Cuanto más sé, menos quiero saber. En serio. A veces creo que se me va a ir la cabeza por completo y que voy a volverme loca de amor y de indignación. Pero hoy sólo hablaré de la indignación, la locura por amor me la guardo para mi. Voy por la calle y me da la sensación de estar rodeada de zombis, de que nadie se implica con nada, de que hemos rebasado un límite invisible tras el que ahora todo está permitido. Lejos de evolucionar, caminamos hacia atrás, irremisiblemente hacia el abismo. Tal vez esto sea lo que sucede cuando una civilización se encuentra al borde del ocaso, tal vez hubo otros que sintieron lo mismo que yo cuando cayó Roma o Atenas o Constantinopla. O tal vez no. Enciendo la tele y todos los programas me venden lo mismo: hijos que maltratan a sus padres, niños pijos sin aspiraciones y egoístas, lujo, superficialidad, violencia, sexo y hedonismo puro y duro, y lo cierto es que no encuentro mi sitio.
Haciendo zapping descubro un programa que me saca de mi indignación: "Nosotros también". Lo emite La 2 y está realizado por y para personas con discapacidad intelectual. Los hay que padecen Síndrome de Down pero otros, simplemente, tienen eso que llamamos retraso. ¡Qué duras pueden ser las palabras y qué injustas! Tienen entre 25 y 40 años, son cuatro y se sientan a debatir ante las cámaras sobre si es adecuado que ellos mismos tengan hijos. Me quedo hipnotizada. Aquellos a los que tachamos de no válidos, a los que discriminamos por tontos, argumentan con una lógica aplastante los pros y los contras de que aquellos que no son "normales" puedan tener responsabilidades tan serias como la de tener niños. Algunos dicen que no se ven capaces, otros dicen que sí, que la familia les ayudaría, que pueden darles cariño, cuidarles y educarles con el mismo éxito que cualquier otra pareja o incluso más. Yo no me lo pensaría ni un minuto. Tienen razón. Son tan absolutamente conscientes de sus limitaciones y de la trascendencia de una decisión de este tipo que me pregunto qué le pasa al resto del mundo que, a pesar de tenerlo todo más fácil, se toma la vida alegremente, como si fuéramos jóvenes e irresponsables eternamente. Como si nuestros padres fueran a aparecer detrás de nosotros a limpiar nuestro estropicio. Ahora los programas de corazón generan sus propios contenidos hablando de la vida de los colaboradores, sacando todos sus trapos sucios.
Hemos perdido el norte. Bombardeamos Libia y nadie sale a la calle a protestar. El debate es si está bien o no matar a Gadafi. ¿Cómo voy a mantener mi fe en el sistema? No es posible. Esto ya no me gusta. No me gusta nada. Thilo Sarrazin vuelve a las andadas en Alemania su xenófobo libro ha superado las ventas del millón de ejemplares con perlas que invitan a la discriminación de árabes y musulmanes que "no hacen más que tener hijos, fomentando la inestabilidad de Alemania, criando a hijos que rebajarán la inteligencia media del país". O sea que ser inmigrante o pobre tiene que ver directamente con la inteligencia. No con las oportunidades ni con la formación académica, no, con la inteligencia. Está claro que el dinero ha dado grandes cerebros como: Paris Hilton, Chabeli Iglesias, George W. Bush, Mariah Carey, Jesulín de Ubrique, Berlusconi... Y que todos aquellos que creen en Dios son unos fanáticos sin cerebro: como Gandhi, Teresa de Calcuta, los místicos de la literatura española, Tariq Ramadan, Kanouté... Cuando un tipo con semejantes ideas logra que le publiquen un libro es que el mundo está tan mal que una tirita no lo soluciona. Por cierto, como es alemán y los nazis desaparecieron hace cuatro días, todos los teutones son nazis, entonces, hay que gasearlos ¿no? Porque esa es la lógica que aplicamos con los árabes, todos analfabetos y terroristas. Pero, claro, si exterminamos a Alemania, que es la madre del cordero de la UE, entonces, tendremos que ir a pedirle pasta a los jeques, ¡ah! que eso ya lo hemos hecho... Entonces, si A + B es igual a C, contratemos a los judíos para exterminar a los alemanes, ojo por ojo. O mejor, todo el que tenga un pasado sucio, como no va a poder librarse de él y evolucionar, ¡a la hoguera! ¡Uy eso tampoco vale que nosotros tenemos a Franco y a la Inquisición! Bueno, entonces, Europa sí y los demás no, bueno sí pero sólo para explotarles. O sea que los dejamos vivos para entretenernos que si no, nos tendremos que sacar los ojos entre nosotros y ¡somos Occidente! Eso sólo lo hacen los salvajes.... ¿ves cómo se me está yendo la cabeza? Entonces, tienen razón los que pasan de todo, hedonismo y tirando millas por encima de quien sea, que la vida son dos días.
