar la crisis

Es que lo veo y no lo creo. Por primera vez desde que alcanza a recordar mi corta memoria de pez, vamos a tener personas altamente capacitadas al frente de los ministerios españoles. Parece que la crisis le ha hecho a nuestro presidente aguzar el ingenio y acordarse de nombres que, salvo que se demuestre lo contrario, tienen mucho que aportar a las carteras para las que han sido elegidos. El presidente de la Conferencia de Rectores y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, estará al frente del Ministerio de Educación que, después de tener durante un año separada la Universidad de la Educación Primaria y Secundaria, recupera la enseñanza universitaria como competencia. ¿Pero quién fue la lumbrera que aconsejó semejante separación? Con los miles de problemas que hemos tenido con cada uno de los planes de estudio ideados por los partidos que gobernaban ¡y a un iluminado se le ocurre separar la Universidad del resto de la Educación! ¿Sería para dedicarse por completo a la adaptación al Plan Bolonia?
La presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González Sinde, asumirá la cartera de Cultura. De cine fijo que sabe mucho, ahora bien del resto de ámbitos.... como lo desconozco, le daremos el voto de confianza. Trinidad Jiménez, curtida en mil batallas internacionales, asume Sanidad y Servicios Sociales que no es precisamente una tontería. Creo que puede hacer un buen papel. A partir de aquí..... Pepiño Blanco como ministro de Fomento. La verdad es que no acabo de verlo pero cualquier solución es buena con tal de perder a la conflictiva "Maleni" Álvarez que ha demostrado no tener la más mínima mano izquierda con los nacionalistas para gestionar los mil y un problemas derivados de su cartera. El problema es que Pepiño tampoco parece tenerla. En cuanto a Chaves, la buena noticia es que sale de su feudo andaluz y eso permitiría, como poco, un cambio en esta región en la que después de más de 20 años de gobierno monocolor estaría bien que entrasen aires nuevos. Pero lo mejor es lo del Ministerio de Deporte que queda ahora ¡en manos de ZP! Debo reconocer que yo haría lo mismo si fuera presidenta, pero no sólo con éste sino con otros muchos ministerios que me resultan interesantes. Pero claro, esto no es una cuestión de asumir competencias de temas que te gusten sino de trabajar para que todo vaya, como mínimo, un poco mejor que ahora. Como Presidente del Gobierno dudo que el señor Zapatero vaya a tener mucho tiempo libre para ocuparse del Deporte más allá de sus compromisos oficiales, u oficiosos, acudiendo a ver diferentes espectáculos deportivos. Por eso, me parece un exceso de vanidad el creer que puede asumir una competencia de este calado sin que esta cartera ministerial se resienta de su frenética actividad como Presidente. Pero vamos, que si de lo que se trata es de ocupar su tiempo libre, mejor haría en emplearlo para estudiar inglés a ver si de una vez por todas dejamos de hacer el ridículo cuando salimos del ámbito Iberoamericano y podemos empezar a prescindir de los intérpretes. Más que nada porque es imposible afianzar las relaciones personales entre mandatarios de diferentes países -al final, de eso es de lo que se trata- si necesitas siempre a una persona que te traduzca hasta las interjecciones. En general, creo que los cambios son para mejor aunque ya puestos también hubiera quitado a "la miembra" estrella de este Gobierno: Bibiana Aído.