¿El resumen? Nos colamos en vuestro país porque sabíamos que teníais armas de destrucción masiva que nosotros os íbamos a inutilizar y confiscar; las armas nunca aparecieron pero total como érais un país atrasado teníamos que liberaros de ese gran dictador llamado Saddam Hussein, para que supierais quién mandaba lo colgamos en la plaza pública porque nosotros sí somos civilizados –no como vosotros que os apedreáis- luego tuvimos que quedarnos para que ningún otro tirano intentase hacerse con el poder así que os colocamos a nuestros amigos –esos que ahora nos dejarán ventajas sobre el petróleo, que nos permitirán establecer a nuestros espías para controlar Oriente Medio y que nos pagarán por reconstruir el país; porque, eso sí, como os lo destruimos todo ahora os lo vamos a reconstruir por un módico precio y para que nadie os fastidie os vamos a vender unas armas y unos aviones último modelo para que podáis protegeros de los malos. Y esos son los estadounidenses, los únicos capaces de destrozarte el país para luego cobrarte por reconstruirlo y, además, venderte las armas necesarias para que nadie más pueda hacer lo que ellos te han hecho. ¡Son unos auténticos genios de los negocios!
miércoles, 29 de julio de 2009
Yes we can
¿El resumen? Nos colamos en vuestro país porque sabíamos que teníais armas de destrucción masiva que nosotros os íbamos a inutilizar y confiscar; las armas nunca aparecieron pero total como érais un país atrasado teníamos que liberaros de ese gran dictador llamado Saddam Hussein, para que supierais quién mandaba lo colgamos en la plaza pública porque nosotros sí somos civilizados –no como vosotros que os apedreáis- luego tuvimos que quedarnos para que ningún otro tirano intentase hacerse con el poder así que os colocamos a nuestros amigos –esos que ahora nos dejarán ventajas sobre el petróleo, que nos permitirán establecer a nuestros espías para controlar Oriente Medio y que nos pagarán por reconstruir el país; porque, eso sí, como os lo destruimos todo ahora os lo vamos a reconstruir por un módico precio y para que nadie os fastidie os vamos a vender unas armas y unos aviones último modelo para que podáis protegeros de los malos. Y esos son los estadounidenses, los únicos capaces de destrozarte el país para luego cobrarte por reconstruirlo y, además, venderte las armas necesarias para que nadie más pueda hacer lo que ellos te han hecho. ¡Son unos auténticos genios de los negocios!
Conformarse o no, he ahí la cuestión
martes, 28 de julio de 2009
Las gripes
jueves, 9 de julio de 2009
Las anchoas corruptas
miércoles, 8 de julio de 2009
San Fermín
Adoro los San Fermines. No me gustan los toros y tampoco tengo una opinión definida respecto a la polémica antitaurina pero me parece que los San Fermines están fuera de toda discusión. Desde hace años cada mañana de julio madrugo para ver en directo esos emocionantes dos minutos que mantienen mi corazón en un puño a la espera de la llegada al coso. Estos días lo veo en diferido y no es lo mismo. Este curro ni siquiera me permite disfrutar de esta mágica semana. En unos minutos me toca volver a mi tediosa tarea. Cierro los ojos e intento concentrarme. Las barreras están llenas de gente desde la madrugada, no veo absolutamente nada. La expectación y el silencio son máximos. Se abren los portones, los mozos comienzan la carrera. El sonido de los cascos de los toros sobre el adoquinado pamplonés dibuja las imágenes que fluyen por mi cabeza. Eso es lo único que se oye. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Aunque no vea nada, el madrugón merece la pena. La sensación que produce el oír el trote de esos animales de más de 500 kilos por la calle Estafeta es indescriptible. Se acercan. Miro alrededor asustada. No hay escapatoria. Siento que la manada va a engullirme. Mi tiempo se agota. Abro los ojos. Son las 15.25 horas. Me dejo arrastrar de nuevo por mi aburrida realidad. ¡Gora San Fermín!