Hoy se celebra el viernes negro, la nueva fiesta del consumismo, una de esas fechas que, en dos o tres años, parecerán tan imprescindibles como el día de la calabaza que ahora ¡invade hasta los colegios! Leo por casualidad que la denominación de este día se debe a la muerte de tres mujeres opositoras al régimen dominicano de Trujillo que fueron asesinadas en 1960. Hasta ahí parece lógico que se le denomine viernes negro. Lo que no me parece tan lógico es que se haya elegido esta fecha como día contra la violencia de género porque, para empezar, esta denominación me parece bastante injusta. El tipo que es violento, el que zurra a su mujer, no la pega por ser del género femenino sino porque es la persona más cercana sobre la que puede ejercer su superioridad física. Es probable que también se le vaya la mano con los niños, aunque tal vez no con la misma fuerza y frecuencia. Este tipo de sujetos, son violentos en todo momento lo que pasa es que no suelen ser tan idiotas como para dejar que se les note en entornos donde le conocen o donde puede haber otros que ejerzan contra él una violencia mayor. Este tipo de hombres que no se quieren a sí mismos ni se aceptan tal cual es, no soportan que les lleven la contraria o que les hagan sentir pequeños, tampoco toleran la felicidad ajena, por ello tienen la imperiosa necesidad de pisotear a los que tienen más cerca, porque sólo así se sienten importantes. No pegan a su mujer porque odien a las mujeres. Si así fuera pegarían a todas las mujeres de su familia y no es así. Pegan a su mujer porque necesitan desahogarse, porque así se liberan de sus frustraciones y se sienten menos pequeños. Pero los medios, los políticos, se empeñan en convertir esto en una guerra de sexos y no creo que sea así en absoluto. Esas tres mujeres dominicanas no murieron por ser mujeres. Murieron por oponerse a un régimen dictatorial como tantas otras personas en el mundo. Eso no es violencia machista. La mayoría de los hombres que matan en España a sus mujeres lo hacen porque están desesperados, y que conste que no lo justifico, pero no comparto las razones que se dan para este "fenómeno". Lo primero es que no hay tal fenómeno. Esos hombres no matan a sus mujeres por ser mujeres sino porque no saben controlar su rabia ni ven solución a sus problemas, ya sean estos de celos, económicos o del tipo que sean y la única salida que encuentran es la del homicidio. Muchos de esos hombres están en vías de separación o ya divorciados y ahí entra en juego el factor económico: pensiones muy elevadas, dificultades para ver a los hijos... muchos de estos hombres se ven abocados casi a la ruina y se ven en la calle de la noche a la mañana aunque sus mujeres trabajen. Después tienen que soportar que ellas rehagan su vida con otros hombres que pasan a vivir en su casa, con sus hijos y viviendo a costa de su dinero pues, al no haber un nuevo matrimonio, la mujer no pierde la pensión. Que sí, que en teoría es por los hijos pero si esa fuera la única razón, hay muchas formas de mantener a un hijo sin tener que dar dinero: puedes encargarte de comprarles la ropa o llevar tu mismo el carro de la compra pero siempre hay que apoquinar. No es de extrañar que algunos hombres, una inmensa minoría si tenemos en cuenta la tasa de divorcios, piensen que si matan a sus mujeres se les acaban los problemas. Pues, como digo, muchos pierden su casa y con su sueldo no les da para vivir de alquiler y comer así que vuelven con sus madres a los cincuenta. Realmente patético. De verdad es tan incomprensible que les de por ahí. Yo creo que no. Nadie tiene derecho a tomar la justicia por su mano y menos aún a sesgar una vida. Ni siquiera aunque toda la sociedad estuviera de acuerdo en que lo merece. Pero somos humanos y tenemos emociones y somos capaces de empatizar y de entender cosas que no son justas ni racionales y la violencia es una de esas cosas. Veamos algunos datos del Instituto Nacional de Estadística.
Nulidades, separaciones y divorcios - Año 2015
|
||||||
Valor
|
Variación anual
|
|||||
Total de procesos de disolución
|
101.357
|
-4,3
|
||||
Divorcios
|
96.562
|
-4,2
|
||||
Duración media de los matrimonios
|
1
|
16,2
|
2,7
|
|||
Custodia compartida
|
2
|
24,6
|
16,1
|
|||
1.
Valor: Número de años hasta la fecha
de la sentencia. Variación anual: diferencia respecto al año anterior
2.
Valor: Porcentaje sobre el total.
Variación anual: diferencia respecto al año anterior
|
Así pues, tenemos que en 2015 se produjeron 101.357 disoluciones matrimoniales tras una media de 16 años casados y sólo en el 24,6% de los casos se concedió la custodia compartida. Lo que quiere decir que sólo uno de cada cuatro hombres divorciados o separados obtiene la custodia a medias con su ex mujer.
Vayamos ahora a la tabla que elaboró el diario El Mundo. Sólo el 5% de los hombres tiene la custodia única siendo las mujeres las que se quedan con los hijos en el 70% de los casos. Ahora viene el rollo de que los hombres no quieren quedarse con los hijos o no valen para ello como las mujeres y bla, bla, bla. Pues hay de todo como en botica. Es verdad que los casos no abundan pero yo conozco más de un viudo que ha criado sólo a sus hijos con la ayuda de las abuelas y los niños no se han muerto ni son discapacitados emocionales. Pero es mucho más cómodo decir que "el hombre no sabe criar a un hijo solo". Bien es cierto que tradicionalmente el hombre delega el rol de la crianza en la mujer pero eso no quiere decir que no sepan hacerlo si llega el caso y, desde luego, aunque no supieran cómo hacerlo, no quiere decir que no tengan interés en sus hijos ni en su bienestar.
Sigamos con la violencia de género.
|