El marco era incomparable, la Pedrera, símbolo arquitectónico de Gaudí, acogió ayer la charla entre Lluis Bassets y Tariq Ramadan. Dice mi abuela que en esta vida vale más caer en gracia que ser gracioso y no le falta razón viendo el papelón que hizo ayer el ilustrísimo entrevistador, a la sazón director adjunto de El País. ¡Menudo periodismo que nos gastamos en España! No es sólo que el susodicho hiciera preguntas de lo más estereotipadas al invitado sino que lo atacó desde el principio y, encima, le habló en catalán en lugar de hacerlo en francés, lengua en la que ambos se entendían perfectamente. Pero vayamos por partes.
Comienza la sesión y el caballero plumilla comienza un monólogo introductorio para presentar a Tariq Ramadan en catalán ante la mirada perpleja de éste al que, ni siquiera le habían facilitado unos cascos con traducción simultánea. Ya sé que mis lectores adolecerán aquí de cierta xenofobia uriolistaní pero.... ¡qué quieren que les diga! Soy partidaria de que, cuando hacemos una entrevista a alguien y no vamos a traducir nosotros mismos, realicemos la charla en un idioma común y dejemos a los intérpretes realizar su labor pero... En fin, la dictadura cultural impera así que hubo que hacer un stop, dar marcha atrás e iniciar de nuevo la patética presentación (islamista, polémico, vetado en diferentes países, profesor en la Universidad, controvertido) para que el pobre señor Ramadan supiera qué se estaba diciendo sobre él. No hubo insultos pero.... se dejaba ver entre líneas que el uno era un ignorante racista y el otro un señor muy educado capaz de destacar la estulticia ajena sin dejar de sonreír francamente.
Primero empieza preguntando por la diferencia entre ser musulmán y ser islamista. No me voy a detener en el contenido de cada estúpida pregunta por que no merece la pena pero vaya por delante que el objetivo del encuentro era demostrar que Tariq Ramadan es un musulmán radical disfrazado de cordero que se beneficia de su pasaporte suizo para entrar por la puerta grande de las universidades europeas pero que, en realidad, odia a las mujeres, está contra la libertad de expresión y de pensamiento y considera que todos los judíos y cristianos deben ser exterminados.
Se habló en diversos momentos de Palestina, abogando, el plumilla, por el reconocimiento de los dos Estados algo que para Ramadan es totalmente inviable habida cuenta de que después de 60 años los colonos judíos siguen invadiendo los territorios ocupados y oprimiendo a la población árabe con el objetivo de exterminarla. Lo que Bassets pretendia, entre otras cosas, era que Ramadan reconociera que compartía los postulados de Al Qaeda, porque ya se sabe que ellos son los representantes electos de los 1.500 millones de musulmanes que hay en el mundo. Así pues, el profesor suizo se molestó en decirle que si bien no estaba de acuerdo con la forma de actuar de Al Qaeda ni ésta era representante del sentir de la mayoría pacífica de los musulmanes, si podía explicarle las razones por las cuales muchos jóvenes se sumaban a la causa:
"Le pondré un ejemplo. En Egipto, estaban bajo la dictadura de Nasser, al que sucedió la dictadura de Sadat para concluir con un dictador aún peor que los anteriores. Todos ellos estaban apoyados por EEUU por lo que matar a Mubarak no hubiera servido para nada ya que EEUU hubiera puesto a otro dictador en su lugar y se hubiera repetido la historia, por eso decidieron atacar Nueva York. No digo que esté de acuerdo, sólo le explico qué es lo que pasa por la mente de esa gente que apoya la violencia en Occidente".
A continuación, por si había alguna duda al respecto añadió que esta postura era inaceptable islámicamente y que un musulmán solo puede hacer uso de las armas en legítima defensa y nunca iniciando él el combate.
El señor Bassets continuó con su lista de preguntas inteligentes: "¿El Islam apoya la conquista del mundo?". ¡¡Toma ya!! Ahí el entrevistado se quedó totalmente alucinado, con esa mirada tan llena de paciencia como quien se enfrenta a un hijo tonto. Sonrió y con la misma calma que mantiene siempre en todas las entrevistas en las que tíos con traje se dedican a insultarle, respondió. "Eso es tan estúpido como decir que el cristianismo es lo mismo que la Inquisición. La yihad es marginal y, por cierto, si atendemos a su mensaje, Al Qaeda no quiere islamizar al mundo sino liberarlo de la opresión occidental". ¡¡MashaAllah!! Cuánta verdad en pocas palabras. A veces me pregunto de dónde saca este hombre esa paciencia. Si es que se enfrenta a cada burro ilustrado que es como para sacarle a uno de sus casillas. En este punto de la conferencia ya sabía cómo iba a quedar el combate, la dialéctica ramadaniana iba a ganar por goleada pero antes debía enfrentarse a uno de los grandes del periodismo español que hoy en dia es como no decir nada. Me preparé psicológicamente: ablación, sharia, hiyab, sumisión de las mujeres.... La charla no iba a dar para mucho porque el entrevistador no iba a saber sacarle el jugo al brillante entrevistado. Sí, sí, lo sé, no soy objetiva pero.... si alguien se detuviera a analizar las formas gestuales y dialécticas de este "moro con pasaporte suizo" no habría nadie que no cayera rendido a sus pies por su innegable elocuencia, exquisita educación y paciencia infinita que, sin duda, le reportarán un lugar en el paraíso por su incansable lucha contra la islamofobia.
