Está claro: el que quiera peces... Nadie va a venir a sacarte las castañas del fuego, ni jefes, ni compañeros, ni sindicalistas. Nadie. Cuando el diálogo no sirve ¿qué te queda?
Madrid. Finales de septiembre. Mi departamento organiza una jornada de hermandad para implicarnos en los nuevos proyectos de calidad y bla, bla, bla. Tonterías. En eso se va el dinero público. Todos nos las prometíamos igual: jornada de aburrimiento, paliza de viaje, pérdida de tiempo. Lo único interesante era la encuesta de clima laboral. Sospechosamente, el único aspecto por el que pasaron de puntillas y como con prisa. Medio centenar de personas y nadie levanta la mano. Me aclaro la voz y comienzo: "si no lo digo reviento". Y vaya si lo dije. Para no reventar. El jefazo me miró impertérrito, como un soldado curtido en mil batallas, me dio la razón, dijo que si había mal ambiente o falta de comunicación no era asunto sólo de los jefes y me propuso como solución: ¡un buzón de sugerencias! ¿buzón de sugerencias? ¿para esta bobada le pagan un pastizal? Desde luego, como se nota que el dinero público no le duele a nadie. Unos malgastando y otros haciendo recortes en Sanidad, Justicia y Asuntos Sociales. ¡Mierda de políticos!
Lo he intentado por las buenas pero parece que no trato con el foro adecuado así que tendré que ponerme a su nivel, muy a mi pesar. Les daré cuartelillo hasta las elecciones. No porque tengan nada sobre lo que reflexionar, sino más bien porque necesito coger aire para la que se avecina, porque van a caer chuzos de punta pero estoy harta de que me ninguneen y me pisoteen los derechos. Además, será un buen momento para buscar nuevos apoyos pues con el más que probable cambio de Gobierno, el inagotable talento del ingeniero del buzón de sugerencias se irá por el sumidero. Entonces, me tocará remangarme y hacer uso de todos los derechos a mi alcance y si hay que recurrir a los inútiles de los sindicalistas pues.... ¿qué es lo peor que me puede pasar? ¿que me traten como a un florero? Ahora soy un cactus así que no notaría mucho la diferencia pero como nadie va a mirar por mi ni me va a agradecer el esfuerzo ni va a enmendar sus errores porque todo lo hace bien pues.... ¡Comienza la guerra! ¡A batallar por mis derechos! Ni indignados ni gaitas, la revolución empieza desde abajo, en el entorno más cercano y la mía, empezará el 20 N.
Madrid. Finales de septiembre. Mi departamento organiza una jornada de hermandad para implicarnos en los nuevos proyectos de calidad y bla, bla, bla. Tonterías. En eso se va el dinero público. Todos nos las prometíamos igual: jornada de aburrimiento, paliza de viaje, pérdida de tiempo. Lo único interesante era la encuesta de clima laboral. Sospechosamente, el único aspecto por el que pasaron de puntillas y como con prisa. Medio centenar de personas y nadie levanta la mano. Me aclaro la voz y comienzo: "si no lo digo reviento". Y vaya si lo dije. Para no reventar. El jefazo me miró impertérrito, como un soldado curtido en mil batallas, me dio la razón, dijo que si había mal ambiente o falta de comunicación no era asunto sólo de los jefes y me propuso como solución: ¡un buzón de sugerencias! ¿buzón de sugerencias? ¿para esta bobada le pagan un pastizal? Desde luego, como se nota que el dinero público no le duele a nadie. Unos malgastando y otros haciendo recortes en Sanidad, Justicia y Asuntos Sociales. ¡Mierda de políticos!
Lo he intentado por las buenas pero parece que no trato con el foro adecuado así que tendré que ponerme a su nivel, muy a mi pesar. Les daré cuartelillo hasta las elecciones. No porque tengan nada sobre lo que reflexionar, sino más bien porque necesito coger aire para la que se avecina, porque van a caer chuzos de punta pero estoy harta de que me ninguneen y me pisoteen los derechos. Además, será un buen momento para buscar nuevos apoyos pues con el más que probable cambio de Gobierno, el inagotable talento del ingeniero del buzón de sugerencias se irá por el sumidero. Entonces, me tocará remangarme y hacer uso de todos los derechos a mi alcance y si hay que recurrir a los inútiles de los sindicalistas pues.... ¿qué es lo peor que me puede pasar? ¿que me traten como a un florero? Ahora soy un cactus así que no notaría mucho la diferencia pero como nadie va a mirar por mi ni me va a agradecer el esfuerzo ni va a enmendar sus errores porque todo lo hace bien pues.... ¡Comienza la guerra! ¡A batallar por mis derechos! Ni indignados ni gaitas, la revolución empieza desde abajo, en el entorno más cercano y la mía, empezará el 20 N.
2 comentarios:
Lo más tiste, querida, es que TODO sigue igual, o peor....y eso parecía imposible cuando veiamos tan felices el cambio en ese 20 N....Clara
¡¡¡¡Clarita!!!! ¡qué sorpresa tan agradable! Bienvenida.
Por lo comentado ayer, parece que las cosas para ti van a mejorar algo, siquiera porque no harás un trabajo por el que no te pagan aunque podían hacer la gracia completa y reconocerte la categoría....
Yo, de momento, sigo sin gran estrés, no he movido un dedo. La cosa huele mal así que estoy esperando a ver qué pasa....
Publicar un comentario