Uno. Sábado por la mañana. Tres veinteañeros en un tren que va desde la capital hacia la costa. "Tíos, ¿sabéis que en Asturias no hay negros?". Dos. Estación de autobuses. Una mujer le dice a su hija "¿has visto qué pila de negros?". Ella responde: "Uy, sí, seis. Creo que vienen a invadirnos pero ¿te has fijado en que no hay más que blancos por todas partes? ¡Ah, es que esos somos nosotros!". Tres. Un mozo de esos que, aparentemente, son un buen partido con su carrera y un buen trabajo, afirma sin avergonzarse: "Cada vez me gusta menos Lavapiés, ¡no hay más que moros, moros y más moros!". Cuatro. "¿A que mi amiga FlowerPower es guapa? Es periodista y se muda a Barcelona. ¡Pues aquí donde la véis tiene un novio moro! Pero vamos que yo no soy racista ¿eh?, mi marido es de pueblo, de la virgen del puño y sin estudios ¡pero muy trabajador!". Cinco. Una profesora de primaria alérgica al mestizaje afirma rotunda: "si tu hija se casa, no me alegraré". ¿En qué manos están nuestros hijos?. Seis. "América no existía hasta que nosotros la descubrimos porque lo que nadie sabe que está, no existe". Lo mismo pensarán ellos de Europa y para entonces, ya llevábamos un tiempo por aquí. ¿Acaso un árbol que cae en medio del bosque sin que nadie lo oiga, no hace ruido? Siete. Una musulmana en un grupo de 16 personas: "Con vosotros me siento a gusto, no me miráis ni me tratáis diferente aunque lleve hijab, en el metro he tenido que oír tantos comentarios..." Ocho. "¿Un bisnieto negro?", dice mientras tuerce la boca en un gesto de desaprobación y disgusto. "Yo no soy racista pero no me gustaría porque el crío, mulato, iba a sufrir mucho por los comentarios de la gente". Una soberana estupidez en los tiempos que corren pero, al menos, quien lo dice tiene 80 años y ha vivido en otra época. Pero, ¿el resto? Ay, el resto. El resto es un reflejo fiel y cotidiano de esta España en la que vivimos, que dista más de ser cosmopolita que de aquel Paco Martínez Soria que llegaba a Madrid con la gallina debajo del brazo.
2 comentarios:
Nueve, la riqueza cosmopolita de Espaeuropa es tan necesaria como evidente. Diez, el proceso de integración debe cobrar una dimensión bidireccional.Once, la religión no debe estigmatizar a nadie, ni nadie debe ser estigmatizado por pertenecer a una confesión cualquiera que sea. Doce, sigue escribiendo que aunque no reflejemos siempre nuestros comentarios,
te seguimos leyendo en este Free Space Wall.
Trece. El mundo gira y nosotros nos entretenemos en mirar si el sol brilla más o menos sin percatarnos de lo que sucede a nuestro alrededor. Sube la telebasura para alienar nuestras mentes y rebajar el conocimiento. Catorce. La Navidad es un invento del Corte Inglés aderezado con el señor gordo de Coca Cola. Quince. Gracias por la lectura asidua pero no escatiméis con los comentarios.
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