Hoy no tengo muchas ganas de escribir, de pensar, así que he decidido copiar parte del texto que hoy publica El País en el blog de Ramón Lobo, un periodista con una gran capacidad de análisis, con una empatía realmente envidiable. Bajo el título "El Otro, mezquitas, Zona Cero" se expresa así: "
Ryszard Kapuscinski, cuya memoria algunos tienen en observación debido a un libro que le acusa de fabular en exceso (solo tendríamos que cambiar sus extraordinarios textos de la zona de no ficción a la de cierta ficción), sostenía que el mayor descubrimiento de la Humanidad es el Otro. Saberse acompañado, compartido, ¿amenazado? No es fácil gestionar el Otro, comprenderlo, aprenderlo y respetarlo. El miedo a lo desconocido, a lo diferente, a otro idioma, a otro color, a otro dios, y la falta de información o su agitación falseada, generan odio y el rechazo, la irracionalidad, como se expresa en este videojuego. No conviene olvidar que para el Otro nosotros somos otra Otredad. El problema es el mismo. Las guerras nacen de la manpulación de esos sentimientos, de esos temores. Los mitos solo sirven para justificarlas.
No es la guerra, pero el debate sobre la creación de un centro islámico con mezquita cerca de la Zona Cero de Nueva York, The Cordoba House en homenaje al espíritu de tolerancia de aquel califato, está agitando esos sentimientos de bajura. El diario The New York Times ha publicado una encuesta en la que más de dos tercios de los entrevistados se opone. El 60% admite tener sentimientos negativos respecto al islam después del 11-S. También hay declaraciones esperanzadoras, como las que recoge este vídeo.
La religión y la raza (inmigración) son las herramientas utilizadas para agitar, separar y ganar votos, y más en tiempos de crisis. Sarah Palin no perdió en julio la oportunidad de sumarse al movimiento anti-mezquita, un gesto que obligó a Barack Obama a una declaración de alto riesgo electoral y su posterior matización. Yes we can, sometimes. El virus de la intolerancia no solo afecta a Nueva York. [...]
No es necesario señalar a EEUU. La oposición a la construcción de mezquitas también afecta a Europa y a España con cada vez más frecuencia. En Arabia Saudí no hay debate ni polémica. Allí no se construyen iglesias cristianas. Nos diferencian los valores, la democracia, la tolerancia. Es lo que está en juego".
A veces es tan fácil hablar sin pensar en el Otro como uno de los nuestros que me aterra imaginar todo aquello de lo que seríamos capaces por "defendernos" de semejante amenaza.
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