martes, 4 de agosto de 2009

Pesadillas

Se acerca el fin, mis últimos días sobre la Tierra están a punto de concluir y después, la nada. No sé si será el fin del planeta o si sólo yo pasaré a convertirme en polvo de estrellas pero sé que es algo que, simplemente, sucederá. Según los cálculos siderales del gran maestro Aaster los 300 están a punto de cumplirse. Así que, al grito de ‘Espartanos’ expiraré y abandonaré mi mundana existencia en este lado del paraíso. Anoche, como siempre, me acosté con la absurda certeza de que todo permanecería inmutable al amanecer, con la confianza de quien no es consciente de que el futuro llega cuando menos te lo esperas. Sin embargo, algo que aún no me explico sucedió y hoy me encuentro deshojando el calendario a la espera del pitido final. Me desperté de lo que creía una pesadilla para comprobar horrorizada que entonces sí estaba viviendo una terrible realidad. Sin saber explicar cómo me hallaba en medio del océano, sin saber qué dirección tomar, teniendo que decidir en un instante hacia donde nadar al tiempo que intentaba recordar cómo había llegado al centro de la tormenta sin haberme acercado siquiera a la orilla. Debía llevar en el agua al menos una hora ya que mi piel había comenzado a arrugarse como la de un bebé. Supongo que estuve inconsciente aunque no sé cómo fui capaz de permanecer a flote. Miré a izquierda y derecha, desesperada, pero la oscuridad de la noche no quiso ayudarme a decidir mi camino. No había gaviotas, ni barcos, incluso los peces parecían estar dormidos. Nada que pudiera indicarme el.... Justo en el instante en el que pienso que voy a perder la cabeza y morir ahogada en el mar adivino una tenue luz a lo lejos. ¡Un faro! Sacudo la cabeza, temo que sea un espejismo pero parece que la luz sigue allí. Está demasiado lejos y, además, el cansancio hace tal mella en mi que no voy a ser capaz de dosificar las pocas fuerzas que me quedan para llegar. De repente me siento cansada, muy cansada, apenas puedo mantener los ojos abiertos, tengo mucho miedo, frío, hambre, mi mente sucumbe ante la adversidad, tengo mucho sueño.... De repente, el mar comienza de nuevo a agitarse, siento que mi cuerpo queda a la deriva y soy incapaz de oponer resistencia, es entonces cuando una voz surge de mi interior y me obliga a luchar ante la muerte inminente. Por un instante siento que el mismísimo Poseidón me coge entre sus brazos y me impulsa hacia esa luz. Comienzo a nadar sin descanso, sin orden, me agoto. Paro un instante, trato de tranquilizarme y aprovechar el movimiento de las olas para avanzar. ... Algo me roza la piel, abro los ojos y miro a mi alrededor, es mediodía, una abeja inspecciona mi cuerpo tratando de adivinar si soy una amenaza para ella. Me incorporo. Estoy en la piscina. Mi hermana está a mi lado, sonríe. Estoy tentada de contarle mi absurdo sueño pero opto por darme un chapuzón. Horas y horas de sufrimiento en pleno océano y sigo acercándome al agua. Me pica la pierna, voy a rascarme y noto algo poroso, rugoso, miro y... una estrella de mar. Ahora sé que mi pesadilla me aguarda al más mínimo pestañeo. No puedo permanecer siempre despierta así que tengo que estar preparada para la próxima vez. Hasta que no sea capaz de manejar mis emociones, no podré alcanzar la costa y cada noche sentiré el aliento de Hades aguardando el instante en que el dios del mar acepte mi debilidad y me deje morir... Sin embargo, ese día aún está muy lejano. No importa cuál sea el precio, ni cuántas las noches de insomnio o sufrimiento onírico pero sé que una noche de estas lograré alcanzar el faro y ganarme de nuevo el derecho a seguir en la Tierra. Mientras ese día llega, observaré más de cerca a mi particular marciana por si en algún momento necesito emigrar a otro planeta e iniciar allí una nueva existencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Farero y el Maestro Aaster..
Soy el farero, que en las horas y fecha abajo indicadas vi a una masa de carne con cabello Zumamente cuidado sobre la superficie y decidí enfocarla..
Era la Al'Mohad`illa de los mares y quise contemplar desde mi puesto de "Farero" su lucha entre Gigantes y Cabezudos de los océanos y entonces comenzó la historia..
Entre minuto y minuto, marea y marea, me quedaba profundamente perdido y no sabía si lo que iluminaba la zona era El Faro que conscientemente controlaba o la citada nueva especie de los mares- que aunque presa en el agua- iba por libre..
¿Quién iluminaba a quien? a lo que Sherloke Holmes contestaría con la reliquia de ELEMENTAL QUERIDO Aaster ELEMENTAL..
Entonces me dí cuenta de que el Maestro Aaster con lo que quería decir era contestar a Confucio cuando reflexionó que la confusión sin control es un control co-fundido..
El tiempo tejió horas y minutos para que los mortales puedan coser sus heridas con el hilo del olvido ¿pero por qué..?
y otra vez más diría Holmes: ELEMENTAL QUERIDO Aaster ELEMENTAL..

Nubenegra dijo...

Efectivamente querido Aaster, El Emmental era el queso favorito de Sherlock Holmes que, de tanto comerlo, terminó con el cerebro co-fundido. En cuanto al farero... creo que descuidó sus funciones al descubrir a la Al'Mohad'illa de los mares ya que la luz de ésta era tan potente que tuvo miedo de deslumbrarla con la suya. Sin embargo, ella lo único que buscaba era un puerto seguro al que arribar y, para ello, era imprescindible que un faro le indicase el camino. Afortunadamente en la última línea del cuento el farero se arma de valor y la enfoca justo antes de que ella prosiga su rumbo por las profundidades marinas.

Anónimo dijo...

Y si fuera una mera atracción.. astronómica
..Quizás cuando uno está empregnado de pastel de la alta cocina, encubierto de miel de primera calidad, servido en un plato lleno de azúcar, todo lo que saborea le pareczca dulce..eso dulce; pero no pasa más allá de la segunda plana de sabores liderados por la glucosa de la miel o las luminosas particulas del azúcar..
Quizás es eso..pero si llegamos a infundirnos el traje de la realidad la corbata de la sensatez y sobre todo las gafas nítidas de cristal resistente a la presión del agua, nos daríamos cuenta-y eso volviendo a la Al'Mohadi'lla de los mares en el Océano- de que estamos en la supeficie y que las profundidades del Océano son cuanto menos Oscuras..y el Farero no nos podrá proporcionar Luz suficiente, y/o que a lo mejor la tengamos que buscar, orientar y recagar cada vez qu haga falta..
P.D..Oye, dime Quién eres de verdad, me estoy aficionanado a este bolg de nubes y negras..yo -si te sirve de aclaración- soy el Farero-

Nubenegra dijo...

Cientos de años desentrañando los misterios del Universo para que vengas tú y lo resumas todo como una ¿mera atracción astronómica? ¿Qué quién soy? Soy la luna que te acompaña en las noches de galerna; soy la Al'mouad'illa de los mares que espera al farero en su anemonemona -por si se anima a sumergirse a pulmón- y soy el algodón de azúcar que necesita desesperadamente ese hombre tan sensato para poder recuperar la ilusión del niño que lleva dentro. Porque, al final, el mundo avanza gracias a dos motores: el del Capitán Garfio y el de Peter Pan y los que se quedan fuera son los tonos grises de los "meros espectadores".