miércoles, 28 de agosto de 2013

Aterrizaje en Namibia

Parecía que no llegaría nunca pero ya está, ¡estoy en Namibia! Del hemisferio norte al hemisferio sur, de Europa a África, del blanco al negro, del verano al invierno, del interior a la costa y todo por el módico precio de tres aviones y una hora menos, como en Canarias. La primera impresión ha sido muy buena aunque no exenta de sorpresas: desde el aeropuerto, ubicado en medio del desierto, hasta la planificación urbanística o el paisaje. Pero será mejor que acompañe la explicación de fotos que sean muy ilustrativas.
 A vista de pájaro lo primero que atisbas de este vasto país de la costa Atlántica es más o menos así: una gran extensión terrosa o arenosa con algún que otro accidente geográfico no demasiado reseñable y con una predominancia de los tonos marrones y rojizos. No se ve nada verde ni grandes ríos ni tampoco animales salvajes. jejejeje. A estas alturas del viaje quedan menos de diez minutos para aterrizar y no se ve ningún núcleo de población ni ninguna carretera que nos indique en qué lugar vamos a aterrizar. Empiezo a temer que vayamos a aterrizar en mitad de la nada....
 
Vale, tal vez decir que aterrizamos en medio de la nada no es lo más justo porque había una pista de aterrizaje pero.... El aeropuerto está a medio camino entre Swakopmund /suakopmund/ (25 km) y Walvis Baai /güolfis bay/ (10 km). Tiene una pista de aterrizaje bastante grande a través de la cual caminas hasta un pequeño edificio al lado del cual el antiguo Parayas era Barajas y te detienes ante un mostrador. Los aviones que aquí llegan están operados por Air Namibia y tienen como destino la capital, Windhoek, o las surafricanas Johanesburgo y Cape Town (Ciudad El Cabo). En el mostrador presentas el visado, que no es más que un fax con una lista de nombres que no conoces y en el que aparece también el tuyo, y te estampan el sello de entrada. Cada vez que quiera entrar o salir del país tendré que llevarme el fax a cuestas porque no son tan modernos como para estampar un visado en el pasaporte. Pasas el mostrador y te encuentras en un recinto acotado de unos 30 metros cuadrados en el que esperas las maletas. Detrás de la cinta separadora están los que vienen a recoger a los pasajeros así que puedes saludarles mientras esperas. De repente ves venir el carrito de las maletas. Se para en un lateral del edificio, el personal de tierra, ayudado por la policía militar, descarga a mano las maletas y las pone en el centro del recinto, maleta que ves, maleta que te llevas. De vez en cuando separan alguna maleta para inspeccionar su contenido. Las nuestras pasan el corte. Nos recogen y ponemos rumbo a Walvis Bay. 
La carretera sólo tiene dos carriles y se conduce por la izquierda, no sé que me impresiona más, si ver tanta arena a ambos lados o los enormes trailers que circulan por mi derecha y me hacen pensar que estoy haciendo un mal adelantamiento. Hace sol pero no calor. Estamos en el invierno namibio. Calculo que tengamos unos 18 grados de temperatura. Llegamos al hotel. El Protea Pelican Bay está situado al pie de la bahía de Walvis Bay, junto al puerto deportivo y tiene unas vistas espectaculares......

El objetivo era la independencia


Anteayer fue el Día de los Héroes en Namibia. El 26 de agosto de 1966, en el norte, cerca de la frontera con Angola, el ejército paramilitar de la SWAPO se alzó en armas en contra los colonos para clamar por la independencia del país, a la sazón bajo control sudafricano con una denominación tan impersonal como África del Suroeste. Un año antes, en 1965, el primer grupo  del SWALA (South West Africa Liberation Army) abandona el campo de entrenamiento en Tanzania y se desplaza a Zambia. Desde ahí se introducen en el norte de Namibia y comienzan a construir todo tipo de estructuras con fines defensivos. Ya en 1966, los primeros soldados de la SWAPO completan su entrenamiento militar en Tanzania. Comienza la lucha. 45 miembros destacados de la SWAPO son detenidos y enviados a la prisión de Robben Island (Ciudad  El Cabo), donde también estuvieron retenidos otros líderes de la lucha anti-apartheid como Mandela. Aún tardarán casi 30 años en obtener su ansiada independencia.

El actual presidente, Hifikepunye Pohamba, que cederá el puesto a su Primer Ministro a comienzos del año próximo, fue uno de los héroes de aquella guerra y cumplió estos días 78 años, para lo cual todos los periódicos del país insertaron felicitaciones institucionales. Visto desde fuera resulta curioso e incluso cómico ver las páginas de los diarios llenas de referencias a este buen señor y de felicitaciones de toda índole por su cumpleaños. Sin embargo, si atendemos a su participación en la liberación del país (Namibia es independiente desde 1990), a la transición de poder pacífica (y aceptada por la población) que tendrá lugar el próximo otoño namibio (se da la circunstancia de que el actual presidente es miembro de la principal tribu del país y que su sucesor pertenece a otra tribu minoritaria) y a sus denodados esfuerzos por librarse de la huella colonial (está cambiando los nombres africáans y germanófilos de las ciudades por otros más acordes con la esencia namibia nativa) tal vez no resulte tan absurdo desearle la bendición de Dios por los favores prestados a la patria. 

martes, 13 de agosto de 2013

Mi gran aventura africana

Poco más de 48 horas e in shaa Allah mi gran año de aventura dará comienzo. Mil y un documentos y ropa de verano e invierno conforman el grueso de una maleta que empieza a ser realidad tras varios meses de planes inconclusos. Ponemos rumbo a Namibia, a la costa atlántica surafricana, tan al sur que estaremos más cerca de la fría Antártida que del verdor de la tierruca. Estoy súper emocionada ante tamaña andanza. Siempre soñando con vivir en el extranjero con aspiraciones tan domésticas como Inglaterra o Francia y ¡resulta que empiezo en el África subsahariana! Masha Allah!!
Mis crónicas, por supuesto, seguirán siendo vikingas pero con un sabor más a desierto y naturaleza no tan masificada como por estos lares aunque creo que no será tan virgen como ahora pueda pensar.
Así que vamos con un poco de geografía. El país es más extenso que España (nosotros ocupamos el puesto 52 con poco más de 500.000 metros cuadrados y Namibia el 34 con más de 800.000) pero tiene infinitamente menos población, apenas 2 millones de habitantes, algo menos que las Islas Canarias. La capital es Windhoek, que pronunciado suena algo así como /vintuk/, y tiene poco más de 200.000 habitantes aunque nosotros viviremos en Swakopmund, en la costa, rodeados de mar y desierto. La ciudad es pequeñíiiisima, con menos habitantes que Soria aunque parece que hay bastantes extranjeros viviendo por la zona. No en vano en el pasado fue colonia holandesa, británica, alemana y sudafricana así que parece que, aunque a nosotros nos suene remoto, es un territorio acostumbrado a la diferencia étnica aunque no sé si con un saldo positivo para el hombre blanco...
El país tiene paisajes de toooodo tipo, desde desiertos de tierra roja hasta parques naturales de un verde frondoso llenos de grandes mamíferos que hacen las delicias de quienes pretenden hacer un safari no tan turístico como el de Kenia. También tiene una larga línea de costa donde espero poder pegarme algún chapuzón al tiempo que tal vez aviste delfines, focas y ballenas. Si convenzo al farero, tal vez nos desmarquemos con la práctica de algún deporte naútico...
En cuanto a infraestructuras... no creo que vaya a echar de menos nada de por aquí, hay de todo aunque supongo que menos desarrollado, pero incluso hay un tren de lujo que atraviesa el desierto y une Swakopmund con Windhoek en 20 horas e incluye paradas para ver animales en pleno hábitat natural!!!
Por si las moscas, jejejejjeje, hay que ponerse varias vacunas, no tanto para entrar en Namibia sino para moverse por la zona norte, donde puede haber malaria (para lo cual llevamos unas pastillitas que te protegen sólo durante unas horas), fiebre amarilla, fiebre tifoidea o hepatitis. Hay que ser previsores y pedir cita en el centro de vacunación internacional (en Madrid el hospital Carlos III tiene una unidad especializada, los miembros del servicio son muy simpáticos y te cobran menos porque algunas vacunas entran por la seguridad social) con más de un mes de antelación porque, a pesar de la crisis, los españoles viajan mucho a zonas endémicas y es posible que te entre el estrés del siglo por no conseguir un hueco antes de tu viaje. Supongo que en destino también puedes vacunarte pero creo que es mejor hacerlo aquí por si acaso.
Pedir el visado tampoco es cosa rápida teniendo en cuenta que Namibia no tiene embajada en España y que nuestro servicio consular es el de París. Afortunadamente se puede hacer todo a vuelta de correo y no hay que desplazarse al país vecino.
Y qué decir del viaje..... España es el único país del entorno que no tiene conexión con Sudáfrica. Podemos salir desde Lisboa, Londres, Frankfurt, Munich, Berlín, Milán o París pero desde Madrid.... niente! Aunque es Alemania quien más conexiones tiene con los vecinos del sur e, incluso con la propia Namibia a través de Namibian Airways con vuelos directos. Nosotros realizaremos nuestro periplo vía Munich: Madrid-Munich-Johanesburgo-Walvis Bay. Espero tener una conexión a internet lo suficientemente libre de sobresaltos como para seguir escribiendo.
Ons sien in Namibië, in shaa Allah!!! ("Nos vemos en Namibia" en idioma afrikáans).