Haciendo zapping descubro un programa que me saca de mi indignación: "Nosotros también". Lo emite La 2 y está realizado por y para personas con discapacidad intelectual. Los hay que padecen Síndrome de Down pero otros, simplemente, tienen eso que llamamos retraso. ¡Qué duras pueden ser las palabras y qué injustas! Tienen entre 25 y 40 años, son cuatro y se sientan a debatir ante las cámaras sobre si es adecuado que ellos mismos tengan hijos. Me quedo hipnotizada. Aquellos a los que tachamos de no válidos, a los que discriminamos por tontos, argumentan con una lógica aplastante los pros y los contras de que aquellos que no son "normales" puedan tener responsabilidades tan serias como la de tener niños. Algunos dicen que no se ven capaces, otros dicen que sí, que la familia les ayudaría, que pueden darles cariño, cuidarles y educarles con el mismo éxito que cualquier otra pareja o incluso más. Yo no me lo pensaría ni un minuto. Tienen razón. Son tan absolutamente conscientes de sus limitaciones y de la trascendencia de una decisión de este tipo que me pregunto qué le pasa al resto del mundo que, a pesar de tenerlo todo más fácil, se toma la vida alegremente, como si fuéramos jóvenes e irresponsables eternamente. Como si nuestros padres fueran a aparecer detrás de nosotros a limpiar nuestro estropicio. Ahora los programas de corazón generan sus propios contenidos hablando de la vida de los colaboradores, sacando todos sus trapos sucios.
Hemos perdido el norte. Bombardeamos Libia y nadie sale a la calle a protestar. El debate es si está bien o no matar a Gadafi. ¿Cómo voy a mantener mi fe en el sistema? No es posible. Esto ya no me gusta. No me gusta nada. Thilo Sarrazin vuelve a las andadas en Alemania su xenófobo libro ha superado las ventas del millón de ejemplares con perlas que invitan a la discriminación de árabes y musulmanes que "no hacen más que tener hijos, fomentando la inestabilidad de Alemania, criando a hijos que rebajarán la inteligencia media del país". O sea que ser inmigrante o pobre tiene que ver directamente con la inteligencia. No con las oportunidades ni con la formación académica, no, con la inteligencia. Está claro que el dinero ha dado grandes cerebros como: Paris Hilton, Chabeli Iglesias, George W. Bush, Mariah Carey, Jesulín de Ubrique, Berlusconi... Y que todos aquellos que creen en Dios son unos fanáticos sin cerebro: como Gandhi, Teresa de Calcuta, los místicos de la literatura española, Tariq Ramadan, Kanouté... Cuando un tipo con semejantes ideas logra que le publiquen un libro es que el mundo está tan mal que una tirita no lo soluciona. Por cierto, como es alemán y los nazis desaparecieron hace cuatro días, todos los teutones son nazis, entonces, hay que gasearlos ¿no? Porque esa es la lógica que aplicamos con los árabes, todos analfabetos y terroristas. Pero, claro, si exterminamos a Alemania, que es la madre del cordero de la UE, entonces, tendremos que ir a pedirle pasta a los jeques, ¡ah! que eso ya lo hemos hecho... Entonces, si A + B es igual a C, contratemos a los judíos para exterminar a los alemanes, ojo por ojo. O mejor, todo el que tenga un pasado sucio, como no va a poder librarse de él y evolucionar, ¡a la hoguera! ¡Uy eso tampoco vale que nosotros tenemos a Franco y a la Inquisición! Bueno, entonces, Europa sí y los demás no, bueno sí pero sólo para explotarles. O sea que los dejamos vivos para entretenernos que si no, nos tendremos que sacar los ojos entre nosotros y ¡somos Occidente! Eso sólo lo hacen los salvajes.... ¿ves cómo se me está yendo la cabeza? Entonces, tienen razón los que pasan de todo, hedonismo y tirando millas por encima de quien sea, que la vida son dos días.
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