Eso, sin duda, es lo que han hecho Rajoy y Zapatero que para una vez que deciden ponerse de acuerdo en algo lo hacen para nombrar a un octogenario como presidente de RTVE. Sí, el hombre es muy culto, colabora con la SER, fue ministro y tiene un gran currículo como gestor pero... ¡tiene 81 años! Ya puestos, ¿por qué no repescan a Carrillo? Pero en este país lo de la jubilación es sólo para los pobres ¿no? Porque para nombramientos galácticos entran en la terna hasta los niños de la Guerra Civil. El mandato es por seis años aunque quién sabe si llegará a cumplirlos, puede que lo echen antes o que al hombre se le vaya la cabeza en el transcurso de los mismos. Ya puestos, si me hubieran preguntado hubiera votado sin pestañear por Punset: ex ministro, gran comunicador, interesado por la ciencia y el ser humano y no tanto por lo material y, sobre todo, conocedor del ente público. En fin, que más hubiera valido que se pusieran de acuerdo para sacar a alguien de la crisis y no para recolocar a un abuelete que debería estar leyendo apaciblemente al calor de la chimenea durante las frías tardes de invierno. Pero aún queda una pequeña esperanza, el Congreso deberá aprobar el nombramiento. A pesar del consenso PP - PSOE a lo mejor a algún diputado le entra la cordura en el último momento y vota en contra pero, claro, eso sería pedir demasiado...
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