Gerónimo no era Bin Laden, aunque nos han hecho creer eso durante unos días. Ahora resulta que consumía porno a pesar de ser devoto creyente y estar absolutamente desconectado del mundo (sin teléfono ni internet) por miedo a ser descubierto. Así que así es como pasaba las horas muertas ¿eh? ¡qué pillín! Con tres mujeres en casa, ocupándose de diseñar el mal que acecha al resto del mundo y perdiendo el tiempo en tonterías cual adolescente yanki con acné y una obsesión desmesurada por el sexo. ¡Venga ya!
Lo de Strauss-Khan tiene peor pinta. Primero dice que no hubo nada, que estaba comiendo con su hija y ahora alega sexo consentido. Hm, sigo pensando que hay gato encerrado aunque depravados los hay en todas partes, incluso en las altas esferas. Ya se sabe que tenerlo todo no es bueno, te aburres, empiezas a probar cosas nuevas, te drogas, debes favores y al final, te clavan un puñal por la espalda o te pasas con tus actos creyéndote intocable.
Ahora los socialistas no tienen miedo de perder, tienen miedo de las movilizaciones de los jóvenes que estos días llaman al voto en blanco y es que saben que la mayor parte de quienes participan son potenciales votantes de la izquierda. Salgado hablaba de la responsabilidad de Strauss-Khan y de la necesidad de asumir sus actos. Ojalá nuestra clase política se aplicara también el cuento. Me gustaría tanto una renovación integral en todos los partidos....
En fin, el domingo toca ir a las urnas. Más de lo mismo. Este sistema está enfermo y no hay medicina que lo cure. Lo único para atajar la gangrena es la amputación pero los sillones son tan cómodos...
1 comentario:
Me comenta un amigo, vía correo, que lo de Strauss-Khan le huele a conspiración entre hermanos... masones. No sé. Tal vez. Claro, si tenemos en cuenta que el director del FMI siempre es europeo porque el del Banco Mundial siempre es americano (teóricamente de tooodo el continente pero luego...) y hay que equilibrar fuerzas entre las únicas partes del mundo que existen para estos menesteres y que ambos, sin duda, forman parte del selecto y secretísimo Club Bilderberg que, curiosamente, cuenta con miembros de algunas de las familias reales de Oriente Medio (sólo de las amigas, claro) y que ellos son los que deciden que pasa al final en el mundo...
Entonces está claro, dos y dos son cuatro. Porque claro, ahora resulta que el señor Strauss se alojaba en un hotel de cinco estrellas en el que trabajaba una nigeriana (según TVE) o guineana (según TV 3) que vive en un edificio lleno de enfermos de sida. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿decir que es una sin papeles? Yo es que alucino. Como si un súper mega hotel hiper pijísimo neoyorkino no supiera perfectamente a quién tiene trabajando en sus instalaciones. ¡ja! ¡¡¡¡Pero si a mi me hicieron un examen médico que incluía uno de tóxicos antes de entrar en la empresa en la que estoy!!! ¡¡Y no trabajo en la NASA! Sin duda nos toman por tontos.
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