¡Aah, el artisteo! ¡Qué mundo tan tentador! ¿Quién no ha soñado alguna vez con convertirse en una estrella, en un artista, y dejar atrás el mundanal ruido del currante? Todos, en un momento u otro, hemos ansiado que nuestro pretendido talento fuera reconocido por el resto del mundo para pasar a vivir como nos merecemos, como auténticos maharajás. Pero hete aquí que la realidad es bien distinta y con el paso de los años te haces a la idea de que nunca “pegarás el pelotazo” así que te acostumbras a estudiar y a trabajar para tratar de tener una vida, como mínimo, con las mismas comodidades que las que te proporcionaron tus padres. Tu vida transcurre más o menos sin sobresaltos hasta que un día, de casualidad, visitas una de esas exposiciones de artistas noveles en las que sientes que te toman el pelo y, entonces, piensas que el mundo es injusto y tú eres un pringado.
Caixafórum. Madrid. Primera planta. Un tipo que hace cuadros con billetes de euro triturados para mostrar que el dinero no tiene ningún valor. ¡Que me lo den a mí que seguro que le saco algún provecho! ¡o que lo envíen a alguno de esos miles de hospitales que hay en África viendo como la gente muere de malaria porque no tienen vacunas! ¿Realmente eso es arte?
Segunda sorpresa. ¿Cómo hablar de los emigrantes? Sencillo. Sólo necesitamos un tendedero con cuerdas que se mueven a una velocidad de un metro por minuto y todos los objetos domésticos que se te ocurran sujetos a ellas: pinzas, trapos de cocina, una mesa, una silla, una bacinilla, una maleta, un mapa del mundo, un juguete... ¡y así hemos fabricado nuestra obra de arte del día! Fácil, sencillo y para toda la familia.Seguro que soy una ignorante pero para mí eso no es arte. Es una tomadura de pelo pero, eso sí, con talento. Porque mientras todos curramos y acabamos asqueados porque no nos queda tiempo para disfrutar de nuestro tiempo libre, unos pocos privilegiados disfrutan dejando volar su imaginación y cobran por ello. ¡Yo también quiero ser artista!
Caixafórum. Madrid. Primera planta. Un tipo que hace cuadros con billetes de euro triturados para mostrar que el dinero no tiene ningún valor. ¡Que me lo den a mí que seguro que le saco algún provecho! ¡o que lo envíen a alguno de esos miles de hospitales que hay en África viendo como la gente muere de malaria porque no tienen vacunas! ¿Realmente eso es arte?
Segunda sorpresa. ¿Cómo hablar de los emigrantes? Sencillo. Sólo necesitamos un tendedero con cuerdas que se mueven a una velocidad de un metro por minuto y todos los objetos domésticos que se te ocurran sujetos a ellas: pinzas, trapos de cocina, una mesa, una silla, una bacinilla, una maleta, un mapa del mundo, un juguete... ¡y así hemos fabricado nuestra obra de arte del día! Fácil, sencillo y para toda la familia.Seguro que soy una ignorante pero para mí eso no es arte. Es una tomadura de pelo pero, eso sí, con talento. Porque mientras todos curramos y acabamos asqueados porque no nos queda tiempo para disfrutar de nuestro tiempo libre, unos pocos privilegiados disfrutan dejando volar su imaginación y cobran por ello. ¡Yo también quiero ser artista!