Estamos en plena Edad Media y la princesa de nuestro cuento pasa sus días mortalmente aburrida en la torre del castillo en la que ha sido encerrada por los enemigos de su familia. Sin embargo, esta mañana, aparentemente igual a todas las anteriores, algo ha cambiado. Se levanta sonriente, contenta, presa de una alegría que no sabe de dónde procede pero que le lleva directamente a asomarse por la ventana. Con el corazón palpitante, otea el horizonte. A lo lejos, bajo el sol de mediodía, un joven cabalga sobre un elegante corcel bayo. En unos días alcanzará los dominios del castillo. No hay tiempo que perder. ¡Es él! ¡Su príncipe! ¡Ése con el que sueña cada noche! ¡Ése que la rescatará de su cautiverio y le llevará a descubrir el magnífico bosque que se extiende bajo su ventana!
2 comentarios:
Joé con el momento Walt Disney... Pásalo bien salgas o no de la torre medieval... je
Calamaaaar, me encantó verte este finde!!
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