La siguiente pregunta fue del tipo ¿cómo puede hacernos creer que el Islam es una religión de paz si se ataca a quienes apostatan y nadie sale a defenderles? En este punto, el profesor aprovechó para criticar el papel de los medios, que se hacen eco de lo negativo mientras que silencian lo positivo: "hay muchas voces interesantes en el mundo musulmán pero el juego mediático sólo escucha las voces radicales y yo no encajo en ese estereotipo".
Pero sin duda, el momento más glorioso de la tarde fue cuando el plumilla, libro en mano, que parece que domina muchos idiomas, tradujo del inglés al catalán para que luego fuese traducido al francés, un párrafo del último libro de Ramadan ¡y no sólo lo tradujo mal sino que lo hizo con malicia! A lo que éste respondió con un amable: "yo no he dicho eso, déjeme leer el párrafo, usted ha traducido mal". ¿El desencuentro? Según Bassets, Ramadan abogaba por la creación de partidos islamistas en Europa cuando lo que, en realidad decía, en el contexto de la primavera árabe, es si era necesaria la presencia de partidos islamistas (en los países musulmanes) o si deberían haberse quedado en el paso previo, como agrupaciones o colectivos religiosos.....
Y es que, explicó, hay tantos tipos de Islam político como corrientes hay en el cristianismo: "No es lo mismo el Islam rigorista de Arabia Saudí, en el que las mujeres no tienen cabida en la política; que el régimen teocrático de Irán, donde la participación de las mujeres se ha multiplicado por cuatro con respecto a la época más aperturista del sha. Esa máxima que dice que cuanto más Islam político menos presencia femenina no es cierta. Occidente mira a Oriente y ve más hiyabs ahora que hace unos años luego concluye que eso quiere decir que hay más represión y eso no es cierto. En España las mujeres visten, según ustedes, con libertad y cobran menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo.....".
Podría continuar desgranando la sarta de tópicos a las que tuvo que hacer frente pero lo cierto es que ya estoy aburrida de escribir así que voy a sintetizar.
Mientras que para Bassets los musulmanes son una panda de fanáticos con doble rasero, machistas y que no tienen cabida en Europa, porque son los Otros, Ramadan reconoció que el mundo musulmán está lejos de ser idílico y que hay mucho trabajo por hacer pero que: ni Al Qaeda representa a los musulmanes, ni el Islam es una religión violenta, ni predica la recuperación de Al Andalus ni el hecho de llevar un hiyab es muestra de que tienes una neurona haciendo en eco en tu cabeza. "De hecho, son los jóvenes más preparados, los que están volviendo al Islam, porque tienen una lectura más profunda de los textos, porque comprenden mejor la esencia de la religión". También reconoce que hay mucho musulmán machista y que eso no quiere decir que el Islam discrimine a la mujer, sino que son las personas las que discriminan e interpretan con demasiado rigor o muy libremente lo que dicen los textos coránicos. Además, alhamdulillah, el Islam se ha convertido en una religión europea así que por mucho que el plumilla lo pregunte, no voy a tener que pedir asilo político en ningún país tercermundista y retrógrado para encajar en su patrón ni tampoco tengo que abandonar el trabajo para apoyar su tesis de que ser mujer musulmana es sinónimo de tener encefalograma plano.
Lo peor de todo, y con lo que concluyó la charla, fue la cara de Ramadan al hablar de Palestina. Se le ensombreció el rostro de tal modo que se diría que hubiera envejecido de repente al decir: "la idea de dos Estados es totalmente imposible hoy en día, lo ideal es crear un Estado donde quepan todos pero lo cierto es que no estamos ante dos víctimas, estamos ante un conflicto en el que unos oprimen y otros son oprimidos. Si en un conflicto entre un ratón y un elefante decimos que estamos a favor de los dos, está claro que vamos con el elefante".
6 comentarios:
Como siempre nuebnegra brillante !! por un momento me ha parecido haber estado en la charla !! y me he indignado igual que tu, que vergüenza, tenemos un invitado de lujo y no sabemos sacarle el provecho que se merece...tampoco esperaba mucho del Sr. Bassat ...lo que me pregunto es el motivo de invitarle... nos quedaremos con las ganas... así nos va ..en catalunya...
Y si! Nubenegra lloviendo chuzos de punta por donde pasa!!!
Esperando el día en que dé paso adelante y pase de ser una cronista "en la sombra" (estilo vikingo, eso sí) a una pluma de más alto vuelo; el día en que deje la crónica para pasar a la acción.
Machalah! Brillante resumen hermosa, gracias por compartirlo!
Brillante resumen. Todo se pega.
Plas, plas, plas, plas. Gracias querido público.
La verdad es que fue muy interesante. Obviando la parte de las preguntas, que me pareció de una muy baja preparación periodística o de escaso conocimiento o de un burdo intento de difamar a una persona, y por ende a un colectivo, a la cara, reconozco que me alegré de acudir. El público se mostró encantado con la intervención de Tariq Ramadan y eso que había una mayoría abrumadora de nativos que no eran sospechosos de ser musulmanes.
Me pregunto si al plumilla le temblaban las rodillas al enfrentarse a alguien con una oratoria tan brillante porque, la verdad, yo en su lugar (aún sin tener intenciones de atacarle ni lo más mínimo) hubiera temblado de pies a cabeza por la altura intelectual de este señor. Algo que, lamentablemente, comienza a ser una especie en extinción....
Muchas gracias por compartir este resumen,encantada de conocerte Nubenegra!
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