jueves, 28 de julio de 2011

La presión del grupo

Es curioso como nos pasamos la vida intentando formar parte de algo, de alguien, del grupo, de la sociedad, del entorno y cómo, a veces, ese mismo grupo del que formamos parte puede hacernos desear ser invisibles o estar completamente solos.
Y es que la presión del grupo puede llevarte por el buen camino si tienes tendencia a descarriarte pero puede ponerte las cosas complicadas cuando tomas un camino distinto al del resto del rebaño. Es como si la independencia y la autonomía sólo fueran aceptables siempre que uno se mueva dentro de un marco previamente establecido y todo lo que se salga de ahí es objeto de sospecha y de comentario.
Cada vez que vuelvo a casa me siento un poco así. No entienden mis decisiones aunque las respetan pero tampoco se puede hablar de ellas porque siempre hay fricciones en cuanto el tema sale a relucir. Ahora la tendencia es el exceso por libertinaje pero si te excedes hacia el conservadurismo, hasta mis propios padres, bastante alejados del estereotipo de "progres" o "hippies", me tachan de rarita. Sé que bajo todo subyace el miedo pero en lugar de sentarse a charlar conmigo lo único que hacen es alterarse y decirme que no soy la misma de antes que hago cosas muy raras, que me encierro en mi mundo y que ya no me gusta nada de lo que hacen los demás. Obviamente eso no es cierto. Supongo que sí he cambiado en muchas cosas pero eso no me convierte en un bicho raro en la medida en la que ellos pretenden verlo. ¿Qué importa que no vaya a la playa o no lleve escotes? ¿Qué importa el motivo por el que lo haga? Lo importante es que nadie me obliga, que no soy infeliz por ello y que eso no me hace distinta a los demás ni distinta a quien soy yo en esencia. Estos cambios no les gustan por cuanto llevan aparejados tintes religiosos, sin embargo, aceptan con mayor agrado aquellos que proceden del mero capricho o de la moda más absurda solucionándolo con un "las modas cada día son más raras".
Está claro que el miedo nos paraliza y nos hace comportarnos como auténticos borregos sólo que debemos ser capaces de pasar por encima y establecer un diálogo que nos permita ampliar nuestros horizontes y hacer que ese pánico se reduzca hasta ser casi inexistente. Yo intento hacérselo entender a todo aquel que se acerca con voluntad de escuchar sólo que la mayoría simplemente se limita a hacer una crítica en voz alta sin esperar a cambio una explicación, no una justificación. Suerte que, como sí tengo pensamiento crítico, soy capaz de mantenerme inflexible en aquello que hago y con lo que creo que no le hago ningún mal a nadie a pesar de la presión externa. Puede que haya momentos en los que cediendo todo sería mucho más sencillo, cero discusiones, pero eso no me haría feliz porque estaría haciendo algo que no me sale del corazón, que va contra lo que creo que está bien así pues toca ser paciente y confiar en que, poco a poco, todo mejore. Al fin y al cabo, la paciencia sólo puede cultivarse si hay alguien que no está de acuerdo contigo y pone a prueba tus nervios así que....

