Leo el post de hoy de Ramón Lobo en El País y soy aún más consciente de que este mundo necesita ser destruido y rehecho de nuevo porque no se puede tolerar tanta indiferencia, tanta injusticia. Cuando veo que la cifra de hambrientos en el mundo no ha hecho sino triplicarse en los últimos 30 años para afectar ya a 200 millones de personas (la población de España, Alemania, Francia y Suiza juntas), un escalofrío recorre mi cuerpo. Siempre he sentido debilidad por esos niños somalíes, etíopes, eritreos y sierraleoneses que llenaron las imágenes de los telediarios de mi adolescencia y que, hoy en día, han quedado en el olvido, como si el silencio fuera la mejor forma de atajar la hambruna. Cada año mueren 5,6 millones de niños menores de 5 años y nosotros permanecemos impasibles, preocupados por el precio de la gasolina, por dónde pasar las vacaciones (porque aún con crisis nos seguimos "escapando de la rutina") y atiborrándonos de drogas y medicamentos varios para afrontar el vacío espiritual que tenemos mientras nuestras panzas permanecen bien acomodadas. Será que ahora que pienso en ser madre y llega el Ramadán me he vuelto más reflexiva pero creo que, si todos viviéramos con sólo la mitad de lo que tenemos, podríamos hacer algo por los demás y, de paso, por nuestras conciencias, porque tal vez de ese modo, seríamos menos egoístas y olvidaríamos lo deprimentes que son nuestras vidas por no tener un yate, ni tener un cuerpo diez ni irnos de vacaciones cada año. Quizá de ese modo, todos seríamos un poquito más felices en este mundo imperfecto en el que tener de todo, nos hace ser desdichados por nada.
2 comentarios:
Hace tiempo que te preocupa este tema. Has oído a hablar del tema del "decrecimiento"? Uno de sus ideólogos es Serge Latouche. http://www.youtube.com/watch?v=fvBsiP3hAmA
Sí, de hecho creo que tu paisano Arcadi Oliveres, igual que José Luis Sampedro, es un firme defensor de ello. La verdad es que hasta hace poco no sabía que esas ganas de remover conciencias se aglutinasen bajo un concepto que se llamase decrecimiento pero me alegro de que tenga nombre. El problema, como siempre, es que son cambios tan a largo plazo que nunca los veremos. Por mi parte, trato de aportar mi granito de arena saliendo del consumismo exhacerbado y reciclando mucho, no sólo en los contenedores sino las cosas, la ropa..
Veré el video encantada.
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