lunes, 6 de julio de 2009

Cero, uno, dos.... ¡diez!

De tanto intentar convencerme de que soy un cero empiezo a tener algunas dudas. Nada serias, por supuesto, pero dudas al fin y al cabo. Y es que es lo que tiene tener un curro de mierda en el que tener cerebro está de más, que como no necesitas utilizarlo para desarrollar tu incesante tarea creativa (recortar, grapar y contestar al teléfono en el mejor de los casos) puedes dedicarte a hacer dos cosas a la vez: pensar mientras haces trabajos manuales. Este fin de semana los asuntos laborales fueron tema de conversación en el grupo de amigos. Uno de ellos se quejaba sin cesar de que ser trabajador de los medios era un aburrimiento que, además, te impedía llevar una vida normal porque trabajabas cuando los demás estaban disfrutando. Aseguraba estar esperando a que pasara la crisis para dejar su actual trabajo y meterse en una fábrica en la que tan sólo se dedicara a trabajar ocho horas para luego disfrutar de su tiempo libre, de su dinero bien ganado y, por consiguiente, para ser más feliz que una perdiz. Sé que lo dice con la boca pequeña. Primero porque trabajar de técnico en una radio está bastante bien. Puede resultar cansado pero no aburrido ya que no haces siempre lo mismo, puede que a ratos te parezca que todos los días son iguales pero sólo es una impresión. Segundo porque sí es una faena no tener los mismos horarios que el resto de mortales pero tampoco los tienes si trabajas a turnos en una fábrica, si trabajas de noche o si te pasas el día viajando de un lado para otro.

Los acontecimientos de hoy corroboran mi opinión de que el susodicho habla con la boca pequeña y sin saber, por suerte para él, lo que es trabajar anclado a una mesa haciendo nada y, encima, recibiendo órdenes absurdas de gente frustrada que aprovecha su único mérito, la antigüedad, para comportarse como pequeños tiranos.

Mi actual curro es una mierda. Probablemente la mayor y peor empaquetada en la que me he encontrado hasta ahora y visto que ya he llegado a la cima de mi carrera, espero que a partir de ahora todo sean facilidades. Es una mierda destructora de ilusiones que trata de convencerte de que el conocimiento no es bueno, de que los libros te restan años de vida y de que los ceros son los números más bonitos de la creación. Si se hubieran topado con otra fijo que hubieran podido convencerme, incluso puede que me hubiera convertido en su estandarte como ‘La Libertad guiando al pueblo’, pero no. Se toparon conmigo y nadie me va a hacer cambiar de opinión. El diez es el mejor número. Yo soy, como mínimo, un siete, aunque me encuentre en horas bajas, y no pienso dejarme engullir por la humillación. Sólo estoy en una mala racha. Sólo estoy en una mala racha. Sólo estoy.... ¡maldita mala racha!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira nena, te entiendo, y sé que es una mala racha, todos los trabajos son un intercambio tiempo por dinero, no hay más, a veces te pedirán que te impliques, esto es un juego; A veces es necesario que te impliques y otras no, ¿cuando es necesario implicarse en el trabajo? Cuando necesitas que tu tiempo pase rápidamente, si lo haces de este modo tus horas de esclavismo pasarán algo más levemente, ¿cuando no es necesario implicarse? cuando te das cuenta que nada de por lo que te esfuerces será recompensado lo suficiente. Esto pasa en una empresa como la nuestra o en la Ong para los pobres de Nueva Delhi (y te hablo de la experiencia que me contó un cooperante).
David.
Trata de pensar que son 8 horas y tu vida es el resto, si en esas 8 horas logras también que algo te guste , te entretenga, te apasione, habrás conseguido robarle tiempo a la mediocridad, cuanto más tiempo vivas en la pasión de la vida más vivirás.
Pd; No soy mayor y mucho menos inofensivo

Nubenegra dijo...

gracias por tus ánimos pero esta mierda no tiene ningún lado bueno. Vale, me da de comer. Pero este mes encima voy a ir más justa que de costumbre. Yo valgo mucho más que todo esto. No me merezco este curro. Intento vaciar mi mente cuando estoy grapando y recortando y ¿sabes qué? A veces lo consigo. Pero eso me asusta aún más. ¿será ese el primer paso para volverme necia y conformista?

Anónimo dijo...

David
El mundo está lleno de necios, una mas no se va a notar. Despierta, coge el toro por los cuernos, vive,¿vale? muestralo, enseñales que eres mejor, deja de vagar por los pasillos y abrete puertas, no se trata de la empresa se trata de que dejes de huir.
PD Se me está poniendo cara de hermano mayor, y vas acabar por pensar que soy bueno y te aseguro que va a ser como pactar con el diablo (tengo trampa.)