Cuando pensaba que Gran Hermano ya no podía sorprenderme más, van y se descuelgan con esos tres indígenas de Papúa Nueva Guinea encerrados en Guadalix de la Sierra. Aún recuerdo los anuncios de la primera edición, cómo íbamos a estar ante "un experimento sociológico sin precedentes", pero esto me parece demasiado. Tantas asociaciones feministas, defensoras del menor, de los peces, de las termitas.. y ¿nadie se ha preocupado de estos pobres? ¿se ha parado alguien a pensar qué impacto psicológico puede tener el hecho de traer a estas personas, que nunca habían salido de su aldea, a España? ¿a una cultura tan distinta? Creo que alguien debería haber alzado la voz durante estas dos semanas que han permanecido sometidos al control de las indiscretas cámaras de GH pero, claro, tal vez alguien hubiera dicho que no somos suficientemente progres.... Espero que no tengan ningún tipo de trauma al regresar a su aldea, que no se gasten el dinero en alcohol, que no tengan depresiones ni nada que se le parezca aunque claro, teniendo en cuenta que el anuncio de una cadena de bocatas podía afectar psicológicamente a los agricultores del mundo, no quiero ni pensar qué sucederá con estos singulares participantes del reality español por excelencia.
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