Anoche vi Avatar. Sí, ya sé que voy un poco tarde pero el caso es que la he visto y me ha gustado bastante aunque lo de las gafas 3D me hace un poco raro. No tenía ni idea de qué iba así que esta crítica de la crueldad a la que hemos llegado en la sociedad actual me dio escalofríos.Los otros no importan aunque nosotros hayamos ido hasta Pandora en su busca. Los na’vi no se han metido con nadie, viven tan tranquilos bajo su propio sistema organizativo, disfrutando de lo que les da la naturaleza y manteniendo un armonioso equilibrio. Pero hete aquí que llegan los humanos, en forma de ese gran hermano yanqui que a todo el mundo libera de su opresión, y arrasan con todo para conseguir una maldita piedra que les hará de oro. No importa que por el camino muera gente ni que estén irrumpiendo en una tierra que no es suya porque, a ver, ¿dónde están los contratos de propiedad? ¿qué es eso de que esta tierra es mía porque hemos vivido aquí desde hace miles de años? Aquí hay que poner un poco de orden y educar a estos salvajes que hablan con los árboles, cazan sólo cuando tienen hambre, no maltratan a los animales y andan medio desnudos. Por eso cuando apenas unos miles de ellos se arman con arcos y flechas para luchar contra el hombre del cielo, el invasor, que viene con metralletas a bordo de helicópteros blindados; por eso, hay que hacer un “ataque preventivo” no vaya a ser que sus mortíferas flechas le hagan un rasguño a la carrocería y aniquilen a la raza humana. Entonces, ¿de quién es la culpa? ¿de los que atacan preventivamente o de los que simplemente se defienden de un enemigo que ni conocen? Definitivamente, este mundo está enfermo.
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