Me aburro soberanamente, sólo de pensar en continuar así, aquí, otro año y medio más, me dan ganas de cogerme la mochila e irme en plan ONG a África, donde seguro que tendría mucho más que hacer. No puedo con la inactividad, me mata, me quita las ganas de levantarme por las mañanas, sabiendo que el trabajo no es tal y que mi presencia es tan imprescindible como la de un jarrón. Esto sí que es periodismo de salón, periodismo del de corta y pega, periodismo institucional, del que está más cerca de las relaciones públicas que del “foco de la noticia”. Lo peor es que no tiene visos de cambiar. Para esto, mejor estaba ranciando en Suances y tomando rabas y mostos con mis hermanos. Ya sé que soy inconformista pero es que esto es el tedio personificado. ¡Menos mal que tenemos aire acondicionado!
1 comentario:
Me lo dices o me lo cuentas¿? Seguiremos informando... o no.clara
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