Ahora que Megavideo ha desaparecido del mapa y que es casi imposible seguir tus series favoritas on line sin pagar ni un céntimo, creo que este documental que aún podemos ver en youtube -quién sabe por cuánto tiempo- está más de actualidad que nunca.
El mundo en el que vivimos no es tan idílico como nos hacen creer, ni de lejos somos libres, ni independientes, ni genuinos. Cada pensamiento, cada idea, viene conducida desde nuestra más tierna infancia por ese Gran Hermano que cada día tiene más de grande y menos de hermano.
Se acabó lo de compartir gratis archivos de vídeo, quien quiera algo lo tiene que pagar y ellos se encargarán de decidir qué se puede ver y qué no. No todo aparece en youtube, sólo aquello que ese Gran Hermano quiere que veamos, incluso lo malo, porque si no, se destaparía el pastel. Nos dejan ver todo lo malo que no les daña, que pueden controlar y así nosotros -¡ingenuos!- seguimos soñando que vivimos en la era de la tecnología y la libertad.
Si no, recordemos qué es lo que pasa si intentamos sacar los pies del cesto, como Wikileaks. Cada día detesto más nuestra tele e intento ser un poco más selectiva con lo que leo, con lo que veo, ya sé que no descubro la pólvora pero si me salgo de los canales de manipulación masiva (la prensa) sé que tengo más garantías de desarrollar un pensamiento mínimamente crítico con esta sarta de basura que pretenden hacernos pasar por blanca realidad.
El documental se llama Esclavos Modernos, un título que le viene de perlas para desgranar la sociedad en que vivimos y enseñarnos cómo, lamentablemente, no hemos avanzado tanto en los últimos siglos. La modernidad no ha traído más libertad sino formas de manipulación más sofisticadas. Intenten, en la medida de lo posible, escapar de las redes de la mediocridad y el pensamiento plano.
El mundo en el que vivimos no es tan idílico como nos hacen creer, ni de lejos somos libres, ni independientes, ni genuinos. Cada pensamiento, cada idea, viene conducida desde nuestra más tierna infancia por ese Gran Hermano que cada día tiene más de grande y menos de hermano.
Se acabó lo de compartir gratis archivos de vídeo, quien quiera algo lo tiene que pagar y ellos se encargarán de decidir qué se puede ver y qué no. No todo aparece en youtube, sólo aquello que ese Gran Hermano quiere que veamos, incluso lo malo, porque si no, se destaparía el pastel. Nos dejan ver todo lo malo que no les daña, que pueden controlar y así nosotros -¡ingenuos!- seguimos soñando que vivimos en la era de la tecnología y la libertad.
Si no, recordemos qué es lo que pasa si intentamos sacar los pies del cesto, como Wikileaks. Cada día detesto más nuestra tele e intento ser un poco más selectiva con lo que leo, con lo que veo, ya sé que no descubro la pólvora pero si me salgo de los canales de manipulación masiva (la prensa) sé que tengo más garantías de desarrollar un pensamiento mínimamente crítico con esta sarta de basura que pretenden hacernos pasar por blanca realidad.
El documental se llama Esclavos Modernos, un título que le viene de perlas para desgranar la sociedad en que vivimos y enseñarnos cómo, lamentablemente, no hemos avanzado tanto en los últimos siglos. La modernidad no ha traído más libertad sino formas de manipulación más sofisticadas. Intenten, en la medida de lo posible, escapar de las redes de la mediocridad y el pensamiento plano.