lunes, 25 de julio de 2011

De nuevo los musulmanes

Está claro. Si no cobran por un lado es por otro. Ahora resulta que el pirado de Noruega era islamófobo y ha matado a sus compatriotas porque quería salvar a su país del Islam.... A mí que me lo expliquen porque no lo entiendo. El caso es sacar a los musulmanes por donde sea. Primero se apresuraron a decir que había sido un atentado islamista por la participación de Noruega en la guerra de Libia. ¡Es que esto es alucinante! ¿Se podían haber buscado una excusa más peregrina? Aunque ahora dan a entender que el islamófobo estaba conchabado con dos "células" lo que, indirectamente, apunta de nuevo al Islam. Porque no se utiliza esa denominación para otro tipo de terrorismo.
Por otro lado, en El País el insigne José María Irujo, corresponsal en Marruecos y gran experto en política árabe y en Islam, se permite, una vez más, recoger parte de la basura para reflejar a toda una religión. Me da igual si ese sabio saudí realmente ha escrito un libro diciendo lo que el periodista asegura pero el hecho es que, una vez más, en sus escritos se saborea un amargo sabor a manipulación con tintes, digamos, poco pro-islamicos y que eso no es de recibo en un periodista que se precie de serlo. Quise añadir un comentario pero, sospechosamente, el diario tiene la extraña habilidad de no permitir comentarios en todas las noticias, no sé por qué. Tal vez en esta ocasión su información no falte a la verdad pero tras la decepción que supuso verlo en una conferencia en directo en la que aseguraba sin miramientos que las mujeres no habían participado en las revueltas árabes, su profesionalidad, a mi juicio, queda muy en entredicho. Lástima de corresponsalía, quién la pillara.

martes, 19 de julio de 2011

El AVE a la Meca

Foto: www.heraldo.es



¡Oh sí! Por una vez, la diplomacia española, o más bien los lazos de hermandad masónico-Bilderberguianos que unen a nuestro monarca y al de Arabia Saudí, han tenido sus frutos. Aún a pesar de los grandes esfuerzos realizados por Sarkozy, para conseguir que la propuesta francesa fuera la seleccionada, y de los continuos retrasos en la toma de la decisión, que auguraban lo peor, la propuesta española, la mejor desde el punto de vista técnico y económico, ha sido la que se ha llevado este suculento contrato.

La verdad es que yo no las tenía todas conmigo porque si de la diplomacia española dependía.... la cosa pintaba mal pero, claro, una cosa es la política y otra bien distinta las monarquías y ahí, de momento, parece que nuestros contactos sirven para algo. El caso es que nos llevamos un proyecto suculento en muchos aspectos, que nos dará una proyección internacional de una envergadura que ni imaginamos y es que este año, todo se lo debemos a los jeques: Qatar Foundation, los clubes de fútbol, los bancos... ¿sabrán que aquí no nos gustan los musulmanes? ¿Hablará alguien del régimen saudí y sus abusos? Como siempre, no. Porque uno es racista pero no tonto y ya se sabe que sólo debemos meternos en una pelea cuando estamos completamente seguros de que vamos a ganar...

En fin, que entre el turismo de chancla y bocadillo de tortilla y las obras de ingeniería, lo mismo hasta nos hacemos un hueco en algún sitio, aunque sea en Oriente. ¡Alhamdulillah!

jueves, 14 de julio de 2011

Un rayo de esperanza

Cada vez que lo veo en televisión no puedo evitar sentir que no está todo perdido, que un mundo mejor es posible. Que el cambio no es una utopía, que un día cualquiera de nuestras vidas podemos levantarnos con la idea de acabar con el pasado e iniciar un camino mejor, y conseguirlo.

El doctor Cavadas me impresiona por muchas razones, porque no es un médico al uso ni en su vestimenta ni en su comportamiento pero también porque es un profesional brillante que vive de su trabajo pero que también tiene un lado altruista que cambia la vida de las personas que más le necesitan.

Cuenta que un viaje a África le cambió por completo, acabó con una vida de lujo propia de su condición de médico de reconocido prestigio y decidió utilizar su don para ayudar a quienes jamás podrían soñar con unas manos tan precisas arreglando cicatrices que, muchas veces, llegan al alma.

Habrá quienes digan que es un altruismo como el de los actores de Hollywood, que les reporta muchos beneficios; pero cuando veo este rostro, percibo esa mirada limpia de quien hace las cosas desde el corazón y me digo que es posible ser feliz sin materialismo y con solidaridad, sin consumo y con empatía, sin dinero y con personas.

Sólo con que cada uno de nosotros haga su pequeña revolución personal, seremos capaces de cambiar nuestro entorno, de influir en quienes tenemos cerca y, poco a poco, mejorar esta sociedad individualista y llena de excesos en la que la única forma de mantener nuestro sistema económico y de desarrollo es a costa de quitarles todo a quienes menos tienen.

martes, 12 de julio de 2011

Los niños hambrientos de África



Leo el post de hoy de Ramón Lobo en El País y soy aún más consciente de que este mundo necesita ser destruido y rehecho de nuevo porque no se puede tolerar tanta indiferencia, tanta injusticia. Cuando veo que la cifra de hambrientos en el mundo no ha hecho sino triplicarse en los últimos 30 años para afectar ya a 200 millones de personas (la población de España, Alemania, Francia y Suiza juntas), un escalofrío recorre mi cuerpo. Siempre he sentido debilidad por esos niños somalíes, etíopes, eritreos y sierraleoneses que llenaron las imágenes de los telediarios de mi adolescencia y que, hoy en día, han quedado en el olvido, como si el silencio fuera la mejor forma de atajar la hambruna. Cada año mueren 5,6 millones de niños menores de 5 años y nosotros permanecemos impasibles, preocupados por el precio de la gasolina, por dónde pasar las vacaciones (porque aún con crisis nos seguimos "escapando de la rutina") y atiborrándonos de drogas y medicamentos varios para afrontar el vacío espiritual que tenemos mientras nuestras panzas permanecen bien acomodadas. Será que ahora que pienso en ser madre y llega el Ramadán me he vuelto más reflexiva pero creo que, si todos viviéramos con sólo la mitad de lo que tenemos, podríamos hacer algo por los demás y, de paso, por nuestras conciencias, porque tal vez de ese modo, seríamos menos egoístas y olvidaríamos lo deprimentes que son nuestras vidas por no tener un yate, ni tener un cuerpo diez ni irnos de vacaciones cada año. Quizá de ese modo, todos seríamos un poquito más felices en este mundo imperfecto en el que tener de todo, nos hace ser desdichados por nada.

lunes, 11 de julio de 2011

Cóctel de noticias

Vacaciones, calores varios y un poco de desidia veraniega han propiciado mi desconexión en las últimas semanas pero aquí estoy, absolutamente boquiabierta por la que se avecina, porque veo tantos frentes abiertos que soy incapaz de captar el mensaje cifrado y me encuentro un tanto perdida.
En casa, aparte de tener que hacer frente a una preocupante ignorancia y a una total falta de interés por aprender siquiera unas nociones básicas sobre los cambios que nos acechan, tenemos que digerir ahora el cambio de gobierno. El omnipresente Pepiño es ahora ministro portavoz, tengo tantas ganas de perder de vista esa cara de muermo... Rubalcaba avanza tanto que da miedo, si al menos fuera como los andaluces, que tiran para su tierra hasta límites exagerados, todavía podría alegrarme pero... La españolidad desparece de las instituciones nacionalistas a pasos agigantados y hay quienes ya proponen un encauzamiento de la inmigración hacia municipios con menor presión migratoria. ¡Si esto fuera una muestra del interés de los políticos por facilitar la convivencia, la integración social y por descender el paro! Pero no, nada nuevo sobre el horizonte.En el exterior, lo que más perpleja me ha dejado es el escándalo de News of The World, el periódico británico que se dedicaba a realizar escuchas ilegales de las principales figuras de la sociedad insular. Hmmm, si el periódico no fuera de Rupert Murdoch sólo pensaría: ¡cuánta basura bajo la alfombra! Pero... esto no es casual, esto es un castigo o una estrategia que focalizará la atención tan lejos de los verdaderos intereses como sea posible. Si no, veamos a Strauss-Khan, que ahora amenaza con ser resucitado políticamente para derrotar a Sarkozy. ¿Cómo es posible que jueguen ante nuestras narices y no reaccionemos?