domingo, 1 de noviembre de 2009

Estrés post-traumático

No creo que una mujer deba ir a la cárcel por tomar la decision de abortar pero tampoco me parece que esta decisión deba tomarse a la ligera. Como siempre nos centramos en la solución pero no tratamos de resolver el problema. Hay que proporcionar los instrumentos adecuados para que una niña de 16 años que decida mantener relaciones sexuales a tan temprana edad no quede embarazada ni se arriesgue a contraer cualquier enfermedad. Se trata de evitar las decenas de casos de niños que cada año se abandonan en nuestras calles nada más nacer; de que las parejas que sí quieran un bebé puedan adoptar en un plazo de tiempo razonable; se trata de educar a nuestros hijos para que sean responsables y consecuentes con sus actos. Creo que en este asunto el Gobierno se equivoca. Hay que tratar el origen, la causa del problema y no la consecuencia porque no es coherente que una niña de 16 años pueda comprar la píldora, tabaco o interrumpir su embarazo sin consentimiento paterno y sí lo necesite para trabajar, hacerse un piercing o ser fotografiada. Además, en todo este asunto se está obviando una parte crucial: las consecuencias psicológicas de dicha decisión porque la mente tiene a veces esas cosas. A veces, los efectos de una decisión de semejante envergadura no aparecen al mes ni al año, aparecen cuando esa adolescente toma la decisión madura de tener un hijo quizá cuando está en la treintena. ¿Qué haremos entonces? ¿Psicólogos gratis para todas? ¿Y si la adolescente que aborta tiene complicaciones y muere? ¿Deberá el estado indemnizar a sus padres? ¿Por qué tengo la sensación de que se legisla a golpe de reacción y no de previsión?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

David; ¿Te has cambiado a lo políticamente correcto? La educación es fundamental tanto en el sexo como en la mesa, como en un tren, pero no estoy de acuerdo con que abandonar niños sea por un problema de educación es un problema de ser mala gente.

Nubenegra dijo...

Sí, pero a veces ser mala gente tiene su origen en una falta de educación, en una falta de alternativas. ¿No ves las inmigrantes que se prostituyen y quedan embarazadas? ¿las que son ilegales y se quedan paralizadas por el miedo? Tal vez ahí, las alternativas fueran algo bueno.