Llevo días mascando mi nuevo post, que si el limonero de mis sueños, que si Antoñito el antipatriota, pero la realidad se impone. En apenas unas horas se ha pasado de dictar una orden de búsqueda y captura contra el creador de Wikileaks a revocarla. Supongo que se veía demasiado el plumero. A la mano negra, a esa mano que mece la cuna y domina el mundo. ¿Acaso alguien se habría creído que dos denuncias, por supuestas violaciones cometidas en la última semana, contra el hombre que ha destapado los tejemanejes en Afganistán podrían ser ciertas? Habría que ser demasiado estúpido para cometer semejante abominación estando en el ojo del huracán de los servicios de inteligencia de todo Occidente, esos que sólo necesitarían una multa de tráfico para empapelarle durante una larga temporada. Imagino que la historia es tan rocambolesca que las autoridades suecas han decidido dar marcha atrás y dejar que este pequeño destructor de los tiranos imperialistas siga, como hasta ahora, en paradero desconocido, supongo que por cuestiones de seguridad. Eso sí, esta persecución me invita a pensar que Wikileaks puede ser mucho más dañino contra este nuevo orden mundial de lo que muchos quisieran. Estaremos atentos